Ciganda

Un apellido futbolero que busca hacer historia en el golf

Carlota Ciganda (Pamplona, 1990) fue la primera golfista española que se situó entre las 10 mejores del mundo y la única que creció rodeada de fútbol y de futbolistas. Entre ellos su tío José Ángel, el Cuco, entrenador de la SD Huesca, con quien comparte la convicción de que el esfuerzo y la dedicación son la única vía para triunfar

“Siempre tuviste ese carácter, tan nuestro, de luchar, de pelear, de querer mejorar. En ti admiro eso y, sobre todo, tu sencillez y humildad”

El 'Cuco' Ziganda, a su sobrina Carlota
Capítulo 1 LA SANGRE

La niña que se crio entre futbolistas

Ciganda cuenta que creció “rodeada de fútbol” y la expresión casi se queda corta ante la cantidad de parientes suyos que nacieron con un don para este deporte. Empezando por su tío José Ángel, que disputó 11 temporadas y marcó más de 100 goles en la élite; siguiendo por su padre, Jesús, que jugó y entrenó en clubes amateurs, y terminando con su hermano y uno de sus primos, que hicieron carrera hasta Tercera División y Segunda B, respectivamente.

Ella no fue menos y de bien pequeña se apuntó a un equipo de fútbol sala, donde era la única chica. Una circunstancia habitual incluso en una época no tan lejana y que no le impidió brillar y expresar ese gen futbolero, a juzgar por las palabras de su padre – “hacía de todo: tiraba las faltas, los córners y daba 150 toques seguidos al balón”, contó a EL PAÍS EN 2019– y por sus propios recuerdos. “Jugaba de delantera. Le pegaba bien y era habilidosa. La verdad es que se me daba bien”.

Ciganda durante un partido disputado durante el Evian Masters, un torneo de golf que se celebra en Francia.
La golfista de pequeña vestida de futbolista en Larrainzar, el pueblo navarro donde creció.

La experiencia duró solo dos temporadas. De las tres actividades que llegó a compaginar, fútbol, frontón y golf, decidió centrarse en la última. En la decisión, explica, influyó tanto haber crecido en el valle de Ulzama, un municipio a unos 20 kilómetros de Pamplona con un importante club de golf, como que entonces no fuera “tan fácil” ver a otras mujeres hacer carrera como futbolistas.

Capítulo 2 LA AMBICIÓN

Los mejores consejos están en casa

De la determinación de centrarse en una sola ocupación nació algo parecido a una máquina de ganar: campeona de España en todas las categorías, desde benjamín hasta juvenil; vencedora del europeo a los 14 años y primera jugadora amateur española en disputar un torneo del circuito profesional estadounidense a los 18 años. Su irrupción, la de un talento “impaciente”, como lo definió EL PAÍS en 2009, fue meteórica y marcada por el hambre de éxitos.

Ciganda aprendió en casa, desde pequeña, que ni siquiera en una partida a las cartas en Navidad se regalan las victorias. También en casa le enseñaron que el esfuerzo y la dedicación eran el único camino. Especialmente útiles fueron siempre los consejos de su tío, de quien aprendió lo que significaba ser profesional viéndole defender las camisetas de Athletic Club y CA Osasuna y con el que se siguen apoyando mutuamente. “Sé dónde juega y contra quién juega cada fin de semana. Tenemos un grupo familiar de WhatsApp y ahí nos escribimos mucho”

Las inspiradoras palabras del ‘Cuco’ Ziganda, entrenador de la SD Huesca, para su sobrina Carlota

Ziganda en su etapa como futbolista del Athletic Club, donde jugó de 1991 hasta 1998.

Carlota:

De niña ya se veía que tenías un don para el deporte. Daba igual lo que cogieras: una raquetea de tenis, un balón de fútbol o un palo de golf. Todo se te daba bien. Mira que tus padres siempre priorizaron los estudios, tu formación como persona, pero se intuía que estabas hecha para triunfar.

Contar con un ejemplo como el mío supongo que sirvió de inspiración y te ayudó a entender que para ser profesional no había que ser un superhéroe. Solo ponerle dedicación y esfuerzo. Nunca tuvimos una charla al respecto porque se veía que siempre tuviste ese carácter, tan nuestro, de luchar, de pelear, de querer mejorar. En ti admiro eso y, sobre todo, tu sencillez y humildad. La naturalidad con que haces las cosas.

Aún recuerdo cuando veníais con todos los sobrinos a verme jugar en San Mamés. Imagino que fue una época muy bonita para ti (por algo terminaste haciéndote del Athletic Club) y a mí me hacía mucha ilusión teneros allí. Espero que, para ti, cuando alguna vez he podido venir a verte jugar en un torneo para alucinar con tu repertorio increíble de golpes, hayas tenido la misma sensación. Para mí, como para ti, imagino, saber que tengo la familia apoyándome me hace sentir más seguro.

