El perreo a la administradora Ayuso

El pasado viernes 4 de noviembre, ya entrada la noche, ocurrió algo extraordinario en el WiZink Center de Madrid. La artista brasileña Anitta, recién llegada de Nueva York, salió al escenario para actuar en la gala de LOS40 y se dirigió a las primeras filas a perrear un rato. Allí se encontró con una cara familiar. Minutos antes de que la gala empezase, según contó ella misma en el programa La Resistencia, su publicista le presentó a una mujer agradable y dicharachera de la que le explicó que era la presidenta de la Comunidad de Madrid. Anitta entendió que la mujer era presidenta de una comunidad de Facebook, uno de esos grupos como Señoras con bolsa en la cabeza cuando llueve o El licor café es un invento de los gallegos para exterminar a la humanidad, pero dedicado a Madrid, un foro con 76 o 143 miembros en la que se postean fotos de atardeceres, frases impactantes sobre lo bonita que es la vida y estatuas del Retiro. Y ella, Isabel Díaz Ayuso, era la jefa del tinglado.

Lo que debió de pensar Anitta de España al ver a la administradora de un grupo de Facebook con pase VIP detrás del escenario, tratada con honores y sentada en primera fila del show, sólo lo sabe ella. Lo que debió de pensar cuando supo quién era de verdad, sólo lo sabemos nosotros.

Así que, llegada la hora del espectáculo, la artista internacional bajó del escenario y se fue a las mesas a perrear un rato. Y la primera cara que vio fue la de la jefecilla de un grupo de Facebook dedicado a Madrid, todo un cargo en España. Movió el culo de arriba abajo frente a Ayuso mientras Ayuso, desconcertada, ponía las manos en la nuca como vio hacer en tantas series españolas cuando la soltera en su despedida está amarrada a la silla. “Es una de las políticas más poderosas ahora mismo en España. Y de pronto te olió el culo, que te olía a primavera, claro”, le explicó David Broncano a Anitta. El perreo siguió, pasó de largo a Belén Esteban por una suerte de sentido arácnido de Anitta, y se paró con Eugenia Martínez de Irujo, a la que igual creyó, visto el percal, tuitera con insignia azul.

Lo supo Eduardo Mendoza con Gurb antes que nadie, y lo sabemos los demás en cuanto se nos presenta la ocasión de contemplar el espectáculo: pocos capítulos mejores de nuestro país que plantar aquí a alguien sin estar avisado. Ahora mismo hay pocos mensajes más potentes políticamente que el de una cantante perreando a la presidenta de Madrid creyéndola una importante dirigente de un grupo de Facebook, entre otras razones porque la comunidad se va convirtiendo en una red social que a veces desborda, caso mascarillas, y otras desnuda sus servicios con la misma eficacia que Meta. Y quizá lo que haya hecho Anitta, a su manera, sea contar una verdad; una verdad revelada por el perreo: lo que no se acierta a decir moviendo la boca se puede decir moviendo el culo.

Al fin y al cabo, Ayuso se dio a conocer en Twitter coleccionando miles de likes, y su Gobierno se caracteriza por lo mismo: apoyo popular, venga de donde venga y por las razones que sean, bajo el axioma de “si me quieren es por algo, será porque digo las cosas claras, qué más da qué cosas y si son verdad o no: son claras y contundentes y la gente golpea la mesa cuando las escucha”, y el presupuesto, en lugar de servicios básicos, se empieza a ir en mesas.