Alejandro Sanz y Rachel Valdés rompen su relación de más de tres años

El cantante Alejandro Sanz (Madrid, 54 años) y la artista cubana Rachel Valdés (33 años) han puesto fin a su relación después de más de tres años, según adelanta este sábado 3 de junio en exclusiva la revista ¡Hola!. El pasado fin de semana, el artista de éxitos como Corazón partío publicó un inesperado mensaje en sus redes sociales asegurando que no está bien. “No sé si esto sirve de algo, pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano. Estoy trabajando para que se me pase… llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá que hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Sólo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual”, explicaba Sanz. Este mensaje ha dado paso a especulaciones acerca de posibles deudas económicas, algo a lo que se suma ahora la separación de su pareja.

Según ha publicado también este sábado el periódico El Mundo, Alejandro Sanz ya no convive con Rachel Valdés. El medio apunta a que la pareja ha tenido una crisis sentimental “muy fuerte” en los últimos meses y que ha sido decisión del cantante poner punto y final a su convivencia. ¡Hola! confirma esta ruptura y asegura que Valdés se ha marchado de la casa que compartían desde 2019 en Somosaguas, Madrid, llevándose consigo todas sus pertenencias. La separación se achaca a un desgaste en la convivencia y a una diferencia de pareceres. “Unos días antes del mensaje de Alejandro, Rachel abandonó la casa de Somosaguas donde convivían, pues pertenece al cantante, llevándose su ropa y objetos personales. Tras numerosas desavenencias y desencuentros, algunos incluso públicos, entre ambos, parece que la decisión de la ruptura partió de Alejandro Sanz”, revela a El Mundo una fuente cercana a Valdés.

El noviazgo entre Rachel Valdés y Alejandro Sanz comenzó en 2019, tan solo tres meses después de que el cantante terminase su anterior relación con Raquel Perera, tras una década juntos y dos hijos en común, Dylan y Alma. Fueron amigos comunes quienes los presentaron. De momento, ni Sanz ni Valdés se ha pronunciado públicamente al respecto, sin confirmar ni desmentir si realmente se ha puesto punto y final a su noviazgo.

La única muestra pública de su estado de ánimo que uno u otro han hecho en los últimos días es el mensaje que Sanz publicó en sus redes sociales tratando de tranquilizar a sus seguidores tras ese primer mensaje alarmante y tras la serie de especulaciones y dudas sobre la posible cancelación de la gira que recorrerá España este verano (que se inicia el sábado en Pamplona). Así, el cantante de Cuando nadie me ve aseguró que agradecía mucho todo el cariño que había recibido en los últimos días. “He tenido un brote fuerte este fin de semana y aunque aún no termina de llegar la luz, parece que se ha despertado una luciérnaga en mi pecho. No quiero suspender la gira porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows lo vamos a sacar adelante. Además, creo que encerrarme no es buena idea. Gracias por el calorcito. Vamos a por el día de mañana. El sol está de camino”, comentó el pasado 27 de mayo. Su última publicación juntos en Instagram es del 25 de diciembre de 2022. “El color de la vida es la familia”, escribía entonces Alejandro. Este sábado, según ha compartido en sus stories, está camino de Pamplona para su concierto de esta tarde.

Rachel Valdés es una artista que se graduó en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro de La Habana en 2010 y en el Vermot Studio Center. Esta última es una selectiva organización sin fines de lucro situada en Johnson, ciudad del Estado de Vermont (EE UU), que organiza programas de residencia en Bellas Artes y Escritura y está considerada como una de las más grandes de Estados Unidos en este tipo de disciplinas. Valdés mantiene un estudio en el barrio de El Vedado, en La Habana, pero también reparte su trabajo entre Estados Unidos y Barcelona, ciudad a la que viaja periódicamente porque ahí vive su hijo Max, de nueve años, fruto de su matrimonio anterior.