Un Madrid dinámico se deshace del Virtus en el segundo tiempo

El Baskonia cae en Vitoria ante el Anadolu Efes (84-89) en un partido muy igualado

El pívot del Real Madrid Edy Tavares (d) defiende la entrada de Rayjon Tucker, de la Virtus de Bolonia, durante el partido de la jornada 9 de la EuroLiga este martes.JUANJO MARTIN (EFE)

Arrancó el Real Madrid en el tercer cuarto, le puso una marcha más a su juego y se deshizo sin demasiados problemas del Virtus de Bolonia (98-86). La defensa, que había sido muy alegre en el primer tiempo, dejando muchas opciones al equipo boloñés, se puso un poco más seria, aunque no demasiado en la continuación, y con eso le bastó para ganar sin problemas. El marcador final pudo ser mucho más amplio para los blancos, que se quedaron a una canasta de los cien puntos, pero se relajaron en los tres últimos minutos para encajar un parcial de 0-10 que maquilló los números de los italianos.

Pese a los malos augurios del parón inicial, en el que los jugadores se quedaron fríos después de una avería en el reloj, enseguida cogieron velocidad de crucero ambos equipos, que jugaron una primera mitad entretenida, que apuntaba a un marcador largo al final del partido. La defensa no fue la mejor virtud de ninguno de los dos equipos en los primeros 20 minutos, lo que agradeció el público, sin duda, pero tal vez no tanto los entrenadores.

Las consignas del vestuario son secreto de estado, pero basta observar cómo juegan los equipos para adivinar, más o menos, lo que los entrenadores han solicitado a sus pupilos, así que enseguida se pudo ver que Chus Mateo les pidió a sus jugadores que utilizaran más el potencial aéreo de Edy Tavares, capaz de asomar la cabeza por encima de las nubes, en las acciones de ataque, así que los jugadores del Real Madrid buscaron a su compañero con efectos inmediatos. En el Virtus, la consigna de Luca Banchi era la de darle la pelota a Tornike Shengelia, que parecía sembrado.

Solo cuando le apretaron las tuercas al jugador georgiano, mediado el tercer parcial, se secaron las fuentes que le daban la vida al Virtus. Pese a la elegancia de Belinelli y la profesional eficacia de Cordinier y Clyburn, los italianos no pudieron seguir el ritmo dinámico del Real Madrid, entonado desde el principio y con ese acelerón en el momento oportuno en el que mostraron su mayor cubicaje.

Dominó el rebote el equipo blanco, rebañó muchos balones en ataque y les dio una segunda, e incluso una tercera oportunidad a sus bombarderos, que, atinados en el tiro exterior (15 de 35 triples), pudieron hacer uso de diversas versiones de su juego, porque también se abrían paso debajo de la canasta. Rathan-Mayes y, sobre todo, Hezonja, se mostraron inspirados en el tiro, y está claro que cuando el Real Madrid está a buen nivel, pocos equipos pueden estar a su altura, y el Virtus no fue una excepción el día en el que Sergio Llull alcanzó los 1.100 partidos con el Real Madrid y se quedó a tres puntos de la redonda cifra de 4.000 en la Euroliga. Le quedan muchos partidos para alcanzarla y superarla.

En el Buesa Arena, el Baskonia cayó, después de un partido muy igualado, ante el Anadolu Efes (84-89). En la última jugada tuvo la opción de alcanzar la prórroga, pero los árbitros vieron una falta en ataque de Moneke, a solo seis segundos para la conclusión, y el equipo turco sentenció desde la línea de tiros libres.

Más información

Archivado En