_
_
_
_
_
columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los ‘indepes’ y Putin

El Parlamento Europeo investigará los contactos del secesionismo catalán con el Gobierno ruso. La fracción Waterloo lo tendrá difícil para salir exonerada

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.David Borrat (EFE)
Xavier Vidal-Folch

El Parlamento Europeo votó masivamente el miércoles 9 de marzo investigar “con profundidad” los contactos “estrechos y regulares” del secesionismo catalán con el Gobierno de Vladímir Putin. Una parte clave del mismo saldrá exonerada. La que encabeza el president de la Generalitat, Pere Aragonès (de ERC). Pues justificó su asistencia de ayer —¡por fin, tras 10 años de ausencia física!— a la Conferencia de Presidentes de La Palma, en la necesidad de “trabajar” de forma coordinada con el resto de españoles para la acogida de refugiados ucranios. Con las víctimas. No con los verdugos.

Más difícil lo tendrá la fracción Waterloo del secesionismo. Veamos. El expresident Carles Puigdemont se entrevistó el 12 de septiembre de 2019 con la hoy prohibida, por propagandística, Russia Today (RT) para propalar que el Estado español “es lo mismo que en la época del franquismo”: alguien jaqueó a TVE y reemplazó su emisión con esta entrevista. RT inventó el 28 de octubre que Barcelona estaba ocupada por tanques. Antes, en otoño de 2017, Víctor Terradellas, exjefe de Relaciones Internacionales de Convergència y ministro de Exteriores de Waterloo, viajó tres veces a Moscú.

¿Para qué? Para ofrecer al entorno de Putin reconocer la anexión a bombas de Crimea (en 2014) a cambio del aplauso de Moscú a la declaración unilateral de independencia, y se le prometieron “10.000 soldados y pagar toda la deuda catalana”, comentó, como consta en el sumario judicial Voloh, lo que provocó risas. O para buscar el apoyo ruso, pues “hablar de independencia no es delito”. O para “hablar de las necesidades energéticas” catalanas “en el futuro”, según la versión de su jefe de Gabinete, Josep Lluís Alay, a la labor del anterior o a la suya propia con el putinismo (CatRadio, 3 de septiembre de 2021), tras un reportaje de The New York Times (3 de septiembre).

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

En esas fechas, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie, decía que para ser independientes “necesitaremos el apoyo de Rusia” (SER, 6 de septiembre). Y Puigdemont se abstuvo, el 17 de febrero, en el apoyo de Estrasburgo a la ayuda financiera de la UE a Ucrania. Su consejera, Clara Ponsati (la que decía que jugó al póquer con sus conciudadanos en otoño de 2017, y “de farol”), añade ahora, al calor de Ucrania, que el Estado español está “dispuesto a matar” catalanes, un “riesgo” que debe correrse. Pues “con el planteamiento de no hacer nada si hay riesgo de muertos, no haríamos nunca nada” (9 de marzo).

A ver qué concluye el Parlamento de Estrasburgo.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_