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Madonna, Shay Mitchell y Emily Ratajkowski salen del armario en ‘trends’ de TikTok, ¿frivolidad o activismo?

Las redes sociales se han convertido en un canal para los famosos para comunicar su condición sexual. Algunos entienden que es parte del lenguaje de la generación a la que se dirigen; para otros, sus mensajes banalizan experiencias complejas o traumáticas

Famosos TikTok
De izquierda a derecha, la actriz Shay Mitchell, la actriz y modelo Emily Ratajkowski y la cantante Madonna, fotografiadas en 2022.Getty Images
Enrique Alpañés

El martes, como cada 11 de octubre, se celebró en Estados Unidos el día nacional de salir del armario. Pero Madonna, que se ha curtido en esto de adelantarse a las tendencias, publicó unas horas antes un vídeo en su perfil de TikTok: “¡Si fallo soy gay!”, podía leerse en letras rojas sobre unas imágenes en las que la cantante, de 64 años, lanzaba unas bragas a un cubo de basura. Fallaba. Si bien la intérprete de Vogue ha aludido a su sexualidad en el pasado (“creo que todo el mundo tiene una naturaleza bisexual”, dijo en 1991 a la revista Advocate), a la vista del público solo ha salido con hombres. El vídeo de TikTok fue lo suficientemente explícito y a la vez falto de contexto como para dejar a muchos de sus seguidores desorientados. ¿Acababa de salir del armario la reina del pop o se trataba de una broma?

Madonna no es la única que ha utilizado TikTok durante la efeméride para declararse no heterosexual a través de un juego. Shay Mitchell, actriz de 35 años popular por su papel en la serie Pretty Little Liars (Pequeñas mentirosas, en España), publicó un vídeo con el siguiente texto impreso: “Si eres bisexual, ¿tienes un sofá verde de terciopelo?”. El vídeo la mostraba mirando a cámara antes de enseñar su sofá verde de terciopelo. La también actriz y modelo Emily Ratajkowski contestó con otro vídeo similar. Al igual que Madonna, ellas dos solo han tenido relaciones públicas con hombres, algo que puede atribuirse a la presunción de heterosexualidad o a la necesidad de proteger sus carreras en un entorno laboral que aún puede ser hostil.

Durante años, los famosos salían del armario a través de entrevistas. Sus publicistas llamaban a un periodista, le comunicaban que estaba listo para responder a la pregunta, y explicaban su historia. Con el tiempo, la figura del periodista, en estos menesteres, empezó a ser prescindible. En 2010, el cantante Ricky Martin protagonizó la salida del armario más mediática de la década con un escrito en su página web. Los artistas empezaron entonces a contarse a sí mismos, a dictar su narrativa. Hoy nadie consulta la web de un famoso, pero es muy probable que lo siga en redes sociales. Fue allí, en Instagram, donde el cantante Pablo Alborán explicó hace un par de años que era homosexual con una seriedad que algunos de los usuarios más jóvenes criticaron. Ser gay no debía ser un drama en 2020. Desde entonces, las redes sociales han mutado para ser cada vez más visuales, más rápidas, menos reflexivas. Esto ha hecho que salir del armario sea hoy menos dramático y solemne que hace unos años. Casi se ha convertido en un trend o tendencia de TikTok.

“La salida del armario debería tratarse con toda la naturalidad del mundo”, explica en conversación telefónica Paula Iglesias, vicepresidenta de la Federación Estatal LGTBI+. “Pero también hay que ser consciente de que hay ambientes en los que esto no es posible. Una cosa es salir del armario siendo un referente público sin hacer un drama y otra cosa es banalizar, rozar la burla, sin tener en cuenta que hay personas que sufren por estar en el armario y no poder ser quienes son”. El caso más extremo en este sentido lo protagonizaron el fin de semana los futbolistas —heterosexuales— Iker Casillas y Carles Puyol, cuando a través de Twitter fingieron confesar una historia de amor. Cuando arreciaron las críticas, Casillas aseguró que su cuenta había sido hackeada, mientras que Puyol pidió disculpas públicas.

