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Polonia se convierte en el primer país que enviará cazas a Ucrania

La decisión de Varsovia supone un nuevo paso significativo en la entrega de armamento a Kiev, tras el acuerdo de los aliados para suministrar carros de combate. El anuncio abre la vía para que se sumen otros miembros de la OTAN

Dos cazas MiG-29, el pasado octubre en el espacio aéreo de Polonia. Foto: RADOSLAW JOZWIAK (AFP) | Vídeo: EPV
María R. Sahuquillo

Polonia, uno de los países más firmes en su apoyo a Ucrania frente al invasor ruso, se ha comprometido a entregar a Kiev cuatro aviones de combate de diseño soviético MiG-29. Y planea hacerlo “en los próximos días”, según ha anunciado el presidente polaco, Andrzej Duda. El movimiento, que atiende los cada vez más sonoros reclamos del Gobierno de Volodímir Zelenski, convertirá a Polonia en el primer país en suministrar a Kiev cazas y puede marcar el camino para otros aliados, como Eslovaquia, que han deslizado que podrían sumarse a la medida. El anuncio llega en un momento en el que Ucrania prepara una decisiva contraofensiva para empujar a las fuerzas rusas en el este y en el sur. La decisión de Polonia, miembro de la OTAN, puede también incendiar la ya reiterada retórica de Rusia, que acusa a la Alianza Atlántica de tomar parte en la guerra de Ucrania. El envío de aviones de combate es un tema muy controvertido y divisivo entre los aliados desde que el Kremlin inició en febrero de 2022 la invasión de Ucrania a gran escala.

El envío de los cazas de diseño soviético romperá un nuevo tabú en el apoyo sin precedentes de los países de la OTAN y la UE a Ucrania, aunque no atiende a la petición más deseada de Kiev: tener cazas F-16 estadounidenses. Varsovia, que ya lideró la creación de una coalición para el envío de carros de combate de fabricación alemana Leopard 2 a Ucrania —que no está yendo tan bien ni tan rápido como se esperaba— ha abierto la puerta, sin embargo, a aumentar el número de cazas soviéticos con los que cuenta el ejército ucranio. La transferencia de los MiG-29 podría no ser tan rápida, advierten, sin embargo, fuentes comunitarias, que mencionan que antes de enviarlos a Ucrania es probable que se necesite hacer una criba por si tienen alguna incorporación de componentes de fabricación occidental.

“En los próximos días, entregaremos cuatro aviones a Ucrania en pleno funcionamiento”, ha dicho Duda durante una conferencia de prensa en Varsovia con el recién investido presidente de la República Checa, Petr Pavel, quien fue presidente del Comité Militar de la OTAN.“El resto se está revisando, preparando y probablemente se entregará sucesivamente”, ha añadido. Hace unos días, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki , afirmó que una coalición de países se había mostrado dispuesta a enviar sus aviones de combate MiG-29 a Ucrania.

El mandatario dejó entonces un resquicio abierto a dar un paso aún más significativo al comentar que Varsovia está analizando proporcionar los deseados cazas F-16 fabricados en Estados Unidos, un elemento que daría una ventaja significativa frente al potencial armamentístico ruso y a su superioridad aérea. Pero mientras que los pilotos militares ucranios no necesitan entrenamiento especial para volar los MiG-29, porque sus fuerzas aéreas ya disponen de algunos de estos aviones, para pilotar cazas estadounidenses sí precisarían de una importante formación y de apoyo logístico. Este jueves, tras el anuncio del presidente polaco, una portavoz de la Casa Blanca ha precisado, no obstante, que el envío de aviones de combate estadounidenses a Kiev no está sobre la mesa. Mientras, Ucrania insiste en que lo que necesita son los cazas más modernos. “Los MiG no resolverán los problemas, necesitamos los F-16″, ha dicho el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ignat.

Polonia dispone de 28 cazas MiG-29, según información pública (aunque no todos están operativos) y su Gobierno se plantea irlos sustituyendo con FA-50 de Corea del Sur y con F-35 estadounidenses. Con la sustitución de las armas enviadas a Ucrania, Varsovia está aprovechando para modernizar su ejército y convertirlo en el más numeroso y uno de los más potentes de la UE. Ese escalonamiento y el hecho de que Polonia cuenta con importantes sistemas de defensa antiaérea, además de estar bajo el paraguas de la OTAN, hacen que su seguridad nacional no sufra con las transferencias, como ha insistido uno de sus portavoces del Gobierno, Piotr Muller. “Nuestra seguridad se beneficiará de esto [la entrega de los MiG-29], porque además mantendremos el frente ruso lejos de nuestras fronteras en todo momento”, ha comentado Muller, según recoge la agencia de noticias PAP. Polonia y Ucrania comparten más de 500 kilómetros de frontera.

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No es la primera vez que Varsovia amaga con entregar cazas a Kiev, ya lo hizo durante los primeros compases de la invasión, pero con la condición de que Washington los reemplazase por unos más modernos de fabricación estadounidense, en un movimiento que no le salió bien. En esta ocasión, sin embargo, parece que tiene las cosas mucho más atadas. Eslovaquia, que también tiene una flota de una docena de MiG-29, podría ser el siguiente, aunque el debate interno entre el Gobierno y la oposición pueden lastrar la decisión. Rumania, Bulgaria y Croacia también cuentan con cazas de este modelo soviético. Varsovia persigue lo mismo que ya hizo con los tanques Leopard 2 de fabricación alemana: una gran coalición para los envíos.

Los aviones de combate polacos pueden jugar un papel importante en la contraofensiva ucrania prevista en primavera. También podrían suponer un apoyo fundamental a las tropas terrestres y brindar la protección aérea necesaria que requieren las compañías de tanques y cuya estructura y logística se está diseñando ahora para los tanques Leopard 2 que van a recibir las Fuerzas Armadas de Ucrania.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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