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Beatriz Mbula: “Leí el comentario ‘culo de negra’. Parece que son tonterías, pero sí importan”

La actriz y guionista afrodescendiente critica el encasillamiento que sufren los intérpretes negros en el cine y las series españolas. Ella opta por escribir historias con personajes en los que siente que encaja

Beatriz Mbula
La actriz y guionista Beatriz Mbula, en Tarifa, donde participó como miembro del jurado internacional del Festival de Cine de Tarifa-Tánger.RODRIGO VAZCANO (FCAT)
Patricia R. Blanco

A la actriz Beatriz Mbula (Valencia, 34 años) le han llegado a pedir que se exprese “como una negra” para optar a un papel en una audición. También ha notado la sorpresa de ciertos interlocutores cuando descubren que su familia, procedente de Guinea Ecuatorial, habla español. “Dice mucho de la ignorancia sobre África que la gente no sepa que es el único país del continente donde se habla esta lengua”, protesta la también guionista, que acaba de participar como miembro del jurado internacional en el Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger. Tras verter las frustraciones que sentía como actriz en Asunto Casting, una serie que escribió y protagonizó en 2020 en la que critica en tono de comedia ácida el encasillamiento que sufren los actores negros, descubrió que le encanta crear sus propias historias. Ha formado parte del grupo de escritores que han adaptado para Netflix la novela Hija del camino, de Lucía Mbomío, para la que la plataforma todavía no tiene fecha de estreno, y ahora prepara nuevos proyectos con personajes en los que siente que encaja.

Pregunta. ¿Le molesta que la presenten como “actriz afrodescendiente”?

Respuesta. No, no me molesta. Me molestan otras cosas.

P. ¿Qué le molesta?

R. Que la prensa se dirija a mí únicamente para consultar mi opinión cuando sucede una desgracia en torno al mundo negro. Es cuando parece que se acuerdan de que en España también hay personas negras y me vienen a buscar. Es como una pornomiseria: pretenden que opine sobre una tragedia y que haga un poco de circo.

P. ¿Le molestaría que le preguntase por los insultos racistas contra el futbolista Vinicius Jr.?

R. Me molesta que suceda, me molesta que la gente niegue el racismo que se denuncia todos los días y me molesta que no se vea la relación con la masacre de Melilla [al menos 23 migrantes murieron y otros 200 resultaron heridos en la frontera el 24 de junio de 2022]. Ojalá que después de esto, que por venir del fútbol es tan mediático, todas las estructuras y todas las instituciones comiencen a tomar medidas antirracistas.

P. En Asunto Casting critica que a los actores negros les ofrezcan personajes estereotipados. ¿Le sigue ocurriendo?

R. Sí, cuando me llaman, por ejemplo, para una película multicultural, porque ya denota que lo importante es que yo sea negra, no mi interpretación ni el mensaje que manda mi personaje. Lo que les importa es que figure: marco la casilla de que la cuota negra está cubierta.

P. ¿Y qué les dice?

R. Al principio coges el papel, porque te sale trabajo, es de actriz y piensas que te va a abrir puertas. En mi caso, a medida que ha pasado el tiempo y que he podido compartir mi experiencia con otras compañeras [también negras] que pasan por lo mismo, ves que no estás sola y empiezas a decir que no.

P. ¿A qué papeles diría hoy en día que no?

R. Ahora me ha llegado una oferta para un cortometraje y, solo leyendo el título, pienso: “Ojalá me equivoque”. Siempre pienso eso, pero nunca me equivoco.

Cuando vi ‘Girls’ o ‘Sexo en Nueva York’ sentí que no tenía que ver del todo conmigo

P. ¿Cómo se titula?

R. El nombre alude al continente africano. Y es que no me apetece tratar estos temas venidos de las personas blancas, como en este caso. Mucha gente los aborda con una cierta falta de conocimiento, sin contar con directoras y directores africanos. Y antes de meterte en un asunto farragoso, hay que investigar mucho. Si haces ese trabajo previo, llegas de otra manera e igual no quieres llamar así a ese corto.

