Pocas veces en la historia del automóvil se ha producido una renovación tan completa de un tipo de modelo en apenas un año. Y es que en 2012 han cambiado prácticamente la mayoría de los familiares compactos de referencia en el mercado europeo, desde el VW Golf y el Audi A3 hasta los BMW Serie 1 y Volvo V40. Además, se han sumado nuevos tenores como el Mercedes Clase A.
Y también se ha dado el relevo a otros coches más populares, sobre todo de marcas orientales. Así, los coreanos han lanzado nuevas generaciones del Hyundai i30 y el Kia Cee’d, y de Japón llegó el Honda Civic. Asimismo, en 2012 se han desvelado los nuevos Seat León y Toyota Auris, que estarán disponibles a principios de 2013. El Mazda 3 cambiará igualmente el próximo verano, y Peugeot sacará el 309 a finales de 2013.
Todos los familiares compactos nuevos siguen tendencias parecidas. La más destacada es la deportividad de las líneas, aunque con matices. Así, mientras algunos como los nuevos Golf y Leónmantienen la funcionalidad como prioridad, otros adoptan líneas más radicales y afiladas, incluso a costa de perder sentido práctico y maletero, como los nuevos Mercedes Clase A y Volvo V40. También sigue el downsizing, o reducción del tamaño de los motores, y se popularizan las mecánicas turbo de apenas 1.2 y 1.4 litros de cilindrada, y los start & stop para gastar y contaminar menos en ciudad.
El resultado es una bajada de los consumos hasta menos de cuatro litros de media en las versiones ecológicas más logradas: el prototipo del nuevo Golf Bluemotion, que se presentó en el Salón de París y saldrá en verano, anuncia un consumo medio de solo 3,2 litros, y 85 g/km de CO2, mejor que la mayoría de los modelos híbridos disponibles.
Otra corriente dominante son los nuevos avances en seguridad, desde el airbag para peatones del Volvo V40 hasta los que nos acercan a la conducción automática, como los radares antichoque.
Cuando una marca logra mantener un modelo como referencia en su categoría durante casi 40 años y vende 29 millones de unidades en ese periodo es porque ha encontrado una receta ganadora. Y eso sucede con el Golf. El superventas alemán no seduce por su innovadora imagen, pero sigue siendo un valor seguro. La séptima generación que acaba de salir lo confirma. Por fuera no asume el menor riesgo estético y mantiene la línea de siempre con retoques de detalle.
Y por dentro, más de lo mismo. Pero sigue siendo un coche amplio y práctico con una calidad de conjunto sobresaliente. Ahora se ha reducido el peso hasta 100 kilos, según la versión, para mejorar la eficiencia. Y ofrece un mejor equipo de serie y precios más asequibles. A lo largo de 2013 se irá completando la gama de carrocerías, que ya tiene versiones de tres y cinco puertas.
Los nuevos Audi A3 y Seat León comparten la base mecánica del Golf y todos sus avances, que permitirán integrar mecánicas de gasolina, diésel, híbridas y hasta eléctricas sin apenas cambios. El primero ya está a la venta en carrocería de tres puertas, en febrero llegará la versión Sportback (cinco puertas), y en septiembre, la berlina, que ofrecerán más espacio interior y maletero.
El A3 supone una mejora en calidad y eficiencia, pero mantiene también una línea continuista muy parecida a la del modelo anterior. El caso del León es distinto. La nueva saga mantiene su estilo deportivo, pero en una interpretación más convencional que su antecesor, y aporta un aire más elegante y un interior más amplio. Se vende en carrocería de cinco puertas, pero en abril llegará la de tres puertas (SC) y, en otoño, la familiar (ST). El nuevo Seat tendrá por primera vez una gama completa.
Las novedades alemanas de 2012 siguen con la segunda generación del BMW Serie 1, que se vende desde primavera en versión de cinco puertas, y a partir del verano, con la de tres. Todos mantienen la deportividad como seña de identidad, tanto en la imagen como en la conducción, aunque con suspensiones más cómodas. Y disponen de una gran variedad de motores muy eficientes para elegir.
La contrapartida al conservadurismo estético de sus rivales alemanes la ha puesto en 2012 el nuevo Mercedes Clase A, que da un salto en tamaño y pasa de competir con los utilitarios como el Polo a hacerlo con los Audi A3 y BMW Serie 1, entre otros. El nuevo compacto de la marca de la estrella apuesta por un diseño rompedor que exalta la deportividad y entra por los ojos desde el primer momento. Su silueta cupé reinterpreta el frontal de Mercedes con un aire imponente, y la mecánica cumple las expectativas. Pero lo importante, aparte de su calidad mecánica y de conjunto, es la personalidad: no se parece a ningún otro modelo.
Otra alternativa con estilo propio es el nuevo Volvo V40, que, al igual que el Clase A, solo se vende con cinco puertas. También prima la deportividad con una línea en cuña muy llamativa, tiene buenos motores turbodiésel y cuenta ya con una versión campera o Cross Country.
Los nuevos Hyundai i30 y Kia Cee’d 2012 aportan la visión coreana de los familiares compactos y muestran una clara mejora frente a sus antecesores, tanto por diseño como por la calidad del conjunto. Y el Honda Civic es el protagonista entre los japoneses, con un cóctel original entre deportividad y eficiencia que se confirmará en 2013 con un nuevo motor 1.6 turbodiésel de bajo consumo.
La renovación de los compactos orientales se completará en primavera con la nueva generación del Toyota Auris, que estrenará la carrocería familiar o Touring Sports y una versión híbrida más económica que la actual. Alfa también actualizará el Giulietta a final de año, pero antes, en el próximo Salón de Ginebra, podrían presentarse los nuevos Peugeot 309 y Mazda 3, el último, con un diseño original e innovador.
Radares antichoque
Los nuevos dispositivos electrónicos antichoque empiezan a llegar a los familiares compactos. Y hay varios tipos. El primer escalón son los sistemas pre-safe (Mercedes) o pre-crash (Golf), que preparan el coche para proteger a sus ocupantes al detectar riesgo de accidente, por ejemplo en frenadas o giros de volante bruscos: tensan los cinturones de seguridad, recolocan los asientos y cierran las ventanillas para minimizar daños. También se están popularizando los detectores de sueño o fatiga, que en unos casos analizan las acciones del conductor y, en otros, el parpadeo de los ojos: emiten una señal de aviso si detectan pérdidas de atención o circulación errática.
Pero, sobre todo, destacan los sistemas anticolisiones en ciudad o city safety, como el estrenado por el Volvo XC60. Miden la distancia con el coche de delante y, si se superan los límites razonables, enciende un testigo en el cuadro o emite un pitido para que el conductor reaccione. Unos llegan a frenar el coche para evitar o reducir los daños y, otros, solo avisan. Funcionan por debajo de 30 km/h y están pensados para evitar los accidentes por distracción habituales en atascos y caravanas de fin de semana. Otra variante es la frenada anticolisiones múltiples (ver imágenes arriba), que detiene el coche cuando se recibe un impacto para evitar que se desplace y dañe a otros vehículos.
Los más avanzados son los radares antichoque ACC o controles de velocidad activos para carretera. Se integran en el parachoques delantero y mantienen la velocidad de crucero y la distancia de seguridad elegidas, frenando y volviendo a acelerar, para adaptarse a los flujos del tráfico.
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