Celia, 'la Magnífica'

De las cinco magníficas de Aznar, o sea, Luisa Fernanda Rudí, Teófila Martínez, Rita Barberá, Soledad Becerril y Celia Villalobos, sólo esta última no está colocada. Los indicadores políticos apuntan que le llegó su hora. Villalobos puede ser aupada a los altares ministeriales por deseo expreso de José María Aznar, con el beneplácito de Rato. De hacerse realidad un deseo largos años acariciado por Celia Villalobos (cuota andaluza; cuota de mujer), se producirán en Málaga unos cuantos terremotos políticos.El primero, buscar su sucesor. In péctore, el sufridor principal del reino, Francisco ...

De las cinco magníficas de Aznar, o sea, Luisa Fernanda Rudí, Teófila Martínez, Rita Barberá, Soledad Becerril y Celia Villalobos, sólo esta última no está colocada. Los indicadores políticos apuntan que le llegó su hora. Villalobos puede ser aupada a los altares ministeriales por deseo expreso de José María Aznar, con el beneplácito de Rato. De hacerse realidad un deseo largos años acariciado por Celia Villalobos (cuota andaluza; cuota de mujer), se producirán en Málaga unos cuantos terremotos políticos.El primero, buscar su sucesor. In péctore, el sufridor principal del reino, Francisco de la Torre Prados, político moderado, proveniente de la UCD, que fuera el presidente de diputación más joven de España en el tardofranquismo; trabajador infatigable, honrado y honesto hasta el infarto. Dos, los democristianos de Manuel Atencia podrán seguir manejando la manilla del PP malagueño sin sobresaltos nocturnos. Los Atencia, Ramírez, Gómez Angulo no sentirán en el cogote el aliento de Villalobos. A buen seguro, si Celia jura su cargo ante el Rey, habrá cava y puros cohíbas. Tercero, los socialistas mirarán el horizonte con una sonrisa más amplia: el populismo de Celia Villalobos, freno a sus expectativas de crecimiento, entraría en dique seco durante cuatro años, aunque siempre le quedarían los fines de semana (como a Arenas).

No hay quinto malo, dicen los entendidos. Celia Villalobos, sin faltar a su palabra, tendría vía libre para volver a presentarse a la alcaldía de Málaga; si lo hiciera, los socialistas tendrían que volver a penar su tristeza. Y, por último, Villalobos, desde el Gobierno, podría empujar con más decisión el megaproyecto del Guadalmedina, que en la pasada campaña sirviera para dinamitar las expectativas de los socialistas malagueños.

Queda por saber qué cartera gestionará Villalobos. Sabiendo de sus capacidades -lo mismo organiza un taller de arte y confección que se monta en globo, planta un árbol y lee a Vargas Llosa- no debe haber cartera que la asuste o le venga grande, aunque todo podría apuntar a Medio Ambiente (superar a la Tocino es una bicoca) o Asuntos Sociales. Su temperamento y preparación la hacen apta para los más altos destinos.JUAN DE DIOS MELLADO