La fórmula del éxito donostiarra

“Aquí si te duermes, te pasa el compañero”, apunta Imanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, en un discurso de máxima exigencia con la plantilla del equipo que marcha tercero en la Liga

Imanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, le da instrucciones a Mikel Oyarzabal el pasado miércoles en el Camp Nou.Alejandro Garcia (EFE)
Bilbao -

Resulta difícil desentrañar la fórmula del éxito de la Real Sociedad, que este domingo se enfrenta al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (21.00, Movistar LaLiga). No es que sea secreta como la de la Coca-Cola, pero está compuesta de muchos ingredientes que hay que analizar en conjunto y no por separado. Tal vez se pueda resumir en lo que apuntó su entrenador, Imanol Alguacil, en un t...

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Resulta difícil desentrañar la fórmula del éxito de la Real Sociedad, que este domingo se enfrenta al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (21.00, Movistar LaLiga). No es que sea secreta como la de la Coca-Cola, pero está compuesta de muchos ingredientes que hay que analizar en conjunto y no por separado. Tal vez se pueda resumir en lo que apuntó su entrenador, Imanol Alguacil, en un tema aparentemente menor, la convocatoria, hace algunas semanas, del portero del filial en lugar del habitual suplente de Alex Remiro: “Aquí si te duermes, el compañero que aprieta te pasa”. Es decir, exigencia máxima.

Tal vez la fórmula pasa también por el trabajo de su director deportivo, Roberto Olabe, renovado recientemente por el club y que desde hace un tiempo está en las agendas de los equipos europeos más poderosos. “Tenemos que poner un antivirus en la puerta que nos permita seguir”, bromeaba a ese respecto el presidente, Jokin Aperribay, que, sin embargo, razonaba en relación a las causas de ese interés ajeno: “Lo que está ocurriendo en el primer equipo lleva a que personas del exterior se fijen en Roberto, en Imanol, en los jugadores y en parte del cuerpo técnico”.

De momento, Olabe no tiene intención alguna de marcharse de Zubieta después de cinco años en el cargo, en los que el crecimiento de la Real ha sido constante. “Quedan cosas por hacer y no podría ser de otra manera si no estás convencido”, confiesa. “Siento cierta responsabilidad con respecto a hace cinco años porque ahora siento que un tiempo después me inquieta saber cómo voy a poder seguir ayudando. Tengo más responsabilidad que la que sentía cuando entré”.

El director deportivo siempre ha planteado metas reales, y en esa línea, las de la presente temporada, que podrían calificarse de hipotéticas otros años, pasan por asaltar la Champions: “La cuarta plaza va a estar ahí. Probablemente la tercera, también”, afirma, “pero debemos fijarnos en cómo estamos creciendo, en cómo afrontamos la competición, en cómo el equipo es cada vez mejor y al final de todo ese camino será la realidad la que nos pondrá en nuestro sitio”, concluye.

Los jugadores están en sintonía con su entrenador y con las opiniones del director deportivo. Todo fluye con naturalidad en el equipo txuriurdin, al que la derrota en el Camp Nou no le influye demasiado después de nueve triunfos consecutivos que le hacen mantener, con comodidad inesperada, la tercera plaza de acceso directo a la Champions. “Somos conscientes de que el equipo cada vez es más maduro y compite mejor”, asegura Aritz Elustondo. “Sabemos el camino que debemos seguir y si nos mantenemos igual, vendrán más victorias que derrotas”. En la misma línea, Mikel Merino manifestaba en una entrevista con El Diario Vasco que, a su entender, la Real actual, “puede que sea la más madura que conozco”. El centrocampista navarro lo razona: “Llevamos cuatro años con un bloque similar con el que hemos ido creciendo. Al principio se hablaba de la calidad que teníamos arriba y los dos últimos años se ha destacado la solidez defensiva”. ¿Las claves? “Entre el trabajo de Imanol y la experiencia que ya acumulamos, estamos logrando ser un equipo más completo”.

Esa es la impresión interna y la que se percibe desde fuera. “Me gusta mucho la Real. Me gusta cómo juegan. Tienen una impronta”, dice por ejemplo Lionel Scaloni, el seleccionador campeón del Mundo con Argentina.

La Real comparecerá en Madrid diezmado como en las últimas jornadas, en las que faltarán nueve jugadores, entre ellos los aparentemente imprescindibles David Silva o Mikel Merino. Pero tampoco estarán Álex Sola, Momo Cho, Ander Guevara, Andoni Gorosabel, Jon Pacheco o Sadiq Umar, así que tendrán que aparecer los jóvenes como Barrenetxea, cada vez mejor después de su grave lesión. No le arredran las ausencias. “El equipo está muy bien y preparado para competir en todas las competiciones en las que estamos, no vamos a especular en nada”, dice. “Se trabaja al máximo en cada entrenamiento como en la competición. Ojalá sigamos hablando de muchas victorias”. Para Take Kubo, “hasta acabar la primera vuelta, tenemos que seguir tirando y tirando todo lo que podamos porque no todos los días funcionan las cosas”, dice. “Tenemos que aprovechar este momento tan bueno que estamos teniendo y cuanto más dure, mejor”.

Pero la exigencia sigue ahí. Lo expresa como nadie Imanol Alguacil: “Si estamos recibiendo alabanzas es porque estamos haciendo las cosas bien. Pero eso no significa que no podamos ser mejores. Tenemos mucho margen de mejora en muchas facetas de nuestro juego”. En el Bernabéu, los donostiarras mostrarán su fórmula.

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