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El vídeo viral de María, de cinco años, y su claro mensaje sobre el consentimiento: “Tu cuerpo lo manejas tú”

Raúl Massana, padre de la pequeña, publica unas imágenes en Instagram en las que su hija demuestra tener muy claro lo que ha aprendido en el colegio sobre un libro sobre educación sexual para niños. “En casa nos sorprendió”, afirma

María, de cinco años, habla con su padre sobre el consentimiento. El video se ha hecho viral
María, de cinco años, habla con su padre sobre el consentimiento. El video se ha hecho viralTwitter

Raúl Massana, cómico y guionista, subió el fin de semana a su cuenta de Instagram un vídeo en el que María, su hija de cinco años, hablaba acerca del consentimiento. “Tu cuerpo lo manejas tú” y “No’ es una palabra muy importante” son dos ideas que la pequeña tiene muy claras y que expresa a la perfección —tanto que se ha hecho viral, acumulando más de dos millones de reproducciones en esa red social; en Twitter tiene 13.000 retuits y 38.000 Me Gusta— cuando su padre le pregunta de qué va un libro que le han recomendado en el colegio. El volumen en cuestión es un álbum ilustrado: Tu cuerpo es tuyo, de la autora e ilustradora de libros infantiles Lucía Serrano, en el que trata de acercar la sexualidad a los más pequeños y así poder prevenir abusos y contactos no deseados. “Creo que es muy valioso que los niños y niñas conozcan la sexualidad porque es algo con lo que conviven y para lo que necesitan tener herramientas. En casa nos sorprendió mucho la facilidad y tranquilidad con la que hablaba de las partes privadas y de la importancia de la palabra ‘no”, cuenta Massana a EL PAÍS.

El vídeo de María sirve para recordar e incidir en la idea de que es necesario comenzar a hablar de sexualidad en la infancia. Elena Crespi, psicóloga y sexóloga y autora de Habla con ellos de sexualidad, considera que lo primero que podemos hacer en esta etapa para la prevención de los abusos es preparar a los menores para que puedan hacer frente a una situación de abuso. “La ventaja de preparar a nuestros hijos e hijas desde pequeños contra los abusos es que podemos hacerlo desde una perspectiva no alarmista. Podemos hacerlo sencillamente nombrando cada parte del cuerpo, dando a los genitales la misma importancia que la nariz o la mano para que vean que todas las partes del cuerpo merecen ser nombradas. Y destacar, como hace la niña del vídeo, cuáles son las partes íntimas y qué es normal y qué no está bien que hagan los adultos. Es interesante también que sepan que hay adultos que hacen cosas malas y que se pueden contar”, explica la psicóloga.

“¿Alguien sabe qué son las partes privadas? Son el chichi, la cola, el pito, el culo... y se llaman partes privadas porque están tapadas con ropa”, dice María alto y claro en el vídeo. También cuenta qué se debe hacer cuando alguien toca tu cuerpo, pero tú no quieres (“Si dices ‘no’ y el que te está molestando no te hace caso, se lo dices a un adulto o a una adulta”) y explica perfectamente qué diferencia hay entre protección del cuerpo y abuso, como, por ejemplo, cuando los padres cogen de la mano a sus hijos para cruzar sin haberles pedido antes permiso para hacerlo. “Te están protegiendo el cuerpo”, afirma ella.

En Tu cuerpo es tuyo, pensado para niños y niñas de entre tres y seis años, se expone claramente que las partes privadas de niñas y niños no se tocan. “Los libros ayudan a poner palabras a todo aquello que nos cuesta más explicar. En el caso de este libro, se muestra que un niño mayor o un adulto nunca debe tocar a una niña o niño, pero también que aquellas criaturas que son capaces de detectar un abuso, no son culpables de lo que está pasando y pueden encontrar alguien que les crea al explicarlo, aunque su entorno familiar muchas veces no lo haga”, explica su autora, Lucía Serrano, a este diario.

En el caso de que un hijo sufra una situación como esta, Elena Crespi señala que los padres deben estar a la altura desde la escucha, la empatía y, por supuesto, creyendo todo lo que dice: “No podemos mirar para otro lado ni mucho menos culpabilizarle. Hay que agradecer que nos lo haya contado y buscar ayuda profesional inmediatamente para poder acompañarlo como necesita y merece”.

Hay otra cosa que, según Elena Crespi, se puede hacer: convertirse en un agente de prevención activa. “Debemos convertirnos en unos espantaabusadores. La mayor parte de los abusadores son personas que están en nuestro entorno. Debemos contar en nuestro entorno que estamos acompañando a nuestros hijos para que sepan hacer frente a los abusos, que estamos hablando con ellos para que puedan transmitirnos cualquier situación de abuso que encuentren”, reflexiona. “Las personas que tengo a mi alrededor deben saber que soy una persona proactiva para enseñar a mi criatura sobre sus derechos, sobre qué está bien y qué está mal, y que si alguna vez le sucede algo me lo va a venir a contar. De este modo asustaremos a un abusador que lo que quiere es el silencio. En una casa en la que estos temas se hablan y se previenen tiene muchas más posibilidades de que sea pillado y rebajamos el riesgo”.

También Eli Soler, psicóloga y autora de Convivir con un adolescente es fácil si sabes cómo, ve en sus charlas en institutos que la educación sexual sigue siendo la asignatura pendiente. “Es un tema de gran importancia, pero que sigue siendo tabú y se destinan pocos recursos a su prevención. En la mayoría de hogares no se trata bien porque creen que son demasiado pequeños, bien porque cuando lo intentan abarcar ya de mayores se encuentran que se cierran en banda. Se sigue pensando que la educación sexual incita a tener sexo antes de tiempo, porque se sigue entendiendo la educación sexual como prevención de embarazos y ETS, pero de prevención a nivel emocional vamos muy justos”, sostiene. La clave para la psicóloga sería educar desde la infancia en aspectos emocionales como la asertividad, el respeto al propio cuerpo, los límites y la empatía.

Un apunte sobre contenidos virales con niños

El vídeo de María cuenta ya con más de dos millones de reproducciones. En solo un par de días su imagen se ha viralizado de forma vertiginosa. Esto, para quienes insisten en no compartir imágenes de niños y niñas en redes, exige una mirada atenta y un análisis del uso de este tipo de vídeos. María Zabala, periodista y autora de Ser padres en la era digital, considera que si bien en ocasiones para hacer una divulgación justificada recurrimos a hacer pública la imagen de un niño o niña, el punto de equilibrio está en la intención.

“En condiciones normales hay que evitar recurrir a la imagen de un niño, haciendo excepciones únicamente cuando la intención del mensaje lo merezca y siendo muy conscientes siempre de que estamos usando la imagen de un niño o niña que no nos pertenece y que conlleva el riesgo de que se pueda redistribuir ese contenido con otra intención”, señala Zabala. En este caso, la imagen se hace viral por la buena intención del contenido. Cuando se vuelve delicado, según la experta, es si los adultos deciden compartir el contenido con otra intención distinta o en tono de burla, algo que escapa completamente de nuestro control.

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