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El obispo de Bilbao pide perdón a todas las víctimas de pederastia: “Esto no cierra nada, queremos que siga haciéndose la luz”

La Iglesia de Bizkaia celebra un acto de contrición sin precedentes contra los casos de abusos sexuales a menores en su seno. Un damnificado proclama: “Si eras un pederasta, ¿por qué te metiste a sacerdote?”

El obispo de Bilbao, Joseba Segura, preside una oración de perdón a las víctimas de abusos celebrada en la catedral de Santiago de la capital vizcaína. Foto: OBISPADO BILBAO (EFE) | Vídeo: EPV
Mikel Ormazabal

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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La Iglesia de Bizkaia ha pedido este viernes solemnemente perdón a todas las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos de su diócesis. “No hay vida más absurda que la de quien, entregado a la causa del Evangelio y escondido bajo los hábitos, ha hecho daño y destrozado a las personas más débiles”, ha dicho el obispo de Bilbao, Joseba Segura, en una oración celebrada en la catedral de Santiago de la capital vizcaína. El prelado ha presidido un acto de contrición sin precedentes en la comunidad eclesial española. Ha proclamado que en el seno de la diócesis vizcaína “ha habido abusadores” que se han aprovechado de su posición para realizar “actos de pura maldad”. Segura ha inclinado la cabeza en señal de dolor por estos episodios “detestables” sucedidos en el pasado y animado a seguir esclareciendo todos los casos de pederastia: “Este perdón no quiere cerrar nada, queremos que siga haciéndose la luz”.

Un olivo y una placa con la inscripción “en memoria de las víctimas de abusos en nuestra Iglesia” han sido colocados en el claustro de la catedral en reconocimiento y muestra de perdón a los menores que sufrieron abusos sexuales. Durante la celebración religiosa, una de las víctimas se ha dirigido a los presentes para ofrecer un testimonio desgarrador de su experiencia en la Casa de la Misericordia de Bilbao en los años setenta y ha citado con nombre y apellidos al sacerdote que abusaba de los menores internos: “Si sabías que eras un pederasta, ¿por qué te metiste sacerdote? ¿Por qué manchaste el buen nombre de la Iglesia católica y su Dios? ¿Por qué rompiste la vida de unos niños inocentes?”. Se refería a José Luis Pérdigo e Igual, el sacerdote canónigo y director de la Misericordia en su época que le infligió esos daños “inolvidables”.

En una liturgia celebrada precisamente para pedir perdón a las víctimas, esta persona ha sentenciado: “Hay pecados que no se pueden perdonar, ni ofensas tan graves y amargas olvidar, de quienes tenían el deber de protegernos y nos hicieron descender a los infiernos con abusos, humillaciones y violaciones”. El obispo de Bilbao es uno de los pocos prelados que han condenado activamente los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia. Su diócesis, junto con la de Madrid, publica anualmente las denuncias que recibe en sus oficinas de atención a víctimas y de los procesos eclesiásticos que pone en marcha. Hasta el momento ha abierto 32 expedientes, que afectan en algunos casos a varias víctimas, de los que 14 corresponden a sacerdotes diocesanos ya fallecidos y los 18 restantes, a religiosos de diversas congregaciones, según ha informado la diócesis este miércoles en una comparecencia pública. Si bien es verdad, Segura no ha informado ni de las fechas ni de lugares concretos donde sucedieron estos crímenes, tampoco las iniciales de los agresores, como sí hacen por ejemplo la mayoría de los obispados estadounidenses.

El obispo de Bilbao, Joseba Segura, (derecha) junto al presbítero Josu López Villalba, un sacerdote ya jubilado que sufrió abusos en el Seminario de Derio en 1954, en a catedral de Santiago en BIlbao.
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, (derecha) junto al presbítero Josu López Villalba, un sacerdote ya jubilado que sufrió abusos en el Seminario de Derio en 1954, en a catedral de Santiago en BIlbao.LUIS TEJIDO (EFE)

Segura ha recordado que la diócesis que dirige prosigue con los trabajos iniciados por la Comisión para la Prevención de Abusos a Menores para sacar a la luz toda la realidad: “Estamos empeñados en buscar la verdad. La puerta no se cierra con este perdón”. Ha llamado a todas las víctimas de agresiones que ofrezcan su testimonio porque “el dolor y los daños psicológicos sufridos pueden empezar a sanar si conocemos a los culpables”. Palabras que concuerdan con las pronunciadas también este viernes por Juan Carlos Cruz, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, que ha asegurado que el acto en la catedral de Bilbao “es excelente, pero no se puede quedar ahí”, ya que “son crímenes penados por la ley civil”. El también asesor del papa Francisco ha subrayado en una entrevista en Radio Euskadi: “Ojalá el resto de obispos sigan el ejemplo, pero desgraciadamente, lo tiene difícil dentro de la Conferencia Episcopal Española”.

“Solo asumiendo toda nuestra historia, la buena y la mala, podremos ser testigos de la verdad plena, y que nunca más ningún abuso detestable vuelva a suceder en el seno de la comunidad cristiana”, ha afirmado durante una homilía que ha dirigido en compañía del sacerdote jubilado Josu López Villalba, de 81 años, que sufrió abusos en 1954 cuando entró en el seminario de Derio (Bizkaia) por parte del director espiritual del centro. Durante el acto, el sacerdote Carlos Olabarri, director de la citada comisión investigadora de la Diócesis de Bilbao, ha dado lectura a otros testimonios de víctimas mientras se encendían unas velas: “Nunca he pasado tanta humillación y sentimiento de culpabilidad. “Mi preocupación era que mis compañeros no me vieran salir de aquel cuartito”, ha dicho en nombre de Eduardo. El de Joseba dice así: “No conté nada a nadie. Necesité ayuda psicológica. Me destrozaron la vida”.

Un hombre sale tras la misa del obispo de Bilbao, este viernes.
Un hombre sale tras la misa del obispo de Bilbao, este viernes.VINCENT WEST (REUTERS)

Segura reconoció en enero de 2022 la labor realizada por el diario EL PAÍS en su Informe sobre casos de abusos de menores en la Iglesia española, animó a las víctimas a que denunciaran las posibles vejaciones sufridas y se comprometió a acompañarlas y darles la reparación que les corresponde.

El discurso de Segura dista del de la Conferencia Episcopal Española, que hasta ahora ha negado la dimensión del problema. Desde que estallase el escándalo en 2018, solo ha admitido 220 denuncias en 2021 y 506 en 2022. La contabilidad que lleva este periódico sobre todos los abusos conocidos en la Iglesia a través de los medios y sentencias judiciales, la única existente en España en una base de datos abierta, señala en este momento 929 acusados y 1.770 víctimas.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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