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Rusia incumple el alto el fuego navideño

Los mercenarios de Wagner afirman que han asaltado una ciudad en el este de Ucrania poco después de comenzar la tregua declarada un día antes. Moscú critica a Kiev por continuar con los bombardeos

Soldados ucranios se alejan de un tanque en la línea del frente en el este, en la zona de Kremina (provincia de Lugansk), este viernes, primer día de la tregua decretada por Rusia.Foto: CLODAGH KILCOYNE (REUTERS)
Javier G. Cuesta

La guerra no toma festivos. El frente en Ucrania volvió este viernes a ser escenario de combates pese al alto el fuego de la Navidad ortodoxa proclamado por sorpresa por el presidente ruso, Vladímir Putin. Kiev ya había avisado de que la única tregua que contempla es la retirada total de las tropas de Moscú y realizó algunos ataques, mientras que varias unidades del Kremlin continuaron con sus operaciones en marcha, como la sangrienta ofensiva en el este de Ucrania en torno a la localidad de Bajmut. Aun así, el anuncio de Putin resultó ser un arma de doble filo para su popularidad, pues al intentar perjudicar la imagen de Kiev por negarse al alto el fuego, acabó siendo acusado en Rusia de dejar vendidas a sus tropas con la tregua.

Canales militaristas de apoyo a las fuerzas rusas admitieron que este viernes proseguía el asalto sobre la ciudad de Soledar, en el distrito de la disputada Bajmut, en la provincia de Donetsk. “Las fuerzas rusas de Wagner [grupo privado de mercenarios] asaltaron este asentamiento clave de Bajmut en la víspera junto con otras unidades de apoyo […]. El objetivo principal de las tropas en este momento es cortar la ruta de suministro de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Soledar, cercar a las unidades enemigas restantes y, finalmente, destruirlas”, relataba el canal de Telegram WarGonzo sobre las acciones de la compañía Wagner, dirigida por Yevgeny Prigozhin, cercano a Putin, quien reconoció la operación en torno a la ciudad.

El líder ruso anunció el jueves un alto el fuego entre las 12.00, hora de Moscú, de este viernes (10.00 en la España peninsular) y la medianoche del sábado (22.00 en la Península) con motivo de la Navidad ortodoxa. Sin embargo, la guerra ha seguido su curso. Apenas cinco horas después de comenzar la tregua, algunas redes sociales próximas a Wagner anunciaban que habían avanzado hacia el centro de Soledar. “El enemigo se retira en masa y nuestras tropas avanzan con más fuerza. Nuestro rival ha grabado muchos vídeos diciendo que su situación es muy mala, y nuestra artillería y nuestra aviación están ocupándose de él”, apuntaba uno de esos canales de Telegram. Kiev no confirmó la pérdida de control en Soledar. “Estamos aguantando. Los chicos están tratando de mantener la defensa”, afirmó de madrugada, horas antes de iniciarse la tregua, un soldado de 39 años llamado Viktor, citado por la agencia Reuters.

Además, Rusia “abrió fuego 14 veces” durante las tres primeras horas del “alto el fuego” de Putin, según aseguró el gobernador de Lugansk (también en el este), Serhii Haidai, informó Reuters. Las fuerzas rusas intentaron, asimismo, asaltar uno de los pueblos liberados en la provincia de Lugansk ya durante la “tregua de Navidad”, escribió Haidai en Telegram.

Las alarmas antiaéreas volvieron a sonar al mediodía en toda Ucrania, una hora después de iniciarse el alto el fuego, informa desde Kiev Cristian Segura. La activación de la alerta se produjo después de que las Fuerzas Aéreas ucranias confirmaran que varios bombarderos rusos habían despegado de sus bases en Bielorrusia. Cada vez que una de estas aeronaves se pone en acción, aunque sea solo en operaciones de reconocimiento o de entrenamiento y no ofensivas, Ucrania se prepara para un ataque. La alerta finalizó tan solo una hora después.

