Los hogares con tarifa regulada pagaron menos pese a consumir más electricidad durante el confinamiento

Más de un 60% de los consumidores desconoce qué tipo de suministro tiene contratado, según la CNMC

Torre de electricidad en Madrid.EL PAÍS

El confinamiento ha disparado las horas pasadas en casa y con ellas el uso de electricidad de los hogares. El gasto en el suministro eléctrico de las familias creció un 4,9% en términos interanuales a mediados de 2020, hasta los 50 euros, mientras que el consumo de electricidad aumentó un 14,4%, según los datos que publica este viernes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El citado incremento tanto en la factura como en el coste ha sido sin embargo d...

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El confinamiento ha disparado las horas pasadas en casa y con ellas el uso de electricidad de los hogares. El gasto en el suministro eléctrico de las familias creció un 4,9% en términos interanuales a mediados de 2020, hasta los 50 euros, mientras que el consumo de electricidad aumentó un 14,4%, según los datos que publica este viernes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El citado incremento tanto en la factura como en el coste ha sido sin embargo diferente en función de que los usuarios tuvieran contratada una tarifa en el mercado regulado o libre: en el primer caso, el gasto por mes promedio se redujo en comparación con en el mismo periodo del año anterior, pese a aumentar el consumo, mientras que en el segundo crecieron ambos términos.

La diferencia no es baladí. En el mercado regulado, el coste de la energía consumida se determina en función de la cotización del precio del kilovatio-hora (kWh) en el mercado mayorista. Es decir, el precio varía cada día y cada hora en función de la demanda. En el mercado libre, son las empresas comercializadoras las que establecen el precio del kWh según las ofertas que proporcionen a sus clientes.

De acuerdo con el panel de hogares de la CNMC, una encuesta semestral elaborada a partir de 9.355 entrevistas realizadas en el segundo trimestre de 2020, los usuarios con un suministro contratado en el mercado regulado aumentaron la energía consumida hasta los 188,1 kWh al mes, frente a los 172,2 del año anterior: un incremento del 9,2%. El alza no se ha trasladado sin embargo al precio: el gasto promedio mensual descendió un 10,4%, de los 41,4 euros a los 37. En el caso de los hogares con tarifa del mercado libre, el consumo subió en mayor medida que en el mercado regulado, pero también creció el gasto: el uso de electricidad aumentó de los 186,8 kWh mensuales del año pasado a los 214,4 kWh este año, un 14,7% más, y el gasto repuntó un 7%, de los 52,7 euros mensuales a los 56,3.

Aun así, la mayoría de los consumidores desconoce si tiene contratada una tarifa regulada ―conocida como precio voluntario para el pequeño consumidor― o del mercado libre. Un 63% de los hogares no sabe en qué mercado tiene contratado su suministro eléctrico y solo un 25% sabe que puede contratar el suministro en el mercado libre o en el regulado; un 18% en el caso del gas.

La CNMC aclara que la comparación directa de los gastos en función de que el suministro se contrate en el mercado libre o regulado “no sería adecuada”, también debido a que existen diferentes patrones de consumo. Los hogares con tarifas del mercado libre tenían, por ejemplo, una potencia promedio contratada ―que es un término fijo en el recibo, que al ser más elevado incrementa el precio a pagar― de 4,3 kW, mientras que en el mercado regulado fue inferior, de 4,1 kW. Aun así, añade que si se asignan los precios regulados de potencia y consumo en el mercado regulado a los consumos promedios del mercado libre, el coste mensual alcanzaría los 40,5 euros, un 28,2% menos. “Es importante señalar que se trata de una cifra estimativa y que la situación concreta de cada consumidor depende de sus características particulares”, añade el organismo, que agrega que los resultados se corresponden solo al mes de junio. “Considerando un periodo mayor, los ahorros estimados pueden variar significativamente”, concluye.

Marcas comerciales

La CNMC resolvió hace dos años que los grupos que ofrecen tanto precios regulados como liberalizados a través de empresas distintas debían de distinguir de manera clara los nombres y marcas comerciales de sus filiales para evitar confusiones entre los consumidores. La resolución era vinculante e iba dirigida a las firmas suministradoras tanto de electricidad como de gas que ofrecieran tarifas tanto en el mercado libre como en el regulado. Es el caso de las grandes compañías como Iberdrola, Naturgy o Endesa. En concreto, la CNMC pedía distinguir entre el nombre y logo de las filiales que se encargaran de la distribución, comercialización regulada y libre.

Este jueves, el supervisor ha publicado un informe en el que analiza los cambios realizados y concluye que se ajustan a la resolución de 2018. Sin embargo, avanza una serie de sugerencias para las compañías. Recomienda a Endesa supervisar los procedimientos relativos a la atención de los agentes comerciales, y a EDP completar las medidas de supervisión que tiene previstas; en el caso del Grupo CHC, insta a supervisar que se empleen diferentes correos por parte de sus delegados comerciales para la comunicación con los clientes del mercado libre y regulado, y en el caso de Naturgy recomienda cambios para “evitar que los clientes puedan acceder al portal de la comercializadora del mercado regulado a través de un enlace disponible en la web de la comercializadora en el mercado libre”.

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