Feijóo relega la polémica sobre Bildu y dirige la semana final de campaña a captar los votos de Vox

“Lo de Bildu ha sido un regalo”, confesaba en privado en Valencia un candidato del PP que se examina el próximo domingo. La polémica por las listas de la coalición abertzale, que los populares han estirado durante toda la primera etapa de la campaña, ha permitido al PP afrontar la recta final hacia las elecciones autonómicas y municipales con una tendencia de crecimiento, según los trackings internos del partido. No es mucho, apenas unas décimas o, como máximo, un punto en algunos lugares, transmiten fuentes de la dirección, pero lo suficiente para que el vuelco “se toque con la punta de los dedos” en algunos territorios en disputa, como proclamó Alberto Núñez Feijóo este domingo ante unos 10.000 simpatizantes del PP que llenaron la plaza de toros de Valencia. Lo que se podía ganar, en todo caso, ya se ha ganado; y además el partido se ha dividido “en dos discursos”, confiesan en la cúpula popular, así que hay que pasar página. Feijóo cambia el paso y dirige su estrategia la última semana a una llamada al voto útil en torno al PP centrada en arrebatar votantes a Vox.

La dirección del PP es consciente del ruido que le ha terminado provocando la presencia de exetarras en las candidaturas del partido vasco, con el desafío de Isabel Díaz Ayuso a la posición de Feijóo y su defensa, en contra del criterio del líder, de la ilegalización de la coalición abertzale. Así que Bildu seguirá presente en los discursos del presidente del PP, pero ya no será el eje central, como ha ocurrido en los últimos diez días. Este domingo, Feijóo le dedicó en Valencia apenas “un párrafo” a este tema, según destacaban luego fuentes de su entorno. “Si te indigna el sanchismo y que este sanchismo no rompa con Bildu, vota”, proclamó Feijóo, que después pasó a centrar sus ataques en Sánchez por sus “mentiras” con ese y otros temas.

La estrategia de la cúpula del PP relega ahora a Bildu, aunque la presidenta madrileña no suelta la presa. Solo 24 horas antes, Ayuso estaba en Bilbao poniendo deberes a Feijóo y pidiendo a su propio partido con toda solemnidad que inste en el Congreso a ilegalizar a la coalición abertzale. “El País Vasco, España entera y la Unión Europea necesitan que sus más altos poderes, el legislativo y el judicial, se pronuncien sobre esto, y quizá, si no lo hacemos, nos vamos a arrepentir pronto”, advirtió Ayuso a los suyos, ajena a las críticas que ha recibido de víctimas del terrorismo, como Consuelo Ordóñez en EL PAÍS, por “banalizar” el problema. “Ayuso pide que el Congreso emplace al Supremo a mirarlo. Muy bien, lo hacemos, ¿y luego, qué? Porque el Supremo diría que no se puede ilegalizar a Bildu, entonces, ¿qué haríamos después?”, contraponían a la líder madrileña este domingo fuentes del entorno de Feijóo tras la demostración de fuerza en Valencia.

El líder estaba ufano tras haber conseguido en la ciudad valenciana la exhibición de músculo que buscaba, un pleno en la plaza de toros en el ecuador de la campaña electoral. Lugar icónico para el PP, el coso valenciano ha sido escenario de grandes actos electorales de José María Aznar y Mariano Rajoy. Es cierto que todos los presidentes del PP han conseguido llenarlo: también el defenestrado Pablo Casado, en la convención nacional de octubre de 2021, lo que no evitó que cuatro meses después terminara su carrera política. Pero los partidos buscan este tipo de grandes movilizaciones en campaña para insuflar ánimo a los suyos y desmoralizar a los rivales, y Feijóo sacó pecho en su debut en la plaza de toros de Valencia ante el “nerviosismo en La Moncloa”, dijo, porque los socialistas salían perdiendo en la comparativa con su mitin del sábado, en el que habían reunido a unas 6.000 personas, según el PSOE, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El PP buscaba la foto de la plaza de toros también como mensaje a Vox. Porque en la recta final de campaña, y superada la pantalla de Bildu, los populares dirigen su estrategia hacia el partido de extrema derecha. Vox es el único socio posible para arrebatar el poder a la izquierda en muchas comunidades autónomas y Ayuntamientos, pero al PP le interesa un aliado al que le hayan sacado mucha distancia en las urnas para que este tenga más difícil exigirle entrar en los Gobiernos. Por eso Feijóo centrará su mensaje en la última semana a las llamadas a concentrar el voto en el PP como vía más eficaz para echar al “sanchismo” del poder.

En Valencia, este domingo, con el simbolismo de la plaza de toros completa, el líder del PP citó por primera vez en un mitin de forma expresa al partido ultra. “Sé que hay votantes de Vox que desean Gobiernos fuertes y comprometidos con nuestro país. Vengo a pedir una oportunidad en nombre de mi partido para hacer posible el cambio”, exhortó Feijóo a los votantes de la extrema derecha, antes de mencionar también a los votantes de Ciudadanos y a los del PSOE. “Si quieres cambio, vota, y si quieres cambio concentra el voto en el PP”, clamó el líder popular. La apelación más meditada y medida, explican en el PP, era para los votantes de Santiago Abascal, a quienes Feijóo cortejará en la recta final para evitar que le agüen la fiesta de una posible victoria la noche del 28 de mayo.

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