Wallraff pierde un manuscrito en un robo en Barcelona

"He estado en las favelas más peligrosas de Brasil y en los barrios más degradados de México DF y siempre llevo algo de dinero por si me atracan, pero admito que el domingo me pillaron desprevenido". Sí, Günter Wallraff, el periodista indeseable, el cabeza de turco, uno de los grandes del periodismo de infiltración en las más deleznables cloacas de Europa, vivió el pasado domingo en Barcelona su episodio más triste y violento cuando unos desconocidos le arrebataron su "oficina portátil", como la definió ayer a este diario: una bolsa con ocho departamentos donde estaban su agenda ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"He estado en las favelas más peligrosas de Brasil y en los barrios más degradados de México DF y siempre llevo algo de dinero por si me atracan, pero admito que el domingo me pillaron desprevenido". Sí, Günter Wallraff, el periodista indeseable, el cabeza de turco, uno de los grandes del periodismo de infiltración en las más deleznables cloacas de Europa, vivió el pasado domingo en Barcelona su episodio más triste y violento cuando unos desconocidos le arrebataron su "oficina portátil", como la definió ayer a este diario: una bolsa con ocho departamentos donde estaban su agenda profesional y también fragmentos manuscritos de su próximo libro.

Wallraff fue víctima de lo que todo apunta que fue un robo más a un extranjero en la fashion Barcelona. El periodista alemán se hallaba sobre las 3 de la tarde en la terraza del bar del Parkhotel Barcelona en la calle Marqués de Argentera, cerca de la Estación de Francia, trabajando con su traductor en el nuevo libro de reportajes que Anagrama publicará este año cuando alguien tropezó espectacularmente con las sillas de al lado, lo que provocó un momento de distracción. "Igual no estaba ligado al hecho, pero poco después el escritor detectó que su bolsa no estaba bajo sus pies" añade el traductor, Daniel Najmías. "No guardo rencor pero mi padre trabajó en L'Hospitalet en los años veinte y me sabe mal; y también por las cartas de gente que me denuncia casos y de las que hago de abogado periodístico", se lamentaba más que por sus manuscritos.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En