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Invertir en verano para aprovecharlo en invierno: ‘Indoor/Outdoor’, la tendencia decorativa que elimina los problemas del espacio en casa

Inspirada en el mobiliario nórdico de jardín de finales de los años cincuenta, la propuesta defiende apostar por objetos duraderos durante el estío que sirvan cuando lleguen los meses gélidos. Una forma inteligente (y sostenible) de equipar cualquier estancia al aire libre

Decoración
Un conjunto de mesa y sillas para el jardín de Kave Home.Kave home
Victoria Zárate

En 1959, la arquitecta y diseñadora danesa Bodil Kjær (Horsens, 1932) cambió para siempre la historia del mobiliario. Con la idea de que un diseño redondo surge como respuesta a una necesidad, ideó para el mercado estadounidense una de sus colecciones más memorables: Indoor/Outdoor. Esta cantera de muebles creada junto a la compañía C.I. Design de Boston, para su uso tanto en espacios interiores como al aire libre respondió a una simple pregunta que rondaba la mente de Kjær: “¿Por qué tener dos juegos de muebles si con uno es suficiente?”.

Esta cuestión fue el motor de una serie de prototipos en material de teca inspirados en las formas compactas del cubismo. Permanecieron varios días a la intemperie en un porche frente al océano Atlántico, con el objetivo de comprobar su resistencia frente a las inclemencias del tiempo como la humedad, los rayos de sol o el viento. Fabricada de forma ininterrumpida durante 25 años (y relanzada por Carl Hansen en 2018 como BK 10-15), esta línea de mobiliario trastocó la manera de entender el mobiliario de jardín y su uso relegado a la época seca del año.

La búsqueda de espacios abiertos y verdes en las viviendas que potenció el confinamiento, unida a la necesidad de optimizar el espacio en los hogares con la implantación del teletrabajo (más actividades en menos metros cuadrados), ha convertido la fórmula de Kjær es un manera inteligente de entender la decoración en los hogares. La propuesta es sencilla y fácil de ejecutar: invertir en muebles y objetos que puedan convivir en ambos espacios, reducir el cambio estacional a detalles como vajillas o textiles y optar por materiales resistentes que resulten además sostenibles al prolongar su uso en el tiempo.

A continuación, algunas ideas para optimizar los entornos físicos con un bonito diseño que priorice el confort.

1. El comodín de la mesa auxiliar

El modelo Ander de The Masie, mesa exterior redonda de aluminio y cristal de 80 centímetros.
El modelo Ander de The Masie, mesa exterior redonda de aluminio y cristal de 80 centímetros.The Masie

Lo que en verano puede servir de mesa para el almuerzo en una terraza o incluso en un balcón, en los meses más fríos acumula un sinfín de usos dentro de la vivienda. Desde una mesa de centro o lectura hasta un atril para macetas bajo un rincón luminoso, o como escritorio para los más pequeños. La elección de los materiales va a determinar su versatilidad; el ratán natural o la cuerda, por ejemplo, son resistentes al sol y la lluvia, y resultan muy ligeros en el transporte (en la imagen, Ander, de The Masie, por 429,95 euros).

En metal esmaltado (como esta mesa de H&M, por 19,90 euros) podrán reciclarse como mesa de apoyo durante el otoño, en un salón industrial o con una decoración sobria. Los materiales sintéticos como el polipropileno con un acabado anti-UV son idóneos para jardines o espacios abiertos que vivan largas horas de exposición al sol. En acabado mate (como la mesa Kailua, de Gato Preto, por 90,30 euros) y colores neutros resultan fáciles de combinar en cualquier estancia, incluso como muebles auxiliar en un baño o dormitorio.

2. Lámparas portátiles sin cables

Lámpara de mesa portátil Tea, de Kave Home.
Lámpara de mesa portátil Tea, de Kave Home.Kave Home

Estas linternas y farolillos del siglo XXI permiten en un simple gesto iluminar cualquier rincón, dentro y fuera de la casa. Carecen de cableado y se recargan por USB permitiendo varias horas de autonomía sin instalación eléctrica en el exterior.

