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Biden: “No es racional deportar a migrantes de vuelta a Cuba, Venezuela y Nicaragua”

Estados Unidos supera los dos millones de inmigrantes detenidos por primera vez en un año

Un agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense quita las esposas a un migrante detenido para que éste sea transportado, el pasado 8 de septiembre, cerca de Sasabe, Arizona (EE UU).
Un agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense quita las esposas a un migrante detenido para que éste sea transportado, el pasado 8 de septiembre, cerca de Sasabe, Arizona (EE UU).Matt York
Luis Pablo Beauregard

Aún sin terminar septiembre, Estados Unidos ha batido el número de arrestos de inmigrantes en la frontera con México. Por primera vez, el número de personas detenidas en territorio estadounidense tras cruzar el Río Bravo ha superado los dos millones de personas en un año. Aunque esperada de acuerdo a varias proyecciones, la cifra pone más presión sobre la Administración del presidente Joe Biden, quien maniobra para que la inmigración irregular no se convierta, junto con la economía, en los temas centrales que guíen las elecciones legislativas de noviembre. Increpado este martes por los periodistas en la Casa Blanca, el mandatario ha explicado que su Gobierno enfrenta circunstancias especiales. “Hay menos migrantes de México y Centroamérica. Ahora estoy atento a Venezuela, Nicaragua y Cuba”, ha dicho Biden. El presidente admitió que la deportación de estos ciudadanos de vuelta a sus países “no es racional”. En cambio, el demócrata aseguró que trabaja con los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador, en México, y sus homólogos centroamericanos “para frenar el flujo” y abonar a una cifra de por sí histórica.

El hito llega en un momento donde los gobernadores republicanos están usando a los inmigrantes como parte del juego político, enviándolos en buses y aviones fletados con dirección a bastiones demócratas del norte del país como Washington, Nueva York y Chicago. Algunos han amenazado con enviar más personas a Delaware, el Estado natal del actual ocupante de la Casa Blanca. Este martes, Biden respondió a esto con tono de broma: “Visiten Delaware, es hermoso”.

Los agentes de la patrulla fronteriza detuvieron durante agosto a 203.598 personas. Ha sido el colofón de un intenso verano, la época del año en la que mayor flujo migratorio se nota en la frontera entre México y EE UU. Mayo ya anunciaba la tendencia al alza. En ese mes fueron arrestadas 293.000 personas, lo que ya significaba un aumento respecto a abril. Las autoridades del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por las siglas en inglés) estiman que para el fin del año fiscal 2022 (que se cuantifica de septiembre de 2021 al cierre de este mes) se habrán hecho más de 2.3 millones de detenciones. Esta cifra contempla que una misma persona puede haber sido detenida más de una vez gracias a una norma impuesta por Donald Trump en la pandemia y conservada por Biden. Esta permite la deportación rápida de inmigrantes, quienes pueden volver a intentar el cruce días después.

El histórico número se alcanzó gracias al aumento de la llegada a Estados Unidos de cubanos, venezolanos y nicaragüenses. Estos representan un tercio de los detenidos de agosto. El comisionado de la CBP, Chris Magnus, también había responsabilizado a “los fallidos regímenes comunistas en Venezuela, Nicaragua y Cuba” de la nueva ola migratoria en el hemisferio occidental, lo que había disparado las aprehensiones en la frontera sur. El funcionario explicó el lunes que la falta de relaciones diplomáticas con estos países ha hecho más difícil la repatriación.

Además, ciudadanos provenientes de Rusia y Ucrania afectados por la guerra iniciada por Vladímir Putin en el este de Europa sumaron las llegadas a lo largo del año fiscal, aunque este tipo de inmigrantes han sido recibidos con un proceso distinto por las autoridades migratorias.

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En total, la CBP habrá hecho este año fiscal 600.000 detenciones más que el año pasado, que se cerró con 1.7 millones de encuentros, el eufemismo con el que se reportan las acciones de vigilancia en la frontera con México.

Aunque la migración de mexicanos se encuentra todavía en niveles más altos que los registrados durante el Gobierno de Trump, la detención de estos y centroamericanas disminuyó un 43% comparada con la misma cifra de agosto de 2021. La caída responde a la presión de Washington sobre los gobiernos regionales para controlar y reducir el flujo desde los países expulsores, una tarea que ha caído en manos de la vicepresidenta, Kamala Harris. Un funcionario del Departamento de Seguridad Interior ha explicado este lunes que EE UU ha movilizado a 23.000 agentes a lo largo de las fronteras de México, Guatemala y Honduras, para desincentivar el paso de los migrantes al norte. El esfuerzo ha dado frutos, de acuerdo al portavoz, pues se ha frenado el avance de unos 57.000 migrantes.

Este no solo es el año más transitado. Es también el más mortal para quienes emprenden el viaje desde sus países, especialmente si estos se originan en el triángulo norte de Centroamérica. La Patrulla Fronteriza informó en agosto que en el actual año fiscal se había documentado la muerte de más de 200 migrantes solo en el distrito de Del Río, la zona caliente de la inmigración irregular y donde se ha registrado un agudo repunte en los ahogamientos gracias a la subida del río. El número es un salto enorme comparado a fallecimientos en otros años. Entre 1998 y 2020, el promedio de muertes en esa zona nunca rebasó los 50. Hace dos años, inclusive, el número de muertes totales en los más de tres mil kilómetros de frontera común fue de 247.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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