En Melilla, las redes de compra de votos por correo están instauradas desde hace años. La Policía Nacional, proceso electoral tras proceso electoral, ha detectado indicios de captación de sufragios a cambio de dinero o dádivas. Unas tramas instauradas que se han agravado en la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo.

¿Cómo funcionan las redes de compra de votos?

Las mafias investigadas por la Policía Nacional son redes piramidales lideradas por altos cargos políticos que encargan a otros allegados hacerse con los votos de los censados. Esos segundos intermediarios trasladan la orden a terceros y, de ahí, al último estrato, integrado por delincuentes comunes que contactan directamente con los vecinos y realizan el trabajo sucio. El dinero corre entre las estructuras mientras que la responsabilidad se diluye.

¿Por qué se efectúa la captación de los sufragios mediante el voto por correo?

El sistema que más garantiza que efectivamente el censado coja la papeleta del partido implicado es el del voto por vía postal. El ciudadano recibe la documentación de manos del cartero por correo certificado, pero cualquier persona puede entregar luego en la oficina su sobre, incluso varios. En Melilla, son numerosas las ocasiones que un vecino ha acudido a entregar decenas de sobres de una tacada. También viajan hasta ciudades como Málaga para ir a una oficina distinta y no levantar así sospechas, pues la Policía investiga las operaciones desde hace años.

¿Por qué se da en Melilla?

Las bandas investigadas aprovechan la vulnerabilidad de parte de los melillenses, con barrios en los que la renta media de los censados es mucho más baja que la de otras ciudades de la Península. Hay viviendas en las que todos los miembros de una mismo núcleo familiar, sobre todo en los distritos más desfavorecidos, han solicitado el voto por correo. Los delincuentes captan principalmente los votos de familias vulnerables, aunque en esta campaña se ha sumado a los jóvenes como objetivo prioritario. Incluso acuden a las puertas del instituto o los abordan en espacios públicos, según las pesquisas policiales.

¿Cuánto se paga por un voto?

Por un voto se suele pagar entre 50 y 150 euros. Pero no solo se ofrece dinero líquido. También hay promesas sobre licitaciones, ayudas o subvenciones valiéndose de la situación de preeminencia en el cargo, en caso de salir elegidos, según las pesquisas policiales. Los investigadores señalan además que en ocasiones se llega incluso a “amenazar” a quienes no se suban al carro. Y se atemoriza a quienes delaten los hechos.

¿Qué ha cambiado en esta campaña de las elecciones de 28 de mayo?

Las acciones ejercidas por las mafias se han recrudecido este 2023 en comparación con comicios anteriores, tanto en su volumen como en su virulencia. Es la primera vez que los carteros sufren asaltos directos a sus personas mientras realizan el reparto de los votos por correo. La semana pasada se registraron cinco ataques contra los repartidores, lo que llevó a la Delegación de Gobierno a reforzar la seguridad para que los repartidores fueran escoltados por agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil o Policía Local. La Policía Nacional trasladó la investigación al juzgado número 2 de Melilla, que mantiene el caso bajo sumario.

Un total de 11.707 personas han solicitado el voto por correo en Melilla, el 21,21% del total de los sufragios, y más del doble de los registrados en los comicios de 2019. Pero solo se han entregado en la oficina 921, un 7,8% de las peticiones. De los cuales, 761 se depositaron antes de la resolución de la JEZ de aportar el DNI.

¿Cuántos votos hacen falta para conseguir un escaño?

En Melilla, con un sistema a caballo entre el Ayuntamiento y el Parlamento autonómico, se reparten 25 asientos en la Asamblea. Para conseguir un escaño, se necesitan en torno a 1.000 votos. Con algo más de 85.000 habitantes, el Ejecutivo de la ciudad autónoma maneja un presupuesto anual de hasta 350 millones de euros.

¿Quién gobierna ahora en Melilla?

En Melilla gobierna Eduardo de Castro, que concurrió por Ciudadanos a las elecciones en 2019 y se convirtió en el único presidente autonómico de ese partido con un acuerdo a varias bandas: aunque logró solo un escaño, el suyo, De Castro llegó a un acuerdo de coalición con el PSOE (cuatro representantes) y Coalición por Melilla (ocho) —partido localista con influencia sobre la población musulmana—. El pacto desbancó a Juan José Imbroda (PP) tras casi dos décadas a cargo de la ciudad autónoma. De Castro fue expulsado de Ciudadanos en 2021 por ocultar al partido que estaba imputado en una causa por prevaricación, pero no abandonó la presidencia de la ciudad. Las encuestas sitúan ahora en cabeza a PP y a Coalición por Melilla, separadas por un estrechísimo margen.

¿Quiénes han sido investigados anteriormente en Melilla?

El presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, y el ex secretario general del PSOE de Melilla Dionisio Muñoz Pérez fueron sentenciados como culpables de la compra de votos hace años. Hassan Driss, exviceconsejero del PP, y Javier Lence, gerente de los populares, fueron juzgados y absueltos. Un colaborador de ambos sí fue declarado culpable. “Es difícil luego probar los hechos ante el juez. Actúan como una red de narcotráfico”, subrayan fuentes policiales.

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