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Fuego, humo, cortes de luz y saturación: el accidente de la Línea 3 abre la polémica sobre las fallas del metro de Ciudad de México

Las quejas de los usuarios aparecen de forma constante y diaria a través de las redes sociales

Un grupo de bomberos atiende un incendio en la estación de metro Garibaldi, de la Línea 8. En video, compilación de incidentes del sistema de trasporte, registrados por sus usuarios.Foto: Luis Carabayo (Cuartoscuro) | Vídeo: EPV
Rodrigo Soriano

El accidente en la Línea 3 del metro de Ciudad de México, donde falleció una joven estudiante de 18 años y en el que hubo 106 heridos el pasado sábado, ha llevado al terreno de la opinión pública una problemática: las constantes fallas que sufre este medio de transporte, utilizado al día por más de cinco millones de personas. Fuego, humo, retrasos, cierres, cortes de luz o limitaciones ocasionales en la entrada de andenes, debido a la afluencia, son algunas de las quejas expuestas casi a diario por los usuarios a través de las redes sociales.

Este miércoles, el desalojo por un incendio en uno de los trenes en la estación de La Raza ha vuelto a hacer viral al medio de transporte capitalino. En el video, las llamas se asoman desde la parte baja de uno de los vehículos. La reacción de las autoridades del metro han sido rápidas. “Se realizó un corte de corriente en la Línea 3, debido a un corto circuito por posible objeto metálico. No se trata de algún componente del tren”, argumentaban. La Línea 3, en la que también ocurrió el trágico accidente, ha sido una recurrente en las quejas debido a su trayecto, ya que conecta la estación de Indios Verdes, al norte de la capital, con la de Universidad (al sur).

No solo ha sido el fuego. El humo también ha protagonizado algunos de los videos que se han compartido en el último año a través de las redes: en la estación Zapata (Línea 3), en la Línea B o la estación de Santa Anita (en la Línea 8) han sido alguno de los lugares en los que el tumulto de gente se ha visto afectado. En casos como el de la Línea B, los usuarios se encontraban parados en el interior del vagón.

El pasado domingo, la problemática estuvo en la estación de Salto del agua (Línea 8). La caída de un cable de electricidad afectó de manera momentánea al tráfico habitual del metro que cruzaba por ese trayecto. Pero los inconvenientes han ido de la mano del metro desde hace meses. En octubre, en la estación de Coyoacán, cientos de usuarios quedaron varados en uno de los túneles que separan la parada de Viveros y Coyoacán, también en la Línea 3. “Estamos aquí casi más de dos horas [...] Es un caos, la gente ya está desesperada, quieren ir al baño, no hay ventilación”, explicaba una de las presentes en el vagón, en unas imágenes en las que se veía a gente abanicándose por el sofoco.

Las problemáticas afectan directamente a la duración de los recorridos, que se prolongan notoriamente cuando ocurre algún tipo de inconveniente. El retraso de un viaje provoca que un recorrido desde la estación de Coyoacán a la de Balderas (seis paradas) pase de los 15 minutos (según estiman los recorridos en internet) a casi una hora de duración. La respuesta de los usuarios se traduce en resoplidos de desesperación, entradas y salidas del vagón para matar el tiempo, e incluso el abandono del medio para llegar al destino por otra vía.

El pasado año, las autoridades del metro anunciaron que 29 nuevos trenes recorrerán los rieles de la Línea 1 de metro a partir de agosto. Estos nuevos vehículos prometen destaponar las aglomeraciones al poder transportar un mayor número de usuarios y reducir los tiempos. En las placas de los trenes utilizados en varias de las otras líneas destaca una placa. “Construido en México por la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril S.A”, aparece escrito. Bajo el letrero, un fecha la de fabricación: 1981.

Hasta el momento, las fallas parecen continuar en el día a día del metro, lo que continúa generando el descontento entre sus usuarios. Entre las opciones dadas por el Sistema de Transporte Colectivo Metro de Ciudad de México se encuentra la constancia de retrasos, un reporte que avala que hubo retrasos en el metro y que puede ser solicitada por motivos como: el rescate de personas o animales de las vías, las fallas eléctricas, los cortocircuitos en los trenes, los problemas con las aperturas de las puertas; o los fallos en el motos o las llantas del coche.

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