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Samuel Eto’o es condenado a reconocer a su hija Erika

El exfutbolista, que tiene otros siete vástagos, tendrá que realizar el pago de una pensión de alimentos de forma mensual, establecida en 1.400 euros

Hija Samuel Eto’o
Samuel Eto'o durante una gala en 2015.BEN STANSALL (AFP via Getty Images)

De los ocho hijos que tiene Samuel Eto’o, no todos son reconocidos por él como legítimos. Erika do Rosario, de 22 años, es una de las que ha intentado luchar por este reconocimiento. Después de tres años de disputas y pleitos, el exfutbolista ha sido finalmente condenado a aceptar a su hija a pesar de sus constantes evasivas, ya que ni él ni sus letrados han llegado a comparecer en ningún momento ante el juez. Así lo ha declarado el juzgado de primera instancia número 83 de Madrid, que ha concluido que Eto’o es el padre biológico de la joven, según han informado Fernando Osuna, el abogado de Erika —habitual en este tipo de reclamaciones de paternidad de famosos— y su madre, Adileusa do Rosario, con quien Samuel Eto’o mantuvo una breve relación a finales de la década de los noventa.

El exdelantero del Real Madrid y del Barça ha sido acusado de retrasar “maliciosamente el caso” por su negativa a someterse a la correspondiente prueba de ADN. Así, la justicia ha dado la razón a madre e hija y ha obligado al camerunés a reconocerla, además de someterse al pago de “una pensión de alimentos de 1.400 euros al mes hasta que encuentre trabajo porque se encuentra en situación de desempleo”, según su abogado. Además, la sentencia tiene carácter retroactivo de tres años, lo que supone que el jugador debe, además, abonar algo más de 50.000 euros a su hija.

Fue en 2019 cuando la joven acudió a la justicia para que se la reconociera como hija legítima del exfutbolista. Ya en julio de 2020 Eto’o fue condenado a pagarle esa pensión de 1.400 euros “en concepto de alimentos provisionales” como medida cautelar a la espera de que se resolviera la demanda, una condena que nunca se llegó a cumplir. Tras varios requerimientos por parte de Erika —no contestados por Eto’o—, en febrero de 2020 tuvo lugar el juicio para ver su caso. Ante el silencio del exjugador, ella hizo un llamamiento “angustiada” en septiembre de 2021 para que se dictara la sentencia, afirmando que la situación económica que comparten ella y su madre es muy precaria.

“Erika lo está pasando muy mal”, explicó Osuna en conversación telefónica a EL PAÍS el pasado septiembre. “A duras penas está pudiendo pagar sus estudios, acabar su carrera de Magisterio, y lo hace trabajando en pizzerías, bares, cafeterías... mientras ve a su padre viviendo a todo tren. Él tiene muchísimo patrimonio y no le costaría ningún trabajo hacerse cargo de ella”, opinó entonces el letrado.

Erika es fruto de una relación que terminó en embarazo en febrero de 1998. Cuando Adileusa comunicó al exfutbolista que estaba embarazada, este le dijo “que actuaría de forma responsable respecto al hijo en común, aunque habría preferido no tenerlo”, según informó ella misma la primera vez que su hija pidió ayuda a la justicia. Añadió además que durante el embarazo se intentó comunicar con Eto’o, pero este no contestó a sus llamadas telefónicas ni a sus correos, incluso después de dar a luz. La pequeña nació en 1999 en el hospital de la Fundación Alarcón de Madrid, cuando su supuesto padre militaba en el RCD Espanyol, y desde entonces el jugador no se ha pronunciado al respecto en ningún momento.

Erika y Adileusa Do Rosario, en un juzgado de Madrid, el pasado mes de julio.
Erika y Adileusa Do Rosario, en un juzgado de Madrid, el pasado mes de julio.Getty Images

Tampoco lo ha hecho para proporcionar la prueba de ADN que confirmaría oficialmente que Erika es su hija biológica. Al resultar imposible dar con él, han decidido saltarse este paso, que suele ser fundamental en estos casos. El equipo legal de Erika, capitaneado por el abogado Fernando Osuna, pidió ante el juez la resolución del caso sin que Eto’o tenga que presentar la correspondiente muestra genética, consiguiendo ahora su objetivo.

Este no es el primer caso de una demanda de paternidad que vive el camerunés. Una joven italiana, de ahora 18 años y llamada Annie, fue reconocida como hija suya por un juzgado de Palma de Mallorca en 2004. Es hija de una mujer llamada Anna Barranca, a la que Eto’o conoció en una gasolinera de Palma en 2001 y con quien estuvo apenas tres meses, hasta que ella se quedó embarazada. En verano de 2019 el deportista fue sentenciado a pasarle una pensión alimenticia de 10.000 euros, pero como no cumplió con ello, Annie le llevó de nuevo a juicio a principios de 2020.

Además de esas dos hijas, el exfutbolista tiene otras tres con su actual esposa, Georgette Eto’o, a la que conoció en 2007 y con quien se casó en 2014: Sienna, Lynn y Maelle. También tiene dos hijos llamados Junior y Soan que residen en París, con los que apenas tiene relación. Finalmente, tuvo otro hijo con María Ángeles Pineda, que en julio de 2018 le reclamó 16.400 euros por impago de la pensión alimenticia.

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