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Prisioneros de la tuberculosis

Las cárceles son uno de los lugares más propicios para el contagio. En las ucranianas, la enfermedad es diez veces más frecuente que en resto del país

El director médico de la Colonia 3, Nikolai Gopilo, anda por uno de los patios donde están los prisioneros tuberculosis resistente a los medicamentos. El recinto parace un pequeño pueblo donde los residentes pueden andar libremente sin restricciones. Está asegurado por vallas dobles, torres y patrullas con guardias armados y un sistema de restricción de entrada. Algunos de los reclusos, además padecen VIH y son adictos.Alexander Glyadyelov (MSF)
Médicos sin Fronteras ha renovado el laboratorio de la Colonia 3 y ha introducido medidas de control de infecciones para reducir el riesgo de transmisión en pacientes resistentes a los medicamentos. La ONG también ha aportado una máquina llamada GeneXpert que hace más fácil y rápido detectar estas formas de la enfermedad.Alexander Glyadyelov (MSF)
Uno de los mayores retos es asegurar que los pacientes continúan tomando el tratamiento hasta que se curan. Los fuertes efectos secundarios de los medicamentos contra la tuberculosis resistente (vómitos, náuseas, pérdida de pelo, de visión y problemas psicológicos) es una de las razones por las que los pacientes lo dejan a medias. En la imagen, una enfermera explica a un enfermo la importancia de que continúe tomando su dosis diaria.Alexander Glyadyelov (MSF)
En la zona industrial de la Colonia 3, algunos prisioneros trabajan produciendo materiales de construcción, en carpintería, pintura... El hombre de la imagen talla una caja con una ilustración de un viejo barco.Alexander Glyadyelov (MSF)
Varios prisioneros trabajan en la zona industrial de la Colonia 3.Alexander Glyadyelov (MSF)
Un prisioner coge la mano de su mujer en uno de los pocos momoentos que pueden pasar juntos en la habitación del hotel de la Colonia 3. Los prisioneros que han tomado su tratamiento y han dejado de ser infecciosos, pueden alquilar esta estancia cada tres meses para pasar tiempo con su familia.Alexander Glyadyelov (MSF)
Varios prisioneros almuerzan en la cárcel. Existe una especie de castas heredadas de la antigua Unión Soviética en función de los orígenes de los prisioneros que funciona por un código no escrito. Las autoridades lo conocen y son concientes de sus reglas.Alexander Glyadyelov (MSF)
Igor, paciente de tuberculosis resistente a los medicamentos, en su último día en la Colonia 3. Hasta ahora, compartía celda con otras 14 personas. Cuando sea libre asegura que quiere difundir la palabra de Dios, pero no tiene ni idea de qué trabajo puede hacer. Lo único que quiere, dice, es evitar cometer delitos otra vez. "Haré lo necesario para hacer feliz al Señor. Estoy rezando por todos los que se quedan aquí", cuenta.Alexander Glyadyelov (MSF)