Ingemar Stenmark,

el ex campeón de esquí, tuvo la semana pasada su viernes negro. En el mismo día tuvo que ingresar en un hospital de Múnich porque durante una conferencia de prensa le cayó un micrófono encima de la cabeza, produciéndole heridas leves. Mientras tanto, su abogado presentaba ante un tribunal sueco la solicitud de divorcio de su mujer, Ann, con quien se casó en septiembre de 1984. De este matrimonio nació una niña, de nombre Nathalie. Hasta hace poco, a la pareja se la veía feliz y frecuentemente aparecían en las revistas del corazón....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

el ex campeón de esquí, tuvo la semana pasada su viernes negro. En el mismo día tuvo que ingresar en un hospital de Múnich porque durante una conferencia de prensa le cayó un micrófono encima de la cabeza, produciéndole heridas leves. Mientras tanto, su abogado presentaba ante un tribunal sueco la solicitud de divorcio de su mujer, Ann, con quien se casó en septiembre de 1984. De este matrimonio nació una niña, de nombre Nathalie. Hasta hace poco, a la pareja se la veía feliz y frecuentemente aparecían en las revistas del corazón.

Más información

Archivado En