El caso de Madonna es muy diferente. Ella es un referente para el colectivo LGTBI+ desde antes de que serlo reportara beneficios a la carrera de un artista. Hablaba de derechos cuando estos no estaban en la agenda de ningún Gobierno occidental y concienciaba sobre la lacra del sida o la homofobia en Rusia cuando esos temas no estaban en la conversación. Por eso, en redes sociales, muchos han defendido a la diva y contextualizado su vídeo, mientras que usuarios más jóvenes y desconocedores de su trayectoria lo han criticado como una forma de banalizar una experiencia difícil que ella, desde su privilegio, no ha tenido que vivir.

“La línea es fina”, concede Iglesias. “Salir del armario no es tan sencillo, no es algo como lanzar una pelota y si cae a un lado soy LGTB y si cae al otro no. “Cada uno tiene sus formas, sus tiempos y sus espacios y no se puede juzgar la forma en la que la gente sale del armario, pero cuando eres un referente público tienes que ser consciente del poder mediático que tienes”. Repasando la hemeroteca y las redes sociales se llega a la conclusión de que nunca se sale del armario a gusto de todos. Para algunos, Alborán fue demasiado dramático. Para otros, Madonna, Mitchell y Ratajkowski son demasiado frívolas.

Ana Amigo Ventureira, investigadora y autora de Biciosas, o la necesidad de queerizar lo queer, cree que los vídeos desprejuiciados de estas artistas también aportan. “Debemos empatizar con las lágrimas y las dificultades, porque han estado y siguen estando ahí. Pero también necesitamos hacerlo con la euforia y la alegría, porque tienen un enorme potencial revolucionario y también reflejan muchas de nuestras vivencias”, explica.

Pero los mensajes de Madonna, Mitchell y Ratajkowski no pierden fuerza por su tono festivo, sino por su descontextualización. Por no ir acompañados de un discurso político, o de una simple explicación más allá de mostrar un sofá verde o unas bragas rosas que no entran en una papelera. Es la diferencia entre las declaraciones de la actriz Jamie Lee Curtis a la Cadena SER diciendo: “Tengo una hija trans. Hay amenazas contra su vida, solo por existir como ser humano. Hay gente que quiere aniquilarla” y las de la también actriz Susan Sarandon explicándole al presentador Jimmy Fallon que ella puede tener gatos y perros: “Yo soy bi, así que…”.

“Personalmente, habría adorado que Susan reivindicase de nuevo la etiqueta de bisexual después de aquel programa y que lo hubiese hecho con un discurso claramente político”, concede Amigo Ventureira. “Pero entiendo que cada persona es diferente, ha pasado por unas vivencias muy distintas y aborda estos temas como considera. O como puede”.

Cada vez hay más referentes que se presentan ante el público de forma natural, sin necesidad de hacer un gran anuncio. En España, artistas jóvenes y con proyección para el gran público como Guitarricadelafuente o Natalia Lacunza han hablado sin tapujos, confesiones ni dramas sobre sus relaciones con personas del mismo género. No han necesitado de trends en TikTok ni de un día nacional de la salida del armario porque ellos nunca estuvieron en uno. Paula Iglesias señala que eso sería lo ideal. Es consciente de que la gente no heterosexual tiene que salir del armario, y nunca termina de hacerlo a lo largo de su vida, pero cree que el foco no se debería poner en ellos: “No hay que centrarse en promover la salida del armario, sino en erradicar la presunción de heterosexualidad”.

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Sobre la firma

Enrique Alpañés
Licenciado en Derecho, máster en Periodismo. Ha pasado por las redacciones de la Cadena SER, Onda Cero, Vanity Fair y Yorokobu. En EL PAÍS escribe en la sección de Salud y Bienestar

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