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Desastre en la inauguración de las urgencias extrahospitalarias de Ayuso: el 60% de los médicos se da de baja el primer día

La Consejería de Sanidad comunica de madrugada a los facultativos su nuevo centro de trabajo y horarios y durante la mañana han renunciado 94 sanitarios por situaciones personales de incompatibilidad con estos puestos

Centro de urgencias de Espronceda
Una docena de sanitarios de las zonas rurales se han concentrado este jueves a las puertas del centro 24 horas de la calle de Espronceda, en el distrito de Chamberí.Borja Sánchez-Trillo (EFE)
Berta Ferrero

Desastre en las urgencias extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid. La Consejería de Sanidad ha contabilizado más de un 40% de bajas entre el personal sanitario que se tenía que incorporar este jueves a los 78 Centros Sanitarios 24 horas. Son médicos, enfermeras o celadores que han comunicado a lo largo del día, “en ocasiones a menos de dos horas de la apertura de su centro”, según palabras de la Administración, que no iban a ocupar su puesto en las instalaciones reabiertas por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso por “incapacidad temporal, por situaciones personales de distinta índole o por permisos solicitados por incidencias familiares”. El viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Fernando Prados, ha explicado que, entre los médicos, las bajas ascienden al 60%. La sorpresa, en realidad, no ha sido tal para la profesión médica, que ya había avisado con anterioridad de que al menos 30 sanitarios habían renunciado a su puesto de trabajo, porque hasta el momento realizaban horarios específicos para conciliar con sus situaciones personales y no podían asumir ese cambio de condiciones de un día para otro. En muchos casos, lo han comunicado con solo horas de antelación, ya que los sanitarios comenzaron a recibir de madrugada los correos electrónicos en los que se les notificaban los nuevos destinos y horarios. Algunos, a las cuatro de la madrugada.

“De los 234 profesionales que habían sido llamados hoy a trabajar, un total de 94 han comunicado su baja por incapacidad temporal, por situaciones personales de distinta índole o por permisos solicitados por incidencias familiares”, ha dicho la Comunidad de Madrid en un comunicado. “Esta situación ha provocado que 43 centros (casi el 60%) se hayan encontrado con la circunstancia de que no tenían médico, situación que se está subsanando con movilización de las 49 Unidades de Atención Domiciliaria desplegadas por el Summa 112, algo que se había acordado que no se haría en el acuerdo con los sindicatos.

“El sistema se había pactado con los sindicatos en mesa sectorial, llevamos muchas semanas trabajando con ellos en más de seis encuentros en los que hemos ido dibujando el método de ordenación para poder abrir estos centros”, ha explicado el viceconsejero de Sanidad.

Según el nuevo plan, los 78 nuevos Centros Sanitarios 24 horas ―formados por los 41 Servicio de Atención Rural (SAR) y los 37 antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP)― contaban con la mitad de los profesionales de la pandemia. De los 360 médicos que antes estaban repartidos entre los 41 SAR y los 37 SUAP, ahora solo habrá 210, es decir, los que ya trabajaban en los servicios de atención rural. Mientras, los médicos que trabajaban en los SUAP y fueron distribuidos entre el Hospital Enfermera Isabel Zendal y las unidades de atención domiciliaria provisionales creadas durante la pandemia se dividirán. Los que fueron destinados al hospital de pandemias (16) acabarán formando parte de la plantilla de atención primaria y, por tanto, de los nuevos Centros Sanitarios 24 horas. Los segundos, seguirán bajo la tutela del Summa 112, como han estado desde 2004, cuando se cambió el Plan Integral de Urgencias y Emergencias Sanitarias de la Comunidad de Madrid. Eso significa que ya no volverán al puesto fijo que tenían en su centro de salud y continuarán en las unidades de atención domiciliaria, es decir, en una unidad móvil que atiende a pacientes en sus casas.

Y ese ha sido el principal escollo por el que el sindicato Amyts no ha suscrito el acuerdo con la Consejería de Sanidad, como sí han hecho Satse, CC OO, CSIT UP y UGT, que consiguieron mejorar las condiciones laborales de los sanitarios, pero no aumentar el número de efectivos hasta sumar los mismos que había antes de la pandemia.

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“No se ha tenido en cuenta, ni tan siquiera, a pesar de los pocos profesionales que son, el día que empezaban a trabajar. No era tan difícil, gerentes y señor consejero”, ha dicho Ángela Hernández, portavoz de Amyts. “Había que tener al menos la decencia de, si le vas a cambiar de dispositivo y cambiar las condiciones, que el día que tenía que incorporarse a trabajar coincidiera con este día [por este jueves]. Parece ser que está habiendo muchos problemas con los permisos de conciliación, con las reducciones... La gente tiene montada su vida de una determinada manera y no puede cambiarla de un día para el siguiente. Y esto nos hace temer que se produzcan y aumenten el número de renuncias que ya sabemos que se han estado produciendo. No nos podemos permitir perder médicos, tenemos que atraerlos, y así va a ser muy, muy difícil”, ha lamentado Hernández.

El viceconsejero Prados admite que se ha “tardado mucho en decirle a los profesionales porque realmente hasta antesdeayer [por el martes]” no cerraron con los sindicatos el acuerdo por el cual se ponía en marcha el nuevo sistema. “Y nos parece una descortesía decirle a los profesionales cuál iba a ser el método de trabajo sin haberlo terminado de plasmar con los sindicatos. Y ese retraso ha provocado que algunos trabajadores no hayan recibido la información de una forma correcta, por lo que pedimos disculpas, por supuesto, pero sí que es verdad que desde hace mucho tiempo sabían que hoy [por el jueves] se iban a abrir los centros”, ha insistido. Sin embargo, no ha explicado por qué no se ha retrasado un par de días el inicio del nuevo plan.

Los médicos que estaban trabajando hasta ahora en los servicios de atención rural suelen ser aquellos que aceptaron ese destino porque necesitaban conciliar con sus situaciones personales y los horarios de las urgencias de estos centros se lo permitían. “Tampoco era un chollo, ¿eh?”, insistía José Miguel Enguidanos, médico de 62 años del Servicio de Atención Rural de Cadalso de los Vidrios. “A cambio nosotros nos encargábamos de hacer las noches, los fines de semana, los festivos como Navidad, Reyes, Semana Santa... turnos que nadie quería. Pero lo hacíamos de forma voluntaria por dos razones: o somos personas mayores que necesitamos tiempo para otras cosas, o son médicos jóvenes con niños muy pequeños que necesitan conciliar”.

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Sobre la firma

Berta Ferrero
Especializada en temas sociales en la sección de Madrid, hace especial hincapié en Educación o Medio Ambiente. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Cardenal Herrera CEU (Valencia) y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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