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El ejército de Ucrania admite la retirada de Soledar

Un portavoz militar de Kiev asegura que la marcha de sus tropas de esta localidad tras semanas de combates fue “controlada” y no sufrió la “captura masiva” de soldados

Retirada de Soledar
Soldados ucranios cerca de Soledar, este lunes.REUTERS
Cristian Segura

El ejército ucranio ha admitido este miércoles haber cedido a las fuerzas rusas la ciudad de Soledar, en el este del país, dos semanas después del anuncio de su captura por parte de Moscú. Se trata del primer éxito de Rusia en el campo de batalla de la región de Donbás desde principios de julio. “Después de meses de duros combates (...), las Fuerzas Armadas de Ucrania han tirado la toalla para retirarse a otras posiciones”, ha indicado a la agencia France Presse el portavoz militar ucranio para la zona este Sergi Tcherevati, que no ha concretado, sin embargo, cuándo tuvo lugar la retirada. “[Nuestras fuerzas] cumplieron su tarea principal: no permitir que el enemigo pudiera irrumpir sistemáticamente en dirección a Donetsk”, ha añadido Tcherevati, citado por la cadena estatal ucrania, según recoge Reuters. Donetsk es la capital de la provincia del mismo nombre bajo control de Moscú y de los separatistas prorrusos desde 2014. Las tropas ucranias se encuentran en la periferia de la ciudad.

El grupo paramilitar ruso Wagner anunció que había tomado Soledar el 11 de enero. Dos días después, lo hizo el ejército ruso. El control de este municipio, con unos 11.000 habitantes antes de la guerra, conocido por sus minas de sal, y en la provincia de Donetsk, es una victoria clave para Moscú en su esfuerzo de tomar la vecina Bajmut. La batalla por esa ciudad es una de las más cruentas de la guerra y está suponiendo un despliegue ingente de recursos y una gran pérdida de vidas para ambos ejércitos desde el verano. Rusia intenta sitiar Bajmut por el flanco norte, el de Soledar, y por el sur.

Los mercenarios de Wagner tomaron la mayor parte de Soledar el pasado 6 de enero en un ataque sorpresa, coincidiendo con el alto el fuego de Navidad que había anunciado el presidente ruso. Desde entonces, las fuerzas ucranias estaban combatiendo desde el perímetro occidental del municipio. Todavía hoy están combatiendo en la misma zona, aunque ya fuera del núcleo urbano. Kiev ha reforzado la línea defensiva entre Soledar y la carretera que conecta Bajmut con Sloviansk. El objetivo de las tropas invasoras es cortar el suministro militar ucranio por esta carretera y cercar Bajmut por el flanco oriental.

Kiev se había negado hasta ahora a reconocer la derrota en esta localidad. El centro de análisis Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en sus siglas en inglés) ha estimado que el avance sobre Soledar no es “significativo”.

La retirada de Soledar se ha desarrollado de forma “controlada, sin cerco ni captura masiva de nuestros soldados”, ha asegurado Tcherevati, que ha negado cualquier “fuga” de militares ucranios. Antes de retroceder, las tropas ucranias “infligieron grandes bajas” a los rusos, ha proseguido el portavoz militar, subrayando que la estrategia ucrania en esta área fue “desgastar al enemigo”.

Un oficial de ocupación ruso en el este de Ucrania ha afirmado este miércoles que sus tropas han avanzado en el frente de Bajmut, citando la captura de Soledar como factor determinante. Sin embargo, según Tcherevati, estas afirmaciones “no se corresponden con la realidad”. “La lucha continúa. La situación es difícil, pero está bajo control”, agregó el portavoz.

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La CNN informó este martes que cada vez hay más presión desde Washington sobre Kiev para que finalice su defensa numantina de Bajmut, porque, pese a que está provocando un enorme agotamiento de la fuerza de Wagner, también está diezmando los recursos ucranios en un enclave que, si se pierde, no supone un cambio significativo en la guerra. Ucrania lo ve de otra manera. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Ucranias, Valeri Zaluzhni, ha recordado que cada kilómetro que se pierde, luego cuesta más recuperarlo. De hecho, defender, según la teórica militar, requiere tres veces menos potencia militar que atacar.

Oleksyi Melnik, vicedirector del Centro Razumkov de estudios de defensa, explica a EL PAÍS que para Rusia, la toma de Bajmut es sobre todo un hito político tras meses de retrocesos en el campo de batalla. Para Ucrania, según Melnik, es una mezcla de estrategia política y de operativa militar porque, si se pierde Bajmut, el último bastión ucranio en Donetsk sería el núcleo urbano formado por Kramatorsk y Sloviansk. La importancia de Bajmut para Ucrania quedó clara el pasado diciembre, cuando el presidente, Volodímir Zelenski, visitó por sorpresa la ciudad, pese a los intensos bombardeos que acompañaron su estancia allí.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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