Benzema alimenta el vacío: “¿Por qué voy a hablar del futuro si estoy aquí?”
El delantero francés evita despejar la incógnita sobre si pretende jugar el próximo curso en Arabia Saudí, y el Madrid señala ahora que aún le queda un año de contrato
Al final, fue una niña de unos 6 años la que se plantó con un micrófono ante Karim Benzema y le preguntó: “¿Te vas a quedar?”. El capitán del Real Madrid, que no comparecía de manera formal en público desde la víspera de la final de la Supercopa de España, en enero en Riad, había acudido este jueves a un salón del Casino de Madrid, a unos pasos de la Puerta del Sol, para recoger el premio que le había concedido un periódico, el Marca leyenda. La pregunta la hizo la niña, y el pequeño auditor...
Al final, fue una niña de unos 6 años la que se plantó con un micrófono ante Karim Benzema y le preguntó: “¿Te vas a quedar?”. El capitán del Real Madrid, que no comparecía de manera formal en público desde la víspera de la final de la Supercopa de España, en enero en Riad, había acudido este jueves a un salón del Casino de Madrid, a unos pasos de la Puerta del Sol, para recoger el premio que le había concedido un periódico, el Marca leyenda. La pregunta la hizo la niña, y el pequeño auditorio se sacudió la tensión acumulada con un aplauso. Benzema escogió alimentar una intriga que ha cambiado estos días el paso de la planificación deportiva del club para este verano: “Por el momento estoy aquí. Disfruto cada día, entrenando bien, y hay un partido este sábado”.
En ese punto, el presentador del acto recogió el hilo. Le sugirió que quizá debería hablar algo más. “¿Hablar de qué?”, dijo el francés. “¿Por qué voy a hablar del futuro si estoy aquí?”. Otra niña del grupo que los organizadores habían reunido sobre el escenario se echó a llorar. El moderador explicó que las lágrimas se las había provocado el temor a que Benzema, de 35 años, dejara el Madrid a final de temporada, y el francés le pidió que se acercara y la abrazó. Pero cuando la niña regresó a su puesto, aún se tapaba la cara para ocultar el llanto.
El delantero esquivó de manera definitiva el gran asunto del momento con una finta que el moderador dio por buena: “Lo que habla es internet, y la realidad no es internet”, cerró, dejando abiertas todas las inquietudes.
La realidad también es el ministro de Deportes saudí, el príncipe Abdulaziz bin Turki Al Faisal. El miércoles por la noche, cuando el Al Ittihad celebraba su primera liga en 14 años, le preguntaron por las posibles contrataciones de Benzema y Messi por equipos del país: “Esperen hasta que lo anunciemos oficialmente. La temporada acaba de terminar hoy. Los clubes, como he dicho, son los que anuncian oficialmente esas noticias. Y, dios mediante, lo harán en su momento”. El francés, como el argentino, tiene desde hace meses una oferta del Gobierno saudí. Allí el fútbol funciona en estos momentos como una inversión estatal estratégica.
Las autoridades financian grandes operaciones, como la contratación de Cristiano Ronaldo en diciembre, y después de llegar al acuerdo se decide a qué club se envía el futbolista. El portugués recaló en el Al Nassr, mientras que todo apunta a que el destino pensado para el argentino, que se despide este fin de semana del PSG, es el Al Hilal. De ese modo, la liga podría lucir un derbi local de Riad que vuelva a enfrentar a Cristiano y a Messi. Para Benzema, han pensado en el Al Ittihad, de Yeda, entrenado por el portugués Nuno Espírito Santo.
Más allá de lo que pueda circular por ciertas catacumbas de internet, la expectativa de la llegada de Benzema está muy presente en la ciudad saudí que celebró el miércoles el campeonato. También le preguntaron al vicepresidente del club, Ahmed Kaaki, que aseguró ante una cámara de televisión que realizarían una gran contratación internacional.
En los despachos del Madrid se conoce la existencia de la oferta desde hace tiempo, pero se conducían con la certeza de que el francés permanecería en su casa de las últimas 14 temporadas. Hasta los días que rodearon la eliminatoria de la semifinal de la Champions contra el Manchester City. Entonces, una fuente con acceso al vestuario ya transmitía dudas sobre su continuidad. Y eso que solo unos días antes, justo después de ganar la Copa del Rey, aún sobre la hierba de La Cartuja, un micrófono de la Cope le robó unos segundos al vuelo, en los que el francés pareció despejar cualquier duda sobre si seguiría otro año: “Claro. A ver, ojalá que todo el mundo se quede”. Todo el mundo eran Kroos y Modric, que han confirmado al club que alargan un año sus contratos, hasta junio de 2024.
Pero después de Sevilla se reavivó el runrún saudí. En el Madrid sabían que Benzema mantenía conversaciones con las autoridades árabes, pero varias fuentes del club contaban que el futbolista no les estaba manteniendo al tanto del desarrollo. Lo atribuían al carácter peculiar del francés, abstraído. Pero lo comprendían. Se han acostumbrado al proceder de un tipo que para el presidente, Florentino Pérez, es “como un hijo”.
Algunas fuentes transmitían incluso que entendían que el francés pudiera dar por terminado su paso por el máximo nivel competitivo, después de haber ganado todo y de atravesar un año repleto de dificultades físicas que han contribuido a que su nivel se alejara del que le llevó al Balón de Oro la temporada pasada. Otras fuentes cercanas al vestuario consideraban que una posible marcha voluntaria podría ayudar a refrescar sin trauma una posición que ha flaqueado este curso.
No asomaban grandes obstáculos para que Benzema volara a Arabia. Hasta las últimas horas, cuando desde el club han señalado que el francés tiene contrato en vigor hasta el 30 de junio de 2024, y no hasta el de este mes, como se conocía de acuerdo a las comunicaciones públicas del Madrid. Benzema firmó al final del curso pasado una ampliación de un año, meses antes de recibir el Balón de Oro. La falta de información, que antes toleraban, ahora resulta una molestia: ni el futbolista, ni ningún club ni institución saudí han llamado a Valdebebas. Y el Madrid se encuentra al comienzo de junio ante el vértigo de perder a su primer delantero y a su cuarto máximo goleador, Marco Asensio, que no renovará y tiene muy avanzado un contrato con el PSG.
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