La provincia canadiense donde las sobredosis matan más que la covid-19
Más de 8.500 personas han fallecido a causa de las drogas en Columbia Británica
Columbia Británica es el epicentro de la ola de sobredosis que golpea a Canadá desde 2016, principalmente por los opiáceos. Si el país presentó en los primeros meses de 2021 una tasa de 19,4 decesos por cada 100.000 habitantes por esta causa, la provincia ubicada en la costa pacífica registró 40,4. Y el panorama no deja de empeorar. La Oficina del Servicio Forense difundió este jueves cifras que lo confirman. El pasado octubre ha sido el mes más letal del que se tengan datos: 201 personas perdieron la vida. Por su parte, entre enero y octubre de 2021 se contabilizaron 1.782 decesos; una nueva marca anual pese a que solo incluye 10 meses.
“Esta crisis no deja de empeorar. El suministro de drogas se ha vuelto más tóxico”, señaló en rueda de prensa Lisa Lapointe, forense en jefe provincial. “La gente está muriendo a un ritmo sin precedentes cada día en todas las comunidades. Así que creo que es un fracaso colectivo”, añadió respecto a este problema que se cobra diariamente la vida de seis personas en promedio; la principal causa de muertes no naturales en esta provincia canadiense. De acuerdo a esta institución, cerca del 80% de los fallecidos eran hombres y el 71% de las víctimas tenían entre 30 y 59 años.
Columbia Británica se encuentra bajo urgencia sanitaria por esta calamidad desde abril de 2016. Más de 8.500 personas han fallecido por sobredosis. En comparación, se cuentan al día de hoy 2.370 muertes por la covid-19 en la provincia. “Es difícil comprender por qué no se trata esta crisis con toda la movilización que hemos visto en otras emergencias sanitarias”, subrayó Lapointe. Sheila Malcolmson, ministra de Salud Mental y Adicciones, manifestó: “Casi todas las personas de esta provincia conocen a alguien cuya vida se vio truncada por la toxicidad de las drogas ilícitas. Lamento mucho cada pérdida”.
Al igual que en Estados Unidos, el fentanilo es el mayor responsable de los decesos: está relacionado con el 84% de las muertes por sobredosis este año. Malcolmson recordó que la provincia está luchando desde varios frentes, pero que es necesario redoblar esfuerzos. Columbia Británica cuenta con sitios de inyección autorizados (el primero de su tipo en Norteamérica fue abierto en 2003 en Vancouver). También los trabajadores sociales reparten naloxona –medicamento que revierte las sobredosis de opiáceos- y algunos médicos prescriben heroína a toxicómanos que no responden a tratamientos convencionales. La provincia anunció en abril una inversión de 330 millones de dólares canadienses (260 millones estadounidenses) para incrementar los servicios contra las adicciones; 152 millones están destinados específicamente al tema de los opiáceos.
Lisa Lapointe dijo que existe la necesidad de aumentar estos apoyos, pero que se requiere dar pasos adicionales. “Mientras las personas sigan dependiendo de un mercado no regulado, ilícito y con ánimo de lucro, sus vidas estarán en peligro. La única solución es proporcionar un suministro seguro a los adictos”, señaló. “El statu quo ya no es aceptable”, añadió. El pasado 1 de noviembre, Columbia Británica se convirtió en la primera provincia en pedir al Gobierno federal la descriminalización de la posesión simple de drogas.
Las autoridades provinciales presentaron esta solicitud al ministerio de Salud de Canadá, en el marco de la Ley de medicamentos y sustancias controladas. En el documento, pidieron que no se penalice la posesión para uso personal de un máximo de 4,5 gramos (heroína, fentanilo, metanfetamina, crack, cocaína). En vez de sufrir un arresto o pagar una multa, los individuos recibirían información sobre acceso a servicios de apoyo. Las oficinas de Salud Pública de Toronto y Montreal han sugerido medidas similares desde hace más de un año. La Asociación canadiense de jefes de policía también ha apuntado en la misma dirección. El ministerio de Salud de Canadá no se ha pronunciado aún respecto a la solicitud del Gobierno de Columbia Británica.
En octubre de 2018, Canadá se convirtió en el segundo del orbe (tras Uruguay) en legalizar el cannabis de uso recreativo. Se ha tratado de una de las iniciativas de mayor impronta del Gobierno de Justin Trudeau. En septiembre de 2020, el primer ministro dijo que la descriminalización no le parecía la respuesta apropiada para la crisis de los opiáceos. “En una crisis como esta, no hay una solución milagrosa”, señaló. No obstante, Trudeau dejó abierta la puerta en la pasada campaña electoral a trabajar con las provincias que soliciten una descriminalización parcial, aunque insistiendo en que no sería una medida para todo el país.
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