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los audios secretos de la corrupción
Tribuna
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¿Qué hay en la libretita de Feijóo?

El halo de corrupción se ha convertido en una picadora dentro del PP y nadie sabe qué puede o quiere hacer el nuevo líder de la formación para dejar atrás el pasado

Dolores de Cospedal, junto al exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una imagen sin datar.
Dolores de Cospedal, junto al exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una imagen sin datar.Uly Martín
Estefanía Molina

María Dolores de Cospedal pudo haber sido la presidenta del Partido Popular. De haber sido así, hoy EL PAÍS estaría causando una crisis brutal en el principal partido de la oposición, cuyo líder es candidato a presidente del Gobierno, con la publicación de los audios sobre la “libretita” de Bárcenas. En la calle Génova ya ni siquiera un cambio de liderazgo, ahora que son tan frecuentes, deja al partido exento del manotazo duro de los fantasmas del pasado. La pregunta es qué puede hacer Alberto Núñez Feijóo, cuál es la acción política para que la marca deje de estar impregnada con la sombra de las cajas b, los audios de Villarejo, la Kitchen y demás hilos de esta tela de araña infinita.

Primero, porque el halo de la corrupción se ha convertido en una picadora dentro del PP, donde todos miran hacia otro lado y nadie se considera nunca responsable de ningún suceso ocurrido. No estuve, a mí no me competía”, dicen. Sin embargo, el resultado es que ni la democracia, ni el partido, terminan de obtener nunca ni la paz ni el resarcimiento debidos. No se trata solo de si tuvieron o no responsabilidades penales sus dirigentes políticos, algo que se dirime en los juzgados, sino de una profunda y sincera autocrítica colectiva, de la que se huye en cuanto se puede.

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El ejemplo fue la salida de Mariano Rajoy mediante la moción de censura tras la sentencia del caso Gürtel, saldada con gritos de “Gobierno ilegítimo” desde una parte de la derecha contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Vino luego Pablo Casado, quien no cayó por este caso, pero decidió un día dejar de hacer declaraciones sobre otras épocas del PP y anunciar la venta de la sede del partido, como medida de limpieza definitiva. Ahora Feijóo, más allá de lamentar la situación y recordar que él no estaba en la dirección nacional entonces, no se sabe qué ofrecer como desquite.

Pero el pasado seguirá enquistado, por la gravedad que dibujan las diversas aristas de este caso. ¿Fue la ex secretaria general del PP activa a la hora de intentar interceptar la “libretita”, pese a que no está procesada por ello? ¿Pudo un Gobierno maniobrar con fondos públicos para tapar los escándalos de su partido? ¿Cambiarán estas informaciones el signo del juicio del caso Kitchen? ¿Por qué ningún dirigente político está condenado? A lo sumo, han sido condenados cargos de gestión como Bárcenas. Ahora están procesados el exsecretario de Estado y la cúpula de Interior.

Mientras tanto, la actualidad seguirá dando coletazos de amargura, seguirán su curso las piezas en los tribunales. Incluso se abrió una comisión de investigación en el Congreso. Solo logró dictaminar que Rajoy y Cospedal habrían conocido el espionaje a Bárcenas, en medio del show de los partidos y la imposibilidad de que los comparecientes declaren si es están inmersos en procedimientos judiciales. Así ocurrió con Cospedal, que en diciembre se fue de la sede parlamentaria respaldándose en que ella no había “metido la mano en la caja”.

Ese fue el recorrido antes de conocer estas informaciones. La pregunta sigue siendo qué tiene Feijóo en su libretita a futuro para que el PP rompa de verdad con el pasado. Si es que existe acción posible para que la política pueda resarcir a la ciudadanía y hacer una verdadera catarsis democrática.

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Sobre la firma

Estefanía Molina
Politóloga y periodista por la Universidad Pompeu Fabra. Es autora del libro 'El berrinche político: los años que sacudieron la democracia española 2015-2020' (Destino). Es analista en EL PAÍS y el programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena SER.

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