Villarreal y Atlético, del frenesí a un empate controlado

Un primer tiempo trepidante con cuatro goles y un segundo más controlado arrojó un empate a dos justo entre Atlético y Villarreal. Dos equipos renovados que se vaciaron en ese primer acto frenético y se apagaron en el segundo después de tanto lustre.

El duelo nació sin tregua. Con los dos equipos tirándose a la yugular en medio de un voltaje impropio de un inicio de temporada. Los dos conjuntos tenían claro dónde morder. El Villarreal a la espalda de Witsel y Marcos Llorente. El Atlético a la vía que descubrió en el carril de Sergi Cardona, que debutaba en Liga con los de Marcelino. Por ese camino apareció el primer disparo de lo que por momentos fue un tiroteo. Llorente puso una comba tensa al segundo palo y Lino martilleó un cabezazo que exigió a Diego Conde un guantazo para desviar la pelota por encima del larguero. Le daba Barrios mucha recuperación y carrete a las transiciones del Atlético. Y al Villarreal lo movía con destreza Parejo. Fue el equipo de Marcelino el que golpeó primero. Una pelota larga de Diego Conde midió a Witsel con Danjuma en velocidad. Al belga, imperial como central por colocación, le afloró su gran defecto. Perdió la carrera con el extremo neerlandés pese a que partió ventaja. Cuando pudo rehacerse, Danjuma le bailó con dos recortes antes de superar a Oblak con un disparo raso y cruzado. Un buen gol.

La respuesta del Atlético fue inmediata. Propia del partido abierto en canal que se estaba disputando. Sacaron los rojiblancos de centro y elaboraron una jugada que se aceleró con un pase picado de Griezmann que dejó a Llorente con pista libre para trazar una diagonal y plantarse en el área sin que un solo defensa del Villarreal saliera a cortarle el paso. Cuando se aproximó al pico del área soltó un zapatazo al primer palo que se tragó Diego Conde. El empate le dio continuidad a ese partido abierto en el que también pintaron mucho las conducciones afiladas de Alex Baena y de Yeremy Pino.

Si el alto ritmo de juego no cuadraba con el primer partido oficial de una liga, fue en la falta de rigor defensivo y en los errores donde si afloró esa falta de rodaje. Concedió una vez más el Villarreal su flanco derecho y Lino estrelló en el palo una volea mordida. La siguiente concesión fue del Atlético y le costó el segundo gol. Alex Baena recogió el balón en el lateral del área tras un saque de esquina que el mismo botó y puso una rosca a media altura. Witsel dejó pasar la pelota confiado en que Oblak la blocaría, pero su movimiento lo que hizo fue despistar al meta esloveno. El centro terminó por rebotar en Koke y entró manso en la portería. La debilidad defensiva fuera de casa que tanto daño le hizo el curso pasado le afloró a los rojiblancos en la primera jornada de esta Liga. Simeone pide un central contundente y los dos goles encajados los podrá utilizar como argumento ante la dirigencia para insistir en la contratación de uno que le satisfaga.

Esta vez el tanto sí dejó al Atlético más tocado. Ya no se rehízo de manera tan contundente como con el primer gol. Con todo, le dio para armar un par de ataques sobre el filo del descanso. En el último, de nuevo por el carril derecho, a Barrios le dio para levantar la cabeza y poner una rosca templada al corazón del área. Por allí apareció Sorloth, que conectó un cabezazo más contundente que colocado. Diego Conde pudo hacer más porque el remate del noruego fue centrado. El empate hacía justicia a dos equipos que se habían exprimido buscándose continuamente.

El arranque del descanso sorprendió con los cambios de Simeone. Dejó en la caseta a Witsel al que vio demasiado superado por Danjuma para dar entrada a Correa, pero también sentó a Sorloth, que había cumplido con su gol más allá de su poca participación en el juego. Correa, necesitado de mimos por la llegada de Julián Alvarez, fue el que entró por el atacante noruego. Fue otro Atlético y también otro Villarreal, aunque el equipo de Marcelino se plantó mejor. El aire del partido empezó a destilar un aire de que a ninguno de los dos entrenadores les había convencido ese partido a tumba abierta que se había descorchado en el primer tiempo. Había más control y también más intervencionismo de los entrenadores. Simeone introdujo más cambios pasada la hora de juego. Sentó a Reinildo y a Koke y reconfiguró al equipo con Nahuel Molina en el carril derecho, adelantó a Llorente y retrasó a Lino. En punta, Griezmann y Correa. Solo una falta ejecutada por Baena que pasó a un palmo de la escuadra se acercó el gol y otras que Pépé estrello en la cruceta. Ni siquiera la entrada de Julián Alvarez en los últimos diez minutos ya agitó al Atlético.

Acuerdo con el Chelsea por João Félix y llegada de Gallagher

El Atlético de Madrid y el Chelsea llegaron a un principio de acuerdo este lunes para el traspaso de João Félix. El club londinense abonará 50 millones de euros más otros diez en variables y el atacante portugués firmará hasta 2030 por el conjunto londinense. La operación, confirmada por Simeone al término del partido en Vila-real, permite al Atlético abordar la contratación del centrocampista Conor Gallagher, tasado por el Chelsea en 40 millones de euros. Gallagher ya había estado en Madrid cuando ambos clubes habían pactado que Samu Orodion sería traspasado a los clubes en lo que parecía un intercambio de cromos. El Chelsea finalmente se echó atrás y se activó la opción de João Félix. Con la llegada de Gallagher, a Simeone solo le falta cubrir la posición de central zurdo tras la marcha de Mario Hermoso. El central eslovaco del Feyenoord, David Hancko es el preferido del técnico argentino.

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