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Las denuncias por violencia sexual en Cataluña señalan que la sumisión química en discotecas es casi inexistente

Las cifras también reducen a un 4% los casos de agresiones sexuales grupales en el primer cuatrimestre del año

Rebeca Carranco
Manifestacion violencia sexual Cataluña
Una imagen de archivo de una manifestación estudiantil contra la sentencia del caso de la manada en Barcelona en 2018.Albert Garcia

El análisis de las denuncias por violencia sexual presentadas ante los Mossos los primeros cuatro meses del año permiten concluir que los casos de sumisión química son excepcionales. La policía catalana ha recibido 13 denuncias, de las que solo dos son de introducción de alguna droga en bebidas alcohólicas. Los otros 11 han ocurrido en domicilios, seis de ellos vinculados a exparejas. “En las discotecas no hay sumisión química”, ha resumido el comisario de los Mossos Ramon Chacón. La policía catalana tiene en cuenta únicamente el relato de una mujer para considerar que se trata de sumisión química.

El exhaustivo análisis de la policía catalana basándose en las 1.247 denuncias (485 de ellas agresiones con penetración) presentadas hasta abril (19% más que el mismo periodo del año anterior) revela que las agresiones sexuales múltiples son también un pequeño porcentaje del total (58, un 4%), con 79 participantes. La mayoría las cometen entre dos y tres hombres, y un 25% se usa la violencia física. En cuatro de cada diez casos (43%) la víctima conoce al autor, y en una de cada cuatro agresiones de este tipo, solo un hombre actúa activamente en el ataque.

Los Mossos han puesto también el foco en los menores de edad, que son el 38% del total de las víctimas de violencias sexuales (1.487), de las que el 16% (238) tienen menos de 12 años, y el 22% (329) de 13 a 17. En seis casos, la policía catalana ha detectado en entornos infantiles (de entre 12 y 14 años) situaciones de acoso escolar que “va degradándose” y pasa de “insultos y golpes” a una “agresión sexual, como puede ser bajar los pantalones a una persona”, ha relatado el comisario Chacón. “Nacen del bullying”, ha indicado, y también ha relatado una denuncia excepcional de tocamientos por la familia de una niña de seis años cometido presuntamente por otros tres niños de nueve.

De nuevo, las cifras reflejan que el 60% de los autores (1.000 detenidos en el primer cuatrimestre del año) son personas conocidas por las víctimas, tal y como ha explicado la portavoz de los Mossos, la inspectora Montserrat Escudé. El 31% de los hechos denunciados son el ámbito de la pareja y la violencia machista, y el ámbito familiar. En el ámbito del ocio nocturno se han cometido el 14% de las violencias sexuales (180) y la mayoría de los que se han cometido en las discotecas han sido tocamientos (72%). Los locales también sirven para captar a víctimas, para después cometer la agresión sexual en el domicilio o en la calle.

Los Mossos lanzaron un plan específico para conocer la dimensión real de la violencia sexual en el ocio nocturno, dentro de una estrategia transversal en el Departamento de Interior para abordar este tipo de delitos, con una unidad central para investigar los casos más graves (UCAS) y detectar perfiles de violadores. La policía catalana no ha localizado depredadores sexuales, pero sí perfiles delicados en 31 denuncias, la mitad de ellas por tocamientos en portales de edificios.

Los mandos de la policía catalana admiten que es difícil atribuir las causas del constante crecimiento de las denuncias por violencia sexual -un 65% en la última década en Cataluña- un delito que incluye desde los tocamientos hasta los casos más graves de agresiones con penetración. Los Mossos cuentan con multitud de parámetros -hasta 300- que pueden extraer de cada denuncia, pero se muestra impotentes antes las causas comunes que explican la estadística general. “Nos cuesta entender el fenómeno”, ha indicado el comisario Chacón. La inspectora Escudé ha recordado la cifra negra, de entre el 70 y 90 por ciento, según diversos estudios, y ha insistido en que la mayor concienciación también permite que se denuncien conductas que hasta ahora no acababan en las comisarías.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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