_
_
_
_
_
Derechos mujer
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Necesitamos mujeres líderes en el Mediterráneo

Anna Dorangricchia, experta en género e igualdad en la Unión por el Mediterráneo, reflexiona sobre la brecha de género existente y explica los beneficios de abordar esta crisis

Anna Dorangricchia
Miembros de la asociación Mujeres Lideresas del Sector de los Frutos Rojos, en Marruecos.Gabriel Pecot

En la región euromediterránea, las mujeres están sufriendo los efectos de las crisis actuales de forma desproporcionada. Desde el cierre de la brecha salarial hasta el fin a la violencia de género. Hay mucho por hacer, no solo para proteger a mujeres y niñas, sino para empoderarlas para que lideren y transformen sus comunidades hacia un futuro más inclusivo y sostenible.

En 2020, los 42 Estados miembros de la Unión por el Mediterráneo (UpM) establecieron por primera vez un mecanismo intergubernamental de seguimiento de la igualdad de género, para evaluar los progresos realizados en los derechos de la mujer y formular políticas para cerrar la brecha de género en la región. Según el último informe, de marzo de 2022, la participación económica de las mujeres sigue siendo un escollo en el camino hacia la igualdad de género.

Antes de la aparición de la covid-19, las mujeres de la región de Oriente Próximo y el norte de África (MENA por sus siglas en inglés) empleaban seis veces más tiempo en trabajos domésticos y cuidados no remunerados. Los datos confirman que la tasa de desempleo femenino sigue estando muy por debajo de la media mundial y que más de la mitad de las trabajadoras están empleadas de manera informal, con trabajos mal pagados y menos derechos que los hombres. El aumento del empleo femenino podría incrementar el PIB de esta región en un impresionante 57%, según estimaciones de PwC y el Banco Mundial. La digitalización puede ayudar a crear más puestos de trabajo en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), lo que impulsaría el empleo de muchas jóvenes que, actualmente, estudian en la universidad. De hecho, entre el 34% y el 57% de los licenciados en STEM en la región MENA son mujeres, frente al 20% en Estados Unidos o el 30% en Europa.

Si se les da la oportunidad, las mujeres pueden liderar el camino hacia un futuro más brillante, inclusivo y sostenible

Según el informe de marzo, tanto Europa como la región MENA están por debajo del porcentaje global del 6,2% de mujeres empresarias que han generado negocios (5,3% y 4,5%, respectivamente). Incluso en los países situados en el extremo superior del espectro, como Croacia y Portugal, siguen representando menos del 40% de los emprendedores. Las mujeres de esta zona se enfrentan a algunos de los niveles más altos de discriminación en el acceso a los recursos productivos y financieros: un 45%, frente a una media mundial del 27%, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Poco a poco vamos viendo a pioneras acceder a puestos de liderazgo, como las fundadoras del Club de Mujeres Empresarias de Oriente Próximo y Norte de África. Túnez se convirtió en el primer Estado árabe con una mujer al frente del Gobierno en 2021. Pero aún queda mucho por hacer.

En este sentido, el 26 de octubre, los Estados miembros de la Unión por el Mediterráneo firmaron en Madrid una declaración en la que se comprometieron a tomar las medidas necesarias para promover la igualdad de género, tanto en el ámbito económico como en otros. Los gobiernos deben reconocer que, en un contexto afectado por varias crisis (sanitaria, energética, medioambiental), hay que redoblar los esfuerzos para apoyar el papel activo de las mujeres en un desarrollo sostenible e integrador.

Además de incentivos financieros, que podrían ayudar a las familias a facilitar una estructura de cuidados más justa, esta declaración exige a los países miembros revisar y reformar las leyes sobre la violencia de género. Antes de poder participar plenamente en una sociedad, hay que sentirse fundamentalmente segura, lo que lamentablemente no es el caso de las mujeres y las niñas de todo el mundo.

Esto enlaza con el compromiso adicional de promover la inclusividad en todos los campos: las mujeres de todas las edades necesitan sentir que pueden pertenecer a cualquier espacio, especialmente a los que están históricamente dominados por los hombres, como el de las ciencias, la tecnología y las ingenierías. No se trata solamente de cumplir con metas establecidas, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino de garantizar que las sociedades del Mediterráneo alcancen todo su potencial. Si se les da la oportunidad, las mujeres pueden liderar el camino hacia un futuro más brillante, inclusivo y sostenible.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aquí a nuestra ‘newsletter’.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_