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Tres personas mueren en un incendio en un bloque de pisos en Rubí

El fuego se ha iniciado en la entrada del edificio y ha generado un intenso humo, que ha atrapado a los tres vecinos que intentaban huir

Bomberos trabajan en la extinción del incendio en un edificio de Rubí (Barcelona).Foto: CRISTOBAL CASTRO

Un pequeño incendio de unos muebles situados en la entrada del número 13 de la calle Saragossa de Rubí convirtió este edificio en una ratonera que ha acabado con la vida de tres personas, dos mujeres y un hombre. El fuego generó una gran columna de humo negro que fue ocupando el espacio de pasillos, vestíbulo y escaleras, transformando la supuesta salida en una trampa mortal. Las tres víctimas habían salido de sus viviendas para salir del edificio, pero el humo las atrapó. “La mala suerte es que el fuego estaba en el acceso del edificio y esto ha impedido a la gente salir y ha repartido el humo por todos los sitios”, explicó Pep Colàs, jefe de intervención de los Bomberos de la Generalitat.

El incendio se inició minutos poco antes de las siete de la mañana de este miércoles, por causas que aún se investigan, en un bloque de edificios de tres plantas, con 31 viviendas, ubicado en una zona residencial en el barrio de Can Rosés. La mayoría de vecinos se confinaron en casa, donde el humo no llegó, y fueron rescatados por los bomberos. Una familia se refugió en la terraza superior del inmueble, mientras que tres personas pudieron salir por la ventana. Pero los que intentaron huir por la puerta del edificio perdieron la vida.

Las víctimas son un hombre y dos mujeres. Una de ellas era profesora del colegio Maristas de Rubí, donde ejercía de tutora de 6º de primaria, según han confirmado desde la fundación que gestiona el centro. A las 13 horas, las familias salían de la escuela sin conocer oficialmente la noticia, pero los rumores ya circulaban por los chats de WhatsApp de las clases. Al mediodía la dirección informó al claustro de profesores, y después se comunicó a alumnos y padres. El centro activará medidas de apoyo de los estudiantes y acompañarlos en el duelo.

Los bomberos recibieron una treintena de llamadas alertando del suceso. Una de ellas fue la de Reinaldo Márquez, un vecino cercano que iba a buscar el coche para dirigirse al trabajo cuando oyó gritos. “Cuando pasé por delante del portal vi el fuego y llamé al 112. Los servicios de emergencia llegaron en seguida”. Con todo, este vecino asegura que sintió “impotencia”. “Los vecinos estaban desesperados pidiendo salir, pero lo único que pude hacer fue tranquilizarlos diciéndoles que ya venía ayuda. Sentí mucha impotencia por no poder hacer mucho más”, añade.

Germán Ligüeño, que vive en la casa de enfrente, salió corriendo para ayudar a sus vecinos, especialmente a algunos de la primera planta donde las ventanas están más cercanas a la calle y están protegidas con rejas. “Cuando llegué había un vecino con un martillo. Como no podíamos cortar las rejas al final golpeó la pared, arrancando los ladrillos, y así se abrió la reja y pudimos sacar al vecino”, comenta Germán. “El fuego no era tan fuerte, el problema era que estaba en el rellano y había mucho humo, así que era una ratonera”, añade.

Este vecino también explica que vio cómo dos chicas jóvenes saltaban desde otra ventana del primer piso y como una pareja y un niño pequeño pedían ayuda desde el tejado. “Al final vino la policía y fueron super efectivos”, añade Germán, con un tono agridulce. “Me siento como una mierda. Cuando muere alguien te sientes mal porque piensas que podían haber hecho algo más para ayudarlos”, lamenta apesadumbrado.

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Al incendio se trasladaron una decena de efectivos de los bomberos de Rubí, Terrassa, Sabadell y Cerdanyola, así como ocho efectivos del Sistema de Emergencias Médicas, la policía municipal y Mossos d’Esquadra. Los servicios médicos asistieron a 23 vecinos por inhalación de humo, que fueron atendidos y dados de alta en el mismo lugar.

Las personas evacