Tomando como base el V40, Volvo presenta en París esta versión Cross Country, muy cerca estéticamente de los SUV, con cierta capacidad para circular fuera del asfalto. Es 4 centímetros más alta que la versión normal y puede disponer de tracción a las cuatro ruedas.
En el exterior se caracteriza por una estética más agresiva con protecciones de aspecto cromado en los bajos de caja y en las zonas delanteras y traseras de ataque y salida. La parte mecánica también está a salvo de piedras y golpes con sendas protecciones a lo largo de los bajos del coche.
Mecánicamente comparte todos los elementos con la versión familiar, incluso homologa consumos similares. El motor más económico anuncia 3,8 litros y unas emisiones de 99 gramos por kilómetro.
La versión T5, de 254 CV, es la más potente y puede llevar tracción total en combinación con una caja automática de doble embrague y con control de descenso de pendientes. Este motor es nuevo en esta carrocería y se implantará también en el V40. Todas las mecánicas llevan un sistema Star&stop de parada y arranque automático.
El interior está pensado para un uso acorde con las posibilidades del coche, con multitud de huecos y un maletero modulable. Destaca el sistema de iluminación variable en varias tonalidades.
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