Pese a haberse mudado desde hace más de una década a Estados Unidos para desarrollar su carrera, la familia sigue siendo para ella ese “núcleo” donde refugiarse en los momentos de debilidad. A sus padres y a su hermano, quienes solo puede ver dos, tres, cuatro veces por año, a lo sumo, los considera parte esencial de esa estabilidad imprescindible, dice, para dedicarse en cuerpo y alma a una disciplina.

“Siempre necesito volver a casa para recargar pilas. Me encanta dormir en mi cama de siempre, ir al monte con mi padre a dar un paseo, comer una tortilla de jamón o una menestra de verduras de mi madre. Cosas sencillas. Tener un buen entorno te ayuda mucho”, expresa.

Capítulo 3 LA FUERZA

El trabajo mental, ese esfuerzo silencioso

Cuando la golfista descolgó el teléfono para hablar con EL PAÍS, el pasado enero, el sonido de máquinas de gimnasio se colaba detrás de su voz. Estaba entonces en plena pretemporada, una época en la que se sumerge en una estricta dieta de siete horas diarias de trabajo durante seis días a la semana en Scottsdale, una ciudad del área metropolitana de Phoenix, en el suroeste de los Estados Unidos, donde tiene fijada su residencia.

Más allá de esa rutina, en su entrenamiento hay un esfuerzo constante, silencioso, que se alarga casi durante las 24 horas del día. El trabajo mental. Ciganda cuenta que la práctica de un deporte individual es muy distinta a la del fútbol, por ejemplo. “En un deporte colectivo si tú no estás bien, pero el equipo gana, eso es lo que importa. En mi caso, eres tú y nadie más, y es muy importante no venirse abajo, seguir creyendo, seguir entrenando”.

La carrera de Carlota Ciganda en imágenes Ciganda empezó a disputar torneos en edad benjamín, entre los ocho y los nueve años.

Despuntó desde que era una niña. En la imagen, está jugando bajo la mirada de una de las grandes figuras del golf nacional, Miguel Ángel Jiménez.

En 2007, con solo 18 años, se adjudicó su primera gran victoria en el British Ladies Amateur.

En 2011 empezó su carrera en el circuito profesional y en 2013 ganó su primera Solheim Cup, el torneo que enfrenta jugadoras europeas contra estadounidenses.

Ciganda ha participado en dos Juegos Olímpicos, los celebrados en Río en 2016 y en Tokio en 2021.

Una de sus últimas grandes victorias fue en 2021, cuando se adjudicó el Open de España.

Entre sus grandes referentes, por su tenacidad y su fortaleza mental, está el tenista Rafa Nadal, al que ha tenido la ocasión de conocer. También a Javier Iriondo, un exdeportista que se ha convertido en coach y en autor de libros de crecimiento personal. Él ha sido la persona que le ha ayudado a trabajar la fortaleza mental y también el que, en cierta medida, la inspira para quizá un día en el futuro convertirse ella misma en una figura similar al terminar su carrera. “Es un tema que me encanta. Al final, los mejores deportistas, los que se diferencian del resto, es porque dominan su mente”.

Capítulo 4 EL CORAZÓN

El Athletic Club como bandera

Entre los recuerdos de infancia que le dejaron impronta están las visitas a San Mamés. Con su familia, vestidos todos con la camiseta rojiblanca, disfrutaron muchas tardes de ese ambiente “único” y “especial” que se vive en la Catedral, dice. Por ser familiares de un jugador del club gozaron de ciertos privilegios con los que hubieran soñado muchos niños. “Algunas veces venían al pueblo otros jugadores, compañeros de mi tío, y nos hacíamos fotos con ellos. Recuerdo a Julen Guerrero, a Juanjo Valencia, a Carlos García, Urrutia…”, rememora.

Ciganda junto al golfista Javier Urquizu en San Mamés en 2013.
La deportista (situada abajo a la izquierda de la imagen) junto a su hermano y todos sus primos en un partido de su tío José Ángel con el Athletic Club.

Ciganda eligió los colores del Athletic por la influencia del Cuco —su padre, por ejemplo, es barcelonista— y también por la identificación que siempre ha sentido con la filosofía y los valores del club. De la plantilla actual le gusta el espíritu y la unión entre los jugadores y destaca la rapidez y el regate de Nico Williams, a quien ve como futura estrella, y la calidad de Muniain. “Esté donde esté, intento ver los partidos. Además, al móvil me llegan notificaciones de todo lo que hacen, los resultados”.

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