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Cataluña activa los sistemas de vigilancia del mosquito tigre por un caso de dengue en una turista francesa

La menor fue hospitalizada al regresar a su país después de estar de vacaciones en esta comunidad entre el 4 y el 21 de agosto

Un mosquito tigre pica a una persona.
Un mosquito tigre pica a una persona. Smith Collection
Oriol Güell

La Generalitat de Cataluña ha activado los sistemas de vigilancia de las poblaciones de Aedes albopictus, más conocido como mosquito tigre, tras la hospitalización en Francia de una turista de 16 años que fue diagnosticada de dengue al volver a su país después de estar de vacaciones en esta comunidad entre el 4 y el 21 de agosto, según ha confirmado el Gobierno autonómico. Este, sin embargo, ha declinado informar sobre las zonas en las que está llevando a cabo los controles.

El caso fue notificado por las autoridades francesas a las españolas el pasado día 26, según la alerta lanzada a las comunidades por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad. La menor empezó a desarrollar síntomas compatibles con el dengue —fiebre, malestar...— cuando aún estaba de vacaciones, el 17 de agosto, y fue al regreso a su país cuando le fueron realizadas las pruebas que detectaron el virus en su organismo. Como los síntomas no remitían, fue hospitalizada en un centro sanitario de la región de Occitania (sur de Francia). Aunque no han trascendido detalles sobre su evolución clínica, Francia no ha comunicado en las últimas semanas ningún fallecimiento por dengue, por lo que presumiblemente la joven se ha restablecido.

El dengue es una enfermedad infecciosa causada por un virus endémico de países tropicales, pero que en los últimos años está causando brotes en Europa a partir de casos importados por viajeros procedentes de estas zonas. La picadura del mosquito tigre, una especie originaria de Asia pero establecida en Europa desde hace dos décadas, es la vía de transmisión del virus en la gran mayoría de los casos. Para contagiar a una persona, el mosquito debe haber picado días antes a otra que sea portadora del patógeno.

Hasta el 80% de los afectados pasa la infección de forma muy leve o asintomática. En el resto, la infección cursa con fiebre elevada, dolores, malestar y un sarpullido en la piel. Algunos pacientes (menos del 5%) desarrollan cuadros más graves, como el dengue hemorrágico, que pueden ser mortales. Las recomendaciones para la población en las zonas en las que se tiene constancia o sospechas de la circulación del virus es el uso de repelentes y ropa que cubra brazos y piernas para evitar las picaduras del mosquito.

La principal sospecha de los investigadores, según fuentes sanitarias, es que la menor contrajo la enfermedad durante su estancia en Cataluña, ya que explicó a los médicos que había sufrido varias picadas de mosquito durante las vacaciones. El mosquito tigre, detectado por primera vez en España en 2004, está establecido en toda la costa mediterránea y la mayoría de las zonas de poca altitud del interior de Cataluña.

Según la alerta del CCAES, los facultativos han descartado “la transmisión sexual” en este caso, una vía poco frecuente de contagio. Otra posibilidad sería que la menor hubiera sido picada ya en Cataluña por “mosquitos importados desde Occitania en el vehículo privado en el que viajó” a esta comunidad al inicio de las vacaciones, algo que parece poco probable si se tiene en cuenta el periodo de incubación del dengue. Según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés), este plazo suele ser de entre 4 y 7 días, aunque puede prolongarse hasta los 14, lo que supone que la menor debería haber sido picada durante el viaje de ida a Cataluña.

La Generalitat ha informado de que este año “no se ha confirmado ningún caso de transmisión autóctona de dengue” en Cataluña, algo que tampoco ha ocurrido en España, por lo que el de la turista francesa sería el primero de confirmarse. Francia sí ha registrado 16 contagios locales de dengue este verano, uno de ellos en la ciudad de Perpiñán, a apenas 30 kilómetros de la frontera con España.

España registró los primeros casos autóctonos de dengue en 2018. Cinco personas que habían estado en la Región de Murcia y un vecino del área metropolitana de Barcelona fueron los casos positivos ese año en dos brotes separados, mientras al año siguiente hubo otro contagio local también en Barcelona. A finales de 2019 fue detectado en Madrid un caso de transmisión por vía sexual.

Los dos hechos que deben coincidir para que se produzca un brote de dengue en suelo europeo, la llegada de un viajero infectado desde una zona endémica y la presencia del mosquito tigre en su lugar de residencia, limita esta posibilidad a los meses en los que este insecto está activo, que suele ser entre mayo y noviembre. En esta ventana, son los meses de agosto y septiembre los de mayor riesgo porque es cuando más personas regresan de sus vacaciones en zonas tropicales. Los hospitales españoles han detectado este año un fuerte incremento de casos en viajeros procedentes de Cuba.

Para prevenir estos casos, las administraciones han establecido medidas de prevención que se activan en un primer nivel cuando cualquier caso de dengue es diagnosticado en el hospital. Al paciente se le realiza una encuesta epidemiológica para saber en qué lugares ha estado en España y si en ellos ha sido picado por mosquitos. En caso afirmativo, los técnicos visitan estos lugares, tratan de eliminar las zonas de cría del insecto y capturan ejemplares adultos para ver si son portadores del virus. Si este es detectado —o se produce un contagio local—, las medidas van más allá e incluyen la fumigación de la zona para eliminar los ejemplares adultos. Como el mosquito tigre no recorre grandes distancias (no suele alejarse a más de 200 metros de la zona de cría), estas acciones son muy localizadas.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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