_
_
_
_
_

La Guardia Civil investiga la muerte violenta de una mujer en una urbanización de Soto del Real

La víctima vivía sola en un chalet con una puerta rota y fue hallada por un familiar el 21 de mayo

Puerta precintada de la vivienda en Soto del Real en la que se investiga la muerte violenta.
Puerta precintada de la vivienda en Soto del Real en la que se investiga la muerte violenta.Santi Burgos
Patricia Peiró

La Guardia Civil investiga la muerte con signos de violencia de A. E. B., una mujer que ronda los 50 años hallada en su vivienda en Soto del Real el pasado 21 de mayo en las primeras horas de la mañana. La víctima vivía sola en una urbanización del municipio madrileño y su cuerpo lo encontró un familiar, según apuntan fuentes cercanas al caso. Por el momento, hay varias hipótesis abiertas, pero los investigadores descartan que se pueda tratar de un suicidio ni un caso de violencia de género. El instituto armado informa de que el fallecimiento se produjo por un golpe. La investigación permanece bajo secreto.

La vivienda esta dividida en el interior en dos mitades, a una se entra por la puerta delantera y a otra, por un acceso trasero ubicado en un estrecho callejón de la urbanización. Es esa puerta de atrás la que ahora permanece precintada por la Guardia Civil, porque además, su pomo está roto. Varios residentes en la zona aseguran que esa cerradura llevaba así mucho tiempo y que la puerta estaba casi siempre abierta. Esa entrada da a parar a una especie de patio en el que hay otra entrada para acceder a esa parte de la vivienda, en la que se encuentra la cocina. Es en la parte de atrás donde se halló el cuerpo. El chalet permanece cerrado aunque con prácticamente todas las ventanas abiertas desde que la Guardia Civil lo inspeccionó en busca de pruebas de lo que le pudo suceder a A.

Patio trasero de la vivienda por el que se accede a la casa en la que fue hallada la mujer.
Patio trasero de la vivienda por el que se accede a la casa en la que fue hallada la mujer.Santi Burgos

La mujer, originaria de Colmenar Viejo, residía en esa vivienda unifamiliar desde hace algo menos de dos décadas, según apuntan algunas fuentes cercanas a la víctima. En ella vivió su exmarido, que se mudó a otra vivienda del municipio cuando se divorciaron, hace algo más de una década, señalan estas mismas fuentes. Entonces se quedó a vivir en esa casa con su hijo, que ahora es un veinteañero de nombre A., que hace unos tres años se había independizado, aunque seguía acudiendo con regularidad a casa de su madre, especialmente los fines de semana, aseguran algunos de los vecinos que le seguían viendo en la urbanización a menudo.

Los residentes aseguran vivir momentos de incertidumbre al desconocer qué ha podido suceder en casa de su vecina y se mantienen alerta ante la posibilidad de que se trate de un posible asalto. Desde hace dos semanas los rumores corren entre los vecinos y muchos de los consultados recalcan que normalmente observaban mucho trasiego de personas en los alrededores del unifamiliar. “Estamos preocupados porque esta es una zona tranquila y bastante retirada. Aquí hay rumores de todo tipo desde el primer día, yo lo único que tengo claro es que ese día A. murió porque es lo único que me ha dicho la Guardia Civil. Los agentes estuvieron todo el día en la casa, los de paisano, los de uniforme y los del traje blanco. Yo los vi a las ocho de la mañana y hasta por la noche no se marcharon”, destaca un residente que prefiere no dar su nombre. Varios vecinos apuntan también que ese día acudieron al lugar tanto el hijo como el exmarido de la víctima, que llegaron a trasladarla a un centro de salud.

Los agentes también tomaron declaración a algunos de los lugareños. Muchos de ellos les contaron los pocos detalles que se saben de un vecino: que hace tiempo era habitual ver a la mujer haciendo deporte por los alrededores, pero que en los últimos años cada vez estaba más en casa, que trabajaba en una multinacional y que a veces pasaba temporadas con su familia en Colmenar. Algunos recordaban este jueves la última vez que la habían visto. Todo episodios normales. “La vi una semana antes caminando calle arriba, tan normal”, rememora uno. “Hace poco estuvimos hablando sobre arreglar el cableado de las calles”, comenta otra.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El chalet donde se ha producido la supuesta muerte violenta tiene en sus muros un cartel que alerta de que la vivienda cuenta con videovigilancia. Si efectivamente tenía instalado el sistema y estaba en funcionamiento, las grabaciones serán vitales para saber qué pasó en la madrugada del 21 de mayo. La urbanización no tiene servicio ni personal de seguridad propio. La casa contigua al unifamiliar en el que sucedieron los hechos sí que tiene un sistema de vigilancia que incluye sensores de sonido y que el día en el que murió la víctima registró una subida de dos decibelios por encima de lo normal a las seis de la mañana.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_