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El PSC enarbola la bandera del orden y propone una nueva ordenanza de civismo

Collboni, candidato socialista, plantea aumentar las sanciones por actitudes incívicas y mejorar cómo cobrarlas

María Eugenia Gay, número dos de la lista del PSC y Jaume Collboni, cabeza de lista, este viernes por la  mañana en Barcelona.
María Eugenia Gay, número dos de la lista del PSC y Jaume Collboni, cabeza de lista, este viernes por la mañana en Barcelona.David Zorrakino (Europa Press)
Àngels Piñol

El PSC ha decidido apostar claramente por la bandera del orden como uno de los ejes de su campaña electoral. Jaume Collboni, alcaldable socialista, ha expuesto este viernes que su objetivo es hablar del “orden” como una ciudad ordenada y que por ello se propone impulsar una nueva ordenanza de civismo al no actualizarse la actual desde 2006. “Es uno de nuestros retos principales y es urgente. Es una máxima prioridad”, ha afirmado el exteniente de alcalde apuntando que se deben revisar al alza las sanciones y mejorar la eficacia del cobro. El Ayuntamiento solo ha cobrado el 35% de las multas que ha puesto en el último lustro.

Los socialistas han gobernado con los comunes durante los dos últimos ocho años salvo el paréntesis en el que dejaron el gabinete tras ser expulsados por Ada Colau por la aplicación del artículo 155. Por tanto, son corresponsables de no haber atajado las conductas que denuncian. Collboni se ha escudado en que quisieron reformar la ordenanza pero que no tuvieron la suficiente fuerza para aplicarla. Con todo, ha subrayado que fueron claves en este último mandato para atajar el top manta, que copó la Barceloneta y el Moll de Fusta hasta convertirlo en un fenómeno residual; erradicar los taxi-bicis o aumentar las sanciones por beber alcohol en la calle de 100 a 600 euros.

Acompañado de la concejal Marta Villanueva y de Maria Eugència Gay, exdelegada del Gobierno y número dos de la candidatura, con la que el PSC ha lanzado un guiño a los votantes de centro, Collboni ha expuesto que su plan es impulsar un nuevo pacto a favor del civismo que se traduzca en una nueva ordenanza en los 100 días de gobierno para sancionar conductas derivadas como la mala movilidad, el botellón, el ruido o la limpieza. No solo plantea multas: el alcaldable plantea también medidas complementarias como quien hace una pintada sea obligado a limpiarla. “El que pinte una pared, que la tenga que limpiar. Que sea un trabajo comunitario. Tiene que ser una respuesta razonada pero contundente”, ha dicho Collboni.

La filosofía de los socialistas se encierra en la triple “o” en alusión a las iniciales de tres palabras claves de su programa: “orden, oportunidades y orgullo”. El programa electoral justifica la alusión al “orden”, que siempre se asocia a partidos de derechas, en el apartado de la seguridad no vinculándolo al “autoritarismo” sino entendiéndolo como “fruto del acuerdo y el consenso” que tiene como objetivo garantizar “derechos y deberes de la ciudadanía”.

Los socialistas creen que los comunes han tenido alergia a aplicar sanciones y que eso ha comportado, a su juicio, la degradación del espacio público. El pasado año, la Guardia urbana puso, desde enero a noviembre, solo 41 multas a dueños de perros por no retirar los excrementos de sus mascotas. El objetivo del PSC es realizar pedagogía y recordar que la basura debe bajarse entre las 20.00 y las 22.00 horas y que hay que poner normas al uso de los patinetes porque cuando la ordenanza se aprobó aún no se utilizaban como vehículo de movilidad.


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