El ‘Renacido’ Eriksen deja en evidencia a Tchouaméni y Camavinga en la derrota de Francia

El debut del doble pivote madridista coincide con la pérdida de control del juego del vigente campeón mundial, sometido por el organizador de Dinamarca, que juega con desfibrilador

Eriksen maniobra ante Camavinga.Mads Claus Rasmussen (AP)

Francia no bajó a la categoría B de la Liga de las Naciones este domingo porque Austria no pudo ganarle a Croacia en Viena. Se salvó de casualidad tras sufrir la derrota más nítida de los últimos años. Sucedió en el Parken de Copenhague, ante la animosa Dinamarca del Renacido Eriksen, un jugador que permaneció diez minutos clínicamente muerto tras sufrir un paro cardíaco en 2021, en ese mismo escenario. Hoy juega con un desfibrilador implantado. Suficiente para adueñarse del mediocampo, a costa de Tchouaméni y Camavinga.

Francia no ganó el Mundial de Rusia por la rotundidad de su...

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Francia no bajó a la categoría B de la Liga de las Naciones este domingo porque Austria no pudo ganarle a Croacia en Viena. Se salvó de casualidad tras sufrir la derrota más nítida de los últimos años. Sucedió en el Parken de Copenhague, ante la animosa Dinamarca del Renacido Eriksen, un jugador que permaneció diez minutos clínicamente muerto tras sufrir un paro cardíaco en 2021, en ese mismo escenario. Hoy juega con un desfibrilador implantado. Suficiente para adueñarse del mediocampo, a costa de Tchouaméni y Camavinga.

Francia no ganó el Mundial de Rusia por la rotundidad de su ataque, por más que lo agitara Mbappé. Tampoco se impuso por la excelencia de sus centrales, siendo el más eficiente Umtiti. Si Francia navegó por Rusia como por un mar en calma hacia la Copa que levantó en Moscú fue gracias a sus dos majestuosos mediocampistas, N’Golo Kanté y Paul Pogba, capaces de articular los ataques y de cubrir como leones el latifundio que se abría en el centro del equipo en cada transición defensiva. Pogba y Kanté no solo eran pintones. Siempre estaban en el lugar crítico en el momento preciso, siempre ofrecían soluciones a sus compañeros y, sobre todo, nunca abandonaban el desfiladero por el que debían pasar los adversarios camino del arco de Lloris.

Sin Pogba ni Kanté, ambos lesionados, Deschamps ha eprendido una renovación de urgencia. A falta de dos meses para el Mundial de Qatar, los experimentos han desembocado en el escenario más alarmante. El debut de Tchouaméni y Camavinga en el doble pivote, frente a Dinamarca, sentó las bases del descontrol. Incapaces de leer el partido, los volantes no encontraron su sitio ni supieron medir los tiempos de un equipo que tiende a partirse por la mitad. Camavinga, especialmente, dio muestras de desorientación y acabó por perder la posición en las coberturas. El 1-0 de Dolberg solo se explica por su desatención de la marca de Eriksen, al que permitió maniobrar con calma antes de abrir el juego al asistente, el excéntrico Damsgaard.

Dinamarca metió el 2-0 a la salida de un córner en el que hubo tres toques daneses antes del gol. Cuando Deschamps reaccionó en el descanso cambiando a Camavinga por Fofana, su equipo ya había enarbolado la bandera blanca. Sin el control del juego, los franceses perdieron la fe en la remontada. Las heroicidades de Mbappé, tan definitivas contra Austria el jueves, se quedaron en intentos voluntariosos en Copenhague.

Croacia y Países Bajos, a la ‘final-four’

La primera fase de la Liga de Naciones concluye con el descenso de Austria, República Checa, Inglaterra y Gales. Avanzan a la fase final Croacia y Países Bajos, a falta de la disputa de la última jornada en los Grupos 2 y 3.

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