Un apagón de hasta cuatro horas deja sin electricidad a 44.000 clientes

Una avería en un transformador corta el servicio en Sants-Montjuïc, el Eixample y Ciutat Vella

Un restaurante en Paral·lel atiende a la hora de la comida pese al apagón.Albert García

Hasta 44.000 abonados de los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc se quedaron este viernes al mediodía sin suministro eléctrico durante varias horas. Un transformador se desconectó en la subestación de Mata a las 12.21 horas, según informó la compañía Fecsa Endesa, provocando un apagón que se resolvió de forma gradual y que llegó a durar hasta cuatro horas para unos 4.000 usuarios.

En la avenida Paral·lel, Joan Sabat, de 79 años, esperaba con paciencia a que el servicio se restableciera. “Bajé a la una de la tarde a buscar a mi mujer al centro de día. Pensaba que, para ...

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Hasta 44.000 abonados de los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc se quedaron este viernes al mediodía sin suministro eléctrico durante varias horas. Un transformador se desconectó en la subestación de Mata a las 12.21 horas, según informó la compañía Fecsa Endesa, provocando un apagón que se resolvió de forma gradual y que llegó a durar hasta cuatro horas para unos 4.000 usuarios.

En la avenida Paral·lel, Joan Sabat, de 79 años, esperaba con paciencia a que el servicio se restableciera. “Bajé a la una de la tarde a buscar a mi mujer al centro de día. Pensaba que, para cuando volviéramos, el ascensor ya funcionaría”, comentaba señalando a su esposa, de 89 años y en silla de ruedas. “Vivimos en la sexta planta. Es la primera vez que un corte la pilla fuera de casa y también, la primera que dura tanto”, contaba con resignación.

En la misma calle, Ingrid mantenía abierta su farmacia a pesar de que no podía vender casi nada. “Necesito el ordenador para ver los precios y para las recetas. Solo estoy vendiendo algunas cosas a las que les puse etiquetas con el precio”, lamentaba.

Cerca de la tres de la tarde, los hosteleros se esforzaban por tener algo que poner en la mesa a la hora de la comida. “Solo los bocadillos que se puedan hacer a la plancha, que va a gas”, daba instrucciones a sus camareras la dueña de un bar. “Nos ha fastidiado toda la mañana. La gente entraba, le decías que no podías hacer café y se iba”, se quejaba. En el restaurante Leonés la situación era la misma. “He perdido dos mesas de 10 personas a la hora del menú: ¡200 euros!”, calculaba Javi, el encargado. “Tengo los dos comedores inutilizados”.

El Ayuntamiento de Barcelona activó un plan de emergencia a la una y media de la tarde para atender posibles incidencias pero lo desactivó al poco tiempo ante la recuperación progresiva del servicio. Una unidad de bomberos acudió a la subestación por una alerta de humo que no llegó a mayores. La cifra de afectados se redujo a 10.000 poco antes de las tres y a las 16.13 el suministro se restableció al 100%.

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