P. ¿Hacen falta más protagonistas negros en el cine y las series españolas?

R. Es algo que España tiene empezar a plantearse. Hay personajes negros, pero no una protagonista negra que se puede enamorar y desenamorar y volver a encontrar el amor al final de la película. Son muy necesarios los referentes.

P. ¿Y cuáles son los suyos?

R. A nivel internacional, Michaela Coel, que hizo Chewing Gum y I may destroy you… Porque como creadora interpela al espectador con temas delicados, pero con tono despreocupado. O Issa Raen, otra creadora que cuenta cosas nada trascendentales en un grupo de chicas negras.

P. A lo Girls [la serie de Lena Dunhan]…

R. A lo Girls, pero en chicas negras, que es un referente que nunca he tenido. Cuando vi Girls o Sexo en Nueva York, siempre sentí que no tenía que ver del todo conmigo. También me pasa con las novelas, que de repente te encanta una hasta que lees un comentario racista y piensas ‘¡Jo, si yo iba contigo!’. Y es como un jarro de agua fría. Me pasó el otro día, leyendo un libro.

P. ¿Cuál era el comentario?

R. Era “culo de negra”. Parece que son tonterías, y hace cinco o 10 años pasaba, pero ahora entiendes que todas esas tonterías sí importan. Por eso prefiero no leer a autoras blancas, con toda la literatura africana buena que existe. O de afrodescendientes en la diáspora.

P. ¿Son microrracismos?

R. Totalmente. El tema del racismo es como el tema del feminismo… Te tienes que poner las gafas feministas, pero también las antirracistas.

P. Está estudiando un máster de guion. ¿Necesita escribir sus propias historias?

R. Yo vine a Madrid con el sueño de ser actriz. Pero al ver que no existían los personajes que me interesaban, decidí hacer Asunto Casting después de terminar la carrera en la Resad [Real Escuela de Arte Dramático]. Ahora me doy cuenta de que estaba muy enfadada cuando lo hice. Y no es que no quiera ser actriz, sino que cuando escribo, me veo, hago personajes en los que encajo.

Todo va bien hasta que de repente te llaman negra y te tratan diferente

P. ¿Qué historia quiere escribir?

R. Estoy trabajando en una serie. Unos amigos tenían un encargo de una productora para hacer un material antirracista. Querían tocar puertas de entidades antirracistas y todas se negaban porque no querían que una persona blanca, como ellos, viniera a decir lo que los negros tenían que hacer. Por suerte están surgiendo entidades muy fuertes que pueden tomar este tipo de decisiones. Como eran mis amigos, les dije que yo me encargaba e hice un teaser [tráiler de corta duración], Las chicas son, una historia de cinco chicas hablando de sus cosas, tratando diferentes temas, riéndose mucho y abrazándose mucho también. Es muy autobiográfico, sobre mi historia cuando descubrí a un grupo de amigas de chicas negras. Y el resultado nos gustó tanto que estoy escribiendo una pequeña temporada.

P. Su propio Girls...

R. Sí, porque cuando yo conocí a este grupo de amigas es cuando empiezo, ya no a perdonarme, sino a reconfortarme. Me di cuenta de que éramos un montón de personas con las mismas problemáticas. Era como sentirnos poderosísimas.

P. ¿Y series de época con personajes negros, como Los Bridgerton?

R. Sí, por qué no, y más cuando España tiene una historia vinculada con la esclavitud. Mi trabajo de fin de grado fue sobre la negritud en Siglo de Oro. Y ahí empezó todo para mí, al comprender que en esa época había esclavitud en España. Escribí la historia de Sofonisba en el Siglo de Oro, una pieza de teatro gestual sobre una niña que viajaba y que no se había enterado de que había esclavitud y cómo comprende lo que es el racismo cuando entiende que es una negra en un mundo de blancos. Todo va bien hasta que de repente te llaman negra y te tratan diferente.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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