_
_
_
_
_

El Festival de Cine de Morelia reabre el mosaico del cine mexicano

La cita del cine mexicano mantendrá un formato híbrido y presentará películas de Alonso Ruizpalacios, Tatiana Huezo o Lorenzo Vigas

Festival de cine de morelia Noche de fuego de Tatiana Huezo
Fotograma de la película 'Noche de fuego' de Tatiana Huezo.PIMIENTA FILMS
Camila Osorio

Hace un año, cuando las vacunas aún eran una promesa y en México se mantenían altos los contagios de coronavirus, el festival de cine más importante del país se resistió a cerrar sus puertas. El Festival de Cine de Morelia le apostó en 2020 a un formato híbrido, presencial pero con pocas personas, y miles de espectadores viendo películas virtualmente. El gran homenajeado entonces, el director mexicano Alejandro González Iñárritu, que celebraba 20 años de Amores Perros, asistió a la inauguración ante un salón sin alfombra roja ni espectadores. “Un país sin cine es un país ciego”, dijo entonces. Un año después las vacunas llegaron, los casos bajaron, y el país aún no es ciego: tiene mucho cine que mostrar. La edición número 19 del Festival de Cine de Morelia empieza este miércoles y decidió quedarse con lo único bueno que le trajo la pandemia: el formato híbrido.

“Lo que hicimos el año pasado fue muy valiente porque todavía no habían vacunas, lo hicimos con muchisísimas medidas de seguridad”, cuenta la directora y fundadora del Festival, Daniela Michel. “Con decirte que yo siempre tengo un equipo de 100 personas y el año pasado éramos solo ocho personas. Los demás estaban en la virtualidad”.

Pero Michel también explica que antes de la pandemia no más de 90.000 personas podían ver las películas del festival. En el 2020, con el nuevo formato, más de un millón de espectadores pudieron ver los estrenos desde sus casas– a través de Cinépolis Klic, FilminLatino o Canal 22. “Yo creo que es algo que mantendremos a futuro”, dice Michel sobre el formato presencial y virtual. “Me imagino que tendremos que hacer ajustes, porque habrá distribuidoras o productores que eventualmente no querrán que sus películas pasen a plataformas una vez que se reactiven bien los cines. Pero habrá modos de mantener lo digital para el Festival”.

La edición número 19 del Festival de Cine de Morelia empieza este miércoles 27 hasta el lunes 1 de noviembre, Día de Muertos, y tendrá en su programación a tres de las películas más premiadas en todos los festivales del mundo: Annette, del director francés Leos Carax sobre la masculinidad tóxica de un comediante; Memoria, del tailandés Apichatpong Weerasethakul que toca el tema de la violencia en Colombia; The French Dispatch del estadounidense Wes Anderson, que narra las aventuras de un par de cronistas inspirados en la revista The New Yorker. Entre las latinoamericanas premiadas este año en otros festivales estará La Caja, del venezolano Lorenzo Vigas, sobre un chico mexicano que viaja kilómetros en busca de su padre; y Noche de Fuego de la mexicana Tatiana Huezo, sobre madres e hijas que intentan esquivar la violencia del narcotráfico en un campo de amapolas en Guerrero.

La competencia del festival premia producciones mexicanas desde el 2003, y este año se presentaron 702 películas, de las cuales 99 quedaron compitiendo en la selección oficial. Se encuentran películas sobre la corrupción en la fuerza pública en la Ciudad de México (Una Película de Policías, Alonso Ruizpalacios), la homofobia en partidos políticos en un estado conservador (90 días para el 2 de julio, Rafael Martínez-García), o el aislamiento que viven pacientes con coronavirus en un hospital de Tlatelolco, en un esperado documental del director Juan Carlos Rulfo, Cartas a la Distancia.

“La gran riqueza del cine mexicano es que tiene una gran variedad de temas”, dice la directora del Festival. “Entre las películas en competencia este año está Nudo Mixteco sobre una comunidad en Oaxaca; otro que se llama Hope, Soledad sobre un peregrinaje a un lugar santo; El Hoyo en la Cerca sobre el tema del racismo en la iglesia católica; o El otro Tom sobre una madre que lucha por defender la salud de su hijo. Creo que lo que hay es un gran mosaico del cine mexicano”.

Sobre la diversidad de género y no de temas, cuenta Michel que de los 702 trabajos que se postularon este año –entre documentales o ficción, largo o cortometrajes– solo el 27% eran realizados por directoras. “Hay años en que solo hay un 10% de mujeres directoras [entre los postulados]”, dice. “El problema viene de una cadena grande y compleja que hasta muy recientemente se está cuestionando. El Centro de Capacitación Cinematográfica ahora tiene una cuota de 50% de hombres y 50% de mujeres estudiantes, pero cuando yo fui al CCC hace muchos años éramos solo 3 mujeres y 18 hombres. Eso se está cambiando muy poco a poco, y al final llega el resultado de todo eso a los festivales de cine”.

La directora aclara que “aunque hubiera muy pocas mujeres este año, creemos ese porcentaje que llegó tenía una calidad era increíble y las seleccionamos”. Entre las 99 películas finalistas, el 40% de las que quedaron seleccionadas son dirigidas por mujeres. “También cada año aumenta el número de realizadores indígenas”, cuenta Michel. Mirando los años más recientes, en 2018 y 2019 solo había 4 películas seleccionadas con realizadores indígenas; en el 2020 el número aumentó a 8 películas seleccionadas; en el 2021 son 9, dos de estas en la categoría de 10 mejores largometrajes mexicanos.

Esas dos directoras indígenas seleccionadas, Yolanda Cruz con Hope, Soledad y Ángeles Cruz con Nudo Mixteco, presentan en Morelia sus primeros largometrajes enfocados en la historia de mujeres intentando encontrar salidas al duelo de una madre, o de una pareja, o a las dificultades migrar desde una ciudad mexicana o desde Estados Unidos a un pequeño pueblo oaxaqueño.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Camila Osorio
Corresponsal de cultura en EL PAÍS América y escribe desde Bogotá. Ha trabajado en el diario 'La Silla Vacía' (Bogotá) y la revista 'The New Yorker', y ha sido freelancer en Colombia, Sudáfrica y Estados Unidos.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_