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Una mujer se dispone a cruzar sobre los restos de un puente destruido en Bajmut, en la provincia de Donetsk, el 6 de enero.
Una mujer se dispone a cruzar sobre los restos de un puente destruido en Bajmut, en la provincia de Donetsk, el 6 de enero.DIMITAR DILKOFF (AFP)

Kiev desconfiaba de las promesas del Kremlin. Y el dueño de Wagner, Prigozhin, el llamado Chef de Putin, justificó poco después sus temores. “He pedido repetidamente a los corresponsales de guerra que no den información antes de tiempo. Sí, los combatientes de Wagner, exclusivamente los combatientes de Wagner, están cerca de tomar Soledar”, recalcó Prigozhin a través de un comunicado de su compañía Concord en un claro dardo contra el Ministerio de Defensa ruso por sus titubeos.

Uno de estos corresponsales de guerra, Borís Rozhin, también decía que los combates “continúan como de costumbre”. “Ha pasado lo mismo que ya ocurrió en las treguas anteriores, que solo existían sobre el papel y en las declaraciones televisivas”, agregaba en sus redes sociales. Otros canales criticaban, por su parte, que la artillería rusa había reducido su intensidad por culpa del alto el fuego.

Ataques ucranios en Donetsk

El Ministerio de Defensa ruso aseguró en su parte diario que antes del alto el fuego había lanzado un gran número de ataques contra las fuerzas ucranias, aunque aseguró que había cumplido la tregua desde el minuto uno “a lo largo de toda la línea de contacto”, algo que fue motivo de críticas dentro de Rusia porque, al mismo tiempo, Moscú lamentaba que Kiev continuara “bombardeando asentamientos y posiciones de las tropas rusas”.

Un comentario de uno de los militares más críticos con el Kremlin, Ígor Girkin, Strelkov, se volvió viral por su acidez contra la decisión del presidente ruso. “A las 12.00 exactas, los respetables socios en Kiev de Vladímir Vladímirovich [Putin] demostraron su alegría unilateral infligiendo un ataque de artillería en Donetsk con proyectiles de 152 y 155 milímetros de calibre”.

El Gobierno ucranio también denunció que Rusia se había saltado su propio alto el fuego. “Alerta aérea sobre Ucrania. Los niños están de nuevo en los fríos refugios contra las bombas. Una estación de bomberos ha sido bombardeada en Jersón. Esta es la esencia de la tregua rusa: matar por la espalda, imitar el silencio”, afirmaba en Twitter el asesor del presidente ucranio Mijailo Podoliak.

El comienzo de la Navidad ortodoxa estuvo también marcado por el recuerdo de la muerte la pasada Nochevieja en Makiivka de un enorme grupo de reclutas recientemente movilizados. La Gobernación de la región de Samara, de donde procedían muchas de las víctimas, informó de que 45 heridos fueron trasladados este viernes a un hospital de la provincia de Rostov. En el vídeo difundido por las autoridades solo se veía bajar del avión a varios reclutas por su propio pie. Según las cifras oficiales, 89 rusos murieron en el bombardeo ucranio de un edificio en Año Nuevo, aunque algunos medios rusos hablan de muchas más víctimas, fallecidos y heridos.

Por otro lado, la entrega de un nuevo paquete de armas occidentales a Ucrania preocupa al Kremlin. La embajada de Rusia en Alemania condenó “enérgicamente” el envío por parte de Berlín de varios vehículos de transporte blindados Marder y una batería antiaérea Patriot, armas que se sumarán al suministro de carros Bradley estadounidenses. Moscú, como ya hiciera meses antes, recurrió al pasado para presionar al Gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz. “Es una línea moral que las autoridades germanas no deberían haber cruzado teniendo en cuenta la responsabilidad histórica de Alemania”, dijo la misión diplomática al recurrir, una vez más, al nazismo y la II Guerra Mundial para justificar sus acciones de hoy.

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