El año de la pandemia habrá sido el de los récords para el euríbor. Si el índice al que se referencia la aplastante mayoría de las hipotecas a tipos de interés variable en España cerró enero en -0,253%, este mes —a falta de los datos correspondientes a los últimos tres días de 2020— le vemos descender hasta -0,496%, su quinto mínimo histórico consecutivo, y más de 2,3 décimas de punto por debajo del valor que ostentaba hace un año, lo que abarata los préstamos que tengan su revisión anual ahora. En el medio, una subida empinada en los primeros compases de la pandemia y, posteriormente, una larga caída en picado. Los expertos prevén ahora una estabilización y un ascenso del euríbor —y, con ello, un encarecimiento de las hipotecas— en la medida en que mejoren las perspectivas económicas. Pero los hipotecados no deberían preocuparse en exceso: la remontada del índice hacia valores positivos será muy paulatina, según coinciden todas las fuentes consultadas.
“La evolución del euríbor durante el año ha estado alineada con los movimientos y las decisiones sobre los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE)”, explica Darío García, analista del bróker financiero XTB. Este índice se define como el tipo de interés al que unas entidades financieras europeas que forman parte de un panel se prestan dinero entre ellas. De esta forma, en un primer momento, la desconfianza ante el posible aumento de la tasa de morosidad como consecuencia de la pandemia y el correspondiente debilitamiento de la banca del Viejo Continente hizo repuntar el euríbor, hasta alcanzar el -0,081% en mayo, un nivel que no se veía desde diciembre de 2016.
Ya en junio, sin embargo, empezó una bajada que no se ha detenido todavía. “Ha sido un año difícil para el mercado inmobiliario, pero excelente para el hipotecario y para el usuario. Aquel que ha mantenido su trabajo y las circunstancias vitales que tenía antes de la pandemia ha gozado de unas condiciones que no se habían visto en la historia”, destaca el director de Hipotecas del comparador bancario iAhorro, Simone Colombelli. Con el euríbor prácticamente en el -0,5%, una hipoteca variable antigua de 150.000 euros a 30 años, cuyo tipo de interés se calcule sumando al euríbor un diferencial del 0,99%, y cuya renovación toque ahora, será unos 14 euros al mes más barata. O, lo que es lo mismo, la cuota mensual pasará de los 464 euros al mes pagados hasta ahora, a los 449 euros tras revisarla, con un ahorro de 178 euros en el próximo año, según cálculos de iAhorro.
El BCE es clave
El suelo del -0,5% es un umbral que los expertos consideran natural. Se trata del tipo de depósito que el BCE aplica a los bancos cuando guardan dinero en las arcas de Fráncfort, en lugar de poner esa liquidez a disposición de los hogares y las empresas a través de créditos. De esta forma, sería contrario a la lógica que las entidades prefirieran pagar más para prestarse dinero entre ellas que para entregar este sobrante al BCE, una institución que les ofrece las máximas garantías posibles.
No obstante, algunos días de este mes lo impensable ocurrió, y el euríbor cotizó puntualmente algo por debajo de ese -0,5%. “No nos lo esperábamos”, admite García, quien, de todas formas, augura para el índice “una recuperación lenta”. “Podemos decir que el euríbor ha tocado fondo y que a partir de ahora no vamos a presenciar caídas tan abruptas como en los últimos meses, sino que el índice se estabilizará a lo largo de 2021 sin abandonar el terreno negativo”, apunta Colombelli, en la misma línea. Desde Bankinter estiman un euríbor que ronde -0,45% en 2021, y -0,42%, en 2022.
La clave está en lo que haga el BCE. “La mejora en las perspectivas de recuperación de la economía real y la consecuente hipotética subida de los tipos de interés en ese momento originará un alza en la cotización del euríbor”, augura García. “Aun así, se requerirán muchos años y una menor intervención de Fráncfort en la economía para ver este índice en positivo, por lo que el incremento en los precios será una condición sine qua non”, añade.
Más hipotecas fijas
“Un gran indicador para saber cuáles son las expectativas de los bancos respecto al euríbor” es, desde hace dos años, el “desarrollo de campañas agresivas para ofrecer hipotecas a tipos de interés fijos”, es decir, aquellos préstamos que no dependen de los vaivenes de este índice, en palabras de este analista financiero. “Si los que cobran intereses apuestan más por las hipotecas a tipo fijo que a las referenciadas al euríbor, es porque precisamente no esperan hacer negocio con él, al menos, en los próximos años”, zanja.
El tipo fijo ha sido sinónimo de garantía y seguridad para la banca, que ha empujado este producto con ofertas nunca vistas antes. “En esta coyuntura, si hay algún cambio el próximo año, será en el tipo fijo y por parte de entidades que sean menos competitivas y quieran mejorarlo”, asegura Colombelli. En este sentido, el director de Hipotecas de iAhorro cree que el tipo de interés fijo medio en los préstamos hipotecarios se aproximará cada vez más al 1% y veremos cómo la proporción de firmas de hipotecas fijas, que en octubre fue el 48,9% según el INE, superará a las variables.