El Sevilla se impone a un Madrid que solo mira a Kiev

Los de Caparrós recuperan la plaza de Europa League después de superar a un conjunto de Zidane (3-2) que maquilló la siesta con dos goles en los últimos minutos

Lucas Vázquez durante el partido entre el Sevilla y el Real MadridJON NAZCA (REUTERS)

Con la mente en la final de Kiev, el Madrid de Zidane se vio corneado en el Sánchez Pizjuán por un Sevilla renacido en espíritu a partir de la llegada al banquillo de Joaquín Caparrós, que suma dos victorias en dos partidos que mantienen a los hispalenses en puestos de Europa League. Ante el Madrid la forjó gracias a un punta relegado a un segundo plano toda la temporada, Ben Yedder. El delantero, un peligro constante, siempre atinado y dispuesto a asociarse, anotó el primer gol tras una gran dejada de Muriel. Para entonces ya había proclamado el Madrid un pasotismo interrumpido solo por la br...

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Con la mente en la final de Kiev, el Madrid de Zidane se vio corneado en el Sánchez Pizjuán por un Sevilla renacido en espíritu a partir de la llegada al banquillo de Joaquín Caparrós, que suma dos victorias en dos partidos que mantienen a los hispalenses en puestos de Europa League. Ante el Madrid la forjó gracias a un punta relegado a un segundo plano toda la temporada, Ben Yedder. El delantero, un peligro constante, siempre atinado y dispuesto a asociarse, anotó el primer gol tras una gran dejada de Muriel. Para entonces ya había proclamado el Madrid un pasotismo interrumpido solo por la bravura de Lucas Vázquez, peleón e insistente en la banda derecha todo el encuentro.

El ímpetu del gallego no fue suficiente y los de Zidane, que alternó pocos titulares con muchos reclutas en su once, se fueron dos goles por detrás al descanso después de que una acción rápida evidenciase su escaso deseo de arriesgar en otro sitio que no sea Ucrania. Transición del ataque sevillista, fortuna para Nzonzi tras un certero cruce al suelo de Theo y dejada del francés para que Layún la empujase a la red. Nada ni nadie podía espabilar a los blancos, ni siquiera una pena máxima que Lucas le rascó a Vázquez. Se lo pidió Ramos y la mandó al larguero. Fue una jugada aislada en un partido que invitaba a pensar en el tercero del Sevilla. Lo buscaron los chicos de Caparrós y llegó la acción en la más rocambolesca, una jugada con centro de Mercado que Sergio Ramos desvió a la red.

La entrada de Borja Mayoral, dispuesto a reivindicarse siempre, sirvió para que los blancos maquillasen su siesta con un certero cabezazo. Solo eso y una infantil riña entre Mercado y Theo que terminó en un segundo penalti en el 94, transformado este sí por Ramos, hicieron posible ver un dos en el marcador de un Madrid que está a otra cosa, Europa.

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