Récord de vacantes en la adjudicación de plazas MIR: quedan 459 puestos libres en medicina de familia, más del doble que en 2023
La especialidad representa el 97% de los sitios vacíos. En Medicina Preventiva y Salud quedan dos libres y 12 en Medicina del Trabajo
España necesita más doctores de Atención Primaria, unos 5.000, según las sociedades médicas. Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad ha aumentado las plazas del examen de Médico Interno Residente (MIR), a través del cual, los doctores, por orden de puntuación, eligen su especialidad deseada y acceden a un periodo de formación para trabajar en el Sistema Nacional de Salud. La oferta de 2024 ha sido la mayor de la historia, tanto a nivel general como en algunas especialidades. Pero recién terminada la adjudicación, las vacantes también alcanzan cifras récord, quedan 473 puestos vacíos. De ellos, el 97% pertenece a Medicina Familiar y Comunitaria, la puerta de entrada al sistema sanitario, que ha ofertado 2.492 plazas, 37 más que las brindadas en la convocatoria de 2023. La segunda citación, a modo de repesca, empezará el 22 de abril. Ya se hizo el año pasado, cuando quedaron 202 vacantes, todas de Medicina Familiar y Comunitaria.
La situación encadena tres años de resultados negativos y las condiciones laborales de Atención Primaria alejan a los jóvenes de esta elección. El último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas desvela que el 78,6% de la población afirma haber acudido a un centro de salud en el último año y, de este grupo, el 69,8% asegura haber tenido que esperar más de 24 horas desde la petición de la cita para ser atendido, concretamente la media de demora es de 9,12 días.
La precariedad atraviesa los centros de salud y repercute en la adjudicación de plazas de Medicina Familiar y Comunitaria. Canarias, Madrid, Cantabria y la Comunidad Valenciana son los únicos territorios que han completado su oferta. La tasa de ocupación de Soria, Teruel, Cáceres, La Rioja y Jaén es inferior al 33%. Los cálculos de un informe del Ministerio de Sanidad prevén que en 2027 habrá un déficit de 9.000 doctores y la situación será crítica en la España vaciada.
El número de incomparecencias en la convocatoria MIR de 2024 es el más elevado hasta el momento. En los grupos que han elegido su plaza este jueves, más de la mitad de los médicos no han querido escoger una de las opciones que quedaban libres. Volverán a presentarse al MIR el año que viene para intentar conseguir su especialidad deseada.
El responsable del Observatorio MIR de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, Jorge Lema, insiste en que se aborda un grave problema nacional, la falta de médicos de familia, de manera errónea. “El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas tienen que ver cuáles son las necesidades reales del sistema sanitario y valorar si están haciendo una oferta correcta”. Quizá hay especialidades que pueden contar con menos plazas. Además, considera fundamental que en las facultades se den a conocer todas las especialidades. En 2023, 15 de las 37 universidades públicas españolas que ofertan el grado no recogían en su itinerario formativo la asignatura teórica de Medicina de Familia.
Por otra parte, Lema calcula que las actuales plazas vacantes no serán las únicas. Suele haber renuncias. El año pasado, 206 personas que contaban con un puesto asegurado en Medicina Familiar y Comunitaria, lo terminaron rechazando. Esto supone un trastorno a nivel formativo para las unidades docentes que se planifican en función de los residentes previstos. Además, la ministra de Sanidad, Mónica García, recordaba en febrero que “según las comunidades, entre el 50% y el 90% de estos MIR no se quedan al terminar la residencia”.
La secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR, Sheila Justo, advierte de que el nuevo sistema de elección, telemático desde 2020, perjudica la elección de los futuros residentes. “La preselección de opciones no es en tiempo real”, lamenta. Antes los médicos se personaban en el Ministerio de Sanidad por orden de nota, comprobaban qué vacantes quedaban y elegían su especialidad deseada o esperaban al siguiente año si esta estaba agotada y no les interesaba ninguna otra.
Ahora, escogen online en tres turnos al día, con un listado en el que escriben numerosas preferencias, que se asignan por número de orden, según la nota del examen MIR, realizado el 20 de enero. “Hay más plazas asignadas que no son la opción prioritaria de los aspirantes. Por ello, aumentan las renuncias”, explica.
Justo lamenta los datos actuales, pero invita a relativizarlos. “De las 8.772 plazas existentes, 2.492 son de Medicina Familiar y Comunitaria. La siguiente especialidad con más oferta es Pediatría, que concede 508 puestos”, explica. Pero reconoce que la situación es preocupante porque esta gran concesión de plazas se debe a la urgente necesidad de médicos de Atención Primaria.
11 años de formación
El coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, Vicente Matas, insiste en que “la situación es muy negativa porque cada año los datos son peores”. Principalmente, achaca el problema a la falta de previsión de las administraciones centrales y autonómicas a medio y largo plazo. “Las jubilaciones se han duplicado en los últimos años y nosotros advertimos de que esto iba a pasar para que se empezaran a tomar soluciones en 2013. Ahora, no pueden improvisar un remedio de la noche a la mañana. Para ser Médico de Familia se necesitan 11 años de formación”, reivindica.
Un informe de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ya advertía en 2022 de que se precisaban 10.000 profesionales en los próximos cuatro años para suplir las próximas jubilaciones. El ministerio también admitía que había un millar de médicos de familia menos que en 2018. La pandemia aceleró un proceso de retiros anticipados que no dio tiempo a sustituir.
Además, la Organización Mundial de la Salud establece que el 25% del gasto sanitario debe destinarse a Atención Primaria, pero Matas recuerda que España solo asigna un 14%, “cuando más del 80% de las demandas asistenciales se deben de resolver en los centros de salud”, que también cuentan con plantillas insuficientes, asumiendo una mayor carga laboral, y que “han perdido mucho poder adquisitivo desde que en 2010 se realizaron recortes”.
Justo reclama una mayor inversión en Atención Primaria y pide aliviar la burocracia de las consultas con una mayor autonomía para los médicos. También, solicita un aumento de la retribución. “Los sueldos europeos triplican los españoles”, explica. Por ello, muchos buscan otras salidas profesionales en el sector privado, en el extranjero o realizan otra especialidad. Por su parte, Lema demanda un refuerzo de las unidades docentes de Medicina Familiar y Comunitaria: “Hay que meterle mano a la calidad para vencer la precariedad”.
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