Con un diseño curvo creado por el estudio Reverse Consultancy, que recuerda a una cesta por su asa de madera, la lámpara Ridley de Kave Home es ya un icono contemporáneo. Este verano evoluciona con una forma achatada y metal en Tea (55,99 euros), que ofrece una luz LED cálida que viajará del cenador al sofá como luz de lectura en apenas unos segundos.

3. Alfombras de fibras sintéticas

La alfombra Kenya de Maisons du Monde.
La alfombra Kenya de Maisons du Monde.Maison du Monde

Después de los muebles funcionales, las alfombras son los objetos más voluminosos de una vivienda y ocupan muchos centímetros de almacenaje cuando no se usan. No por ello hay que dejar de sumarse a la tendencia de decorar rincones de exterior con ellas a modo de chill out, siempre que las elijamos en bonitos colores y texturas para sumarse a la decoración interior de la casa cuando acabe el verano. En tonos vivos y formas geométricas, pueden convertirse incluso en un parque de juegos para niños.

A la hora de elegir el material, es mejor inclinarse por el fake que por el original. Sintéticos como el polipropileno (en la imagen el modelo Kenya de Maisons du Monde, a partir de 72,95 euros) que repelen al agua y con protección UV, o fórmulas ecofriendly fabricadas a partir de botellas de plástico recicladas (Assouel, de Kave Home, por 113,99 euros), aguantarán tanto las inclemencias del tiempo como un terremoto de cumpleaños en la cocina.

4. Larga vida a las ‘camareras’

La camarera Hiba, de La Redoute Interieurs.
La camarera Hiba, de La Redoute Interieurs.La Redoute Interieurs

Creadas en la época victoriana para transportar el servicio de té, alcanzaron su popularidad (y función más conocida) a principios del siglo XX ya a modo de mueble bar. El diseño de Alvar Aalto de 1936 conocido como Trolley 901 (reeditado por Artek desde hace unos años) lo transformó en un icono, algo que se prolongaría en el tiempo con nuevos modelos en manos del estilo mid century.

Tras varias décadas en desuso regresan con fuerza por su funcionalidad y, sobre todo, por su fácil transporte en diferentes ambientes, como de la cocina al salón o directo a la piscina. Cuando llegue el frío, servirá de alacena portátil para organizar la vajilla o almacenar especias y todo tipo de compañeros de mesa. En la imagen, camarera Hiba de La Redoute Interieurs (130,98 euros).

5. Una montaña de sillas

Una mesa de terraza y el modelo de silla Torparö de Ikea, inspirada en las perforadas en metal de los años setenta.
Una mesa de terraza y el modelo de silla Torparö de Ikea, inspirada en las perforadas en metal de los años setenta.Ikea

A la hora de configurar un comedor el número de comensales que imaginamos en momentos puntuales es el gran determinante del espacio. Pero durante el día a día, en realidad, es mucho menor en proporción a la cantidad de sillas que elegimos. En el exterior sucede lo mismo, con el añadido de que solo se usan unos meses al año. La solución para disponer de suficientes asientos en una sobremesa concurrida en verano sin ocupar espacio el resto del tiempo es recurrir a sillas plegables y ligeras que se puedan almacenar en vertical.

La silla “monobloque” blanca, ese clásico de plástico de los chiringuitos creada en 1967 por el diseñador industrial Vico Magistretti, ha evolucionado a diseños más contemporáneos y apetecibles. El gigante Ikea es maestro en la materia. Su asiento Torparö (29 euros), inspirado en las sillas perforadas en metal de los años setenta, es una opción asequible y bonita de ahorrar espacio gracias a su estructura aplicable en acero con revestimiento en polvo y plástico. Fácil de mantener y encaja en cualquier espacio.

6. Un ‘fire pit’ original

Modelo Terrain, disponible en Anthropologie.
Modelo Terrain, disponible en Anthropologie.Anthropologie

Las antorchas solares de LED son una alternativa sencilla para los que buscan incluir la calidez de una llama en el jardín. Pero si se tiene espacio y se busca un efecto más realista, los braseros de cobre que datan de la Antigua Roma son una tendencia al alza. Además de proporcionar una luz tenue son una fuente de calor móvil para las noches más templadas.

Cuando dejan de cumplir su función original pueden transformarse una mesa de bar si incluyen una tapa en el mismo material (como este modelo de Terrain, disponible en Anthropologie por 990 euros). En el caso de no llevarla bastará con incorporar un cristal de generoso grosor para servir de mesa de aperitivos y bebidas en el salón.

7. Un diván en el que hacer (casi) de todo

Diván Blond de WestwingNow, que incluye cojines en tapizado blanco.
Diván Blond de WestwingNow, que incluye cojines en tapizado blanco.WestwingNow,

El diván, esa cama liviana sin cabecero en la que remolonear y leer durante el día (o incluso psicoanalizarse), lleva seduciendo al hombre desde su origen, allá por el siglo VIII en Turquía.

Los divanes de exterior se popularizaron en los años setenta del siglo pasado bajo estructuras de bambú, con un diseño bohemio a la par que resistente que soporta bien los cambios de temperatura. Aunque se agrieten por la lluvia y la luz no afecta a su durabilidad, adquiriendo una pátina antigua muy sugerente.

Cuando llega el buen tiempo se convierten en sinónimo de siestas interminables bajo la sombra o como zona de recreo, además de un asiento auxiliar cuando proliferan las visitas. En interior, los usos se multiplican, ya sea a modo de banco para el recibidor o asiento en el que dejar la ropa al final del día. En la imagen, diván Blond de WestwingNow que incluye cojines en tapizado blanco (859 euros).

8. El asiento del nuevo milenio

'Puf' de Zara Home.
'Puf' de Zara Home.Zara Home

El año 2000 trajo en la decoración un amor inusitado por el plástico, el retrofuturismo y unos asientos saco popularizados como pufs. Tras quedar durante varias décadas en el olvido colectivo regresan ahora con formas más depuradas, pero igualmente cómodos, para convertirse de nuevo en el asiento favorito de las tardes bajo el sol.

Este diseño de Zara Home (disponible en gris y crema por 99,99 euros) estiliza su forma aplastada e incluye un bolsillo exterior para guardar un libro o el mando a distancia. Cuando no se use podremos trasladarlo al salón con facilidad gracias a un asa trasera en el mismo tejido. Un asiento perfecto para descansar (solos o con las mascotas), ver una película o simplemente no hacer nada.

9. De jarrón escultural a frasca de verano

El modelo Miami de Gato Preto, disponible en dos juegos de colores (azul y naranja o cien y gris).
El modelo Miami de Gato Preto, disponible en dos juegos de colores (azul y naranja o cien y gris).Gato Preto

Tan fácil como cambiar su contenido y el lugar de ubicación. Solos o con ramos de flores, un sencillo recipiente en vidrio borosilicato pasar de ser un florero a una jarra de agua o un decantado de vino para las mesas de verano bajo el sol. El modelo Miami de Gato Preto, disponible en dos juegos de colores (azul y naranja o cien y gris), cumple todas estas funciones por solo 9,99 euros.

10. Un banco nómada

Banco plegable de Sklum tapizado en tela Oxford.
Banco plegable de Sklum tapizado en tela Oxford.Sklum

Si los asientos apilables son la esencia de una casa que busque ahorrar espacio, las estructuras que permiten plegarse por completo son el modo fácil y ligero de hacerlos desaparecer a simple vista. Giancarlo Piretti, con la pionera silla Plia de 1967 o la interpretación que Jasper Morrison realizó décadas más tarde con el modelo Folding Air-Chair son algunos ejemplos de los diseñadores que han caído rendidos a su funcionalidad.

Ligados normalmente a materiales compactos como el polipropileno y la fibra de vidrio, los asientos plegables fabricados en acero y con telas resistentes a la luz y la humedad son un clásico del mobiliario de camping que puede reciclarse en espacios de interior. Este banco plegable de Sklum tapizado en tela Oxford (124,95 euros) no requiere limpieza, y encaja tanto en una noche bajo las estrellas como en el recibidor de una vivienda. Cuando no sea útil podemos esconderlo bajo un sofá o una cama.

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Sobre la firma

Victoria Zárate
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 2016. Coordinó la web de Tentaciones y su sección de moda y estilo de vida hasta su cierre en 2018. Ahora colabora en Icon, Icon Design, S Moda y El Viajero. Trabajó en Glamour, Forbes y Tendencias y ha escrito en CN Traveler, AD, Harper's Bazaar, V Magazine (USA) o The New York Times T Magazine Spain.

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