Un billete del talento a la sostenibilidad

La conversación es una galerna. Olas que van y bien. Una pregunta rápida, una respuesta precisa. La espuma del relato arrastra a la orilla cuestiones sobre el talento, la ciberseguridad, la aceptación por parte de los directivos del viaje a la nube o la sostenibilidad. Quizá alguien recordará el famoso discurso del expresidente John F. Kennedy el 12 de septiembre de 1962: “Elegimos ir a la Luna. No porque sea fácil, sino porque es difícil”. La evolución del ser humano resulta incomprensible sin su capacidad para superar adversidades. Aunque naveguemos días de incertidumbre. El informe Ascendant 2022: modernizar y crecer en la nube, de Minsait, revela que solo el 16% de las organizaciones entrevistadas dispone de un presupuesto económico adecuado para adentrarse en los procesos de modernización y un 46% de las firmas no encuentra líderes que la impulsen. Además —al igual que en otros sectores— falta talento. Así lo reconoce el 59%, que se queja de la escasez de recursos especializados.

Las preguntas saltan como astillas de madera torneadas sobre una fresadora. ¿Qué resulta necesario para atraer y retener el talento? “Ofrecer proyectos que sean interesantes y el desarrollo de una carrera profesional atractiva”, aconseja Susana Zumel, chief information officer (CIO) de Cepsa. La frase viaja en paralelo. “Mi consejo es explicar las iniciativas y dar espacio para proponer ideas, porque el talento está dispuesto a innovar”, admite Irene Yusta Martín, head de Data de la firma de telecomunicaciones MásMóvil. En las lindes de lo público tiene una segunda acepción. Aunque no la recoja la ­Real Academia Española (RAE). “La nube necesita talento para mejorar los servicios al ciudadano”, ahonda Xavier Mila Vidal, director gerente del Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI) de la Generalitat de Cataluña. “Es un cambio cultural que beneficia la salud, a las personas en situación de dependencia o a los discapacitados”.

En el escenario empresarial, los hiperescaladores buscan una relación de largo plazo y, desde luego, un sentido de compromiso permanente con sus clientes. Partimos de un trayecto muy personal. El grupo García Carrión, hemos visto, confía su digitalización a Google, la energética Enel (Endesa) busca diversificar y el Banco Sabadell, comenta, Víctor Cuervo, head de Architecture, apuesta por una “cloud neutra”.

Ciberataques al acecho

El segundero corre. Las preguntas se formulan. La ciberseguridad es un titular a cinco columnas en estas horas. “Desde la guerra de Ucrania los ciberataques han aumentado y es una preocupación y una realidad”, admite Borja Ochoa, director general de Indra, responsable de mercados y verticales de Minsait y consejero delegado de Minsait Payments. Los datos deben estar bajo llave. El estudio describe que “más del 80% de las empresas han identificado regulaciones y controles asociados, a la vez que han definido mecanismos de supervisión”. Aunque, con vistas a la transición a la nube, el 57% no cuenta con planes de seguridad ni con lo que se conoce en el argot como cyber strategy framework. Un marco que gestiona las amenazas asociadas a la ciberseguridad. Esta sintaxis muestra la inquietud.

La audiencia —el encuentro se sigue por streaming en Retina— aporta inquietudes. Una de las cuestiones que proponen revela que el ciudadano tiene una sensibilidad por sus datos de la que, quizá, carecía antes. ¿Están protegidos en la cloud? La duda se dirige a Fernando de Pablo, director general de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid. Toma el micrófono. Amable. Y se levanta, frente al público, como intentando dejarlo muy claro. “En la nube, la seguridad resulta esencial”, apostilla. “Tenemos una estrategia de ciberseguridad interna y externa. La protección absoluta no existe. Pero no tengo ninguna duda de las compañías con las que trabajamos”.

Sin embargo, alguien tiene que decir “sí” a todos estos procesos de modernización digital en la empresa. Permitir la salida del tren. Iniciar el viaje. El trabajo de Minsait es optimista. La dirección general apoya de forma sólida (74%) la transferencia a la cloud y la visión moderna que la acompaña. “No existe freno por parte de la alta dirección al uso de la nube. Estamos buscando una nueva relación con los clientes para mejorar su experiencia y eso es el ecosistema cloud”, defiende Susana Zumel. La nube también es una forma de pensar. “Saber que en la dualidad negocio y tecnología no puede haber improvisación”, apostilla Ignacio Jiménez Pinillos, global head de App Modernization & Data Cloud de Minsait.

Y mientras el paisaje y las catenarias pasan a gran velocidad desde la ventanilla del tren, difuminando las imágenes exteriores, llega un último vapor de agua al cloud. La sostenibilidad. El análisis de datos masivos, el uso de algoritmos y la inteligencia artificial son procesos verdes. Una empresa puede, por ejemplo, optimizar su consumo eléctrico, de papel, de carburantes o logísticos. Todo pasa por cuantificar y escuchar. Ladran los perros, la caravana avanza.

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