El zar vuelve al carro de combate

El zar ha vuelto al tajo con ánimos renovados, multiplicando sus visitas al interior del país, lanzando campanas (verbales tan solo) contra la corrupción y el crimen organizado, recibiendo en el Kremlin a numerosos jefes de Estado extranjeros, intentando poner orden entre los banqueros que le apoyaron durante la última campaña y amenazando a la Duma con disolverla si sigue segando la hierba bajo sus pies.Parece que Borís Yeltsin, recuperado de sus problemas físicos, se ha vuelto a subir a un carro de combate como cuando luchó contra los golpistas de agosto de 1991, o que vuelve a cargar los ca...

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El zar ha vuelto al tajo con ánimos renovados, multiplicando sus visitas al interior del país, lanzando campanas (verbales tan solo) contra la corrupción y el crimen organizado, recibiendo en el Kremlin a numerosos jefes de Estado extranjeros, intentando poner orden entre los banqueros que le apoyaron durante la última campaña y amenazando a la Duma con disolverla si sigue segando la hierba bajo sus pies.Parece que Borís Yeltsin, recuperado de sus problemas físicos, se ha vuelto a subir a un carro de combate como cuando luchó contra los golpistas de agosto de 1991, o que vuelve a cargar los cañones como cuando ordenó bombardear el Parlamento en octubre de 1993. Con tanta seguridad en sí mismo, no tendría nada de raro que decidiese optar a un tercer mandato. Tiene dos años por delante para pensárselo. Los obstáculos legales no serían el problema.

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