_
_
_
_
_

Los comerciantes de Barcelona presionan para abrir en Sant Jordi en lugar de en Todos los Santos

Los grandes comerciantes intentan cambiar los festivos de libre apertura a un mes del 23 de abril

Una familia celebra Sant Jordi en el centro de Barcelona
Una familia celebra Sant Jordi en el centro de BarcelonaAlbert Garcia
Alfonso L. Congostrina

Los comercios de más de 300 metros cuadrados de Barcelona – la mayoría de franquicias y grandes centros comerciales- están presionando a Ayuntamiento y Generalitat para que se les permita abrir los negocios el domingo 23 de abril, día de Sant Jordi, y a cambiarlo por el festivo del 1 de noviembre, fecha en la que estaba autorizada la apertura.

El presidente de la Unión de Ejes Comerciales y Turísticos Barcelona Oberta, Gabriel Jané ha explicado a EL PAÍS por qué el domingo de Sant Jordi no podían abrir los negocios de más de 300 metros cuadrados (los comercios de menos de 300 metros cuadrados pueden abrir todos los festivos) y como están intentando revertir ese cierre en una diada en que la ciudadanía hace suyas las calles en busca de libros y rosas. “Las organizaciones comerciales acordamos con el Ayuntamiento y la Generalitat los diez festivos que podemos abrir al año con dos o tres años de antelación”, ha informado Jané. Los festivos de este 2023 se marcaron durante la pandemia. El Ayuntamiento se los comunicó a la Generalitat y todos se mostraron conformes en que el 23 de abril de 2023 no fuera uno de esos festivos con los comercios abiertos.

El problema llegó cuando, en febrero de 2022, (una vez que ya se había aprobado los festivos en que se permitía abrir) las organizaciones comerciales llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona y se permite abrir todos los negocios que se encuentren la llamada Zona de gran afluencia turística (ZGAT)[Ciutat Vella, Eixample, Sants-Montuïc, Les Corts, Sarrià Sant Gervasi, Gràcia, Horta-Guinardó y Sant Martí] los domingos y festivos – desde las 12.00 a las 20.00- entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre. Con la puesta en marcha del ZGAT, a los comerciantes les interesaba liberalizar otros festivos y así ampliar, aún más, el número de domingos con las persianas abiertas.

“Nos dimos cuenta que no tenía ningún sentido tener los negocios cerrados en una fiesta tan lúdica como Sant Jordi y pedimos al Ayuntamiento poder modificar el calendario. El Ayuntamiento preguntó a la Generalitat y también se mostró partidaria siempre y cuando todas las organizaciones estemos de acuerdo”, ha adelantado Jané.

Barcelona Oberta está ahora consultando a otras organizaciones. Barcelona Comerç, donde se integran la mayoría de comercios de menos de 300 metros cuadrados y que podrían (aunque pocos lo hagan) abrir todos los domingos, se ha mostrado conforme con cambiar el 23 de abril por el 1 de noviembre. Otras organizaciones como Comertia, Anged, Foment o Pimec Comec todavía no se han pronunciado aunque Jané espera en que el voto por abrir el 23 de abril sea unánime. “Ya sabemos que no es un día de muchas ventas pero es una gran celebración y creemos que nuestro deber es abrir los comercios”, ha alertado.

Tras la consulta entre las organizaciones, será el pleno del Ayuntamiento de Barcelona quien dé el visto bueno y trasladará la petición a la Generalitat que, ya ha avisado, si hay unanimidad no se opondrá al cambio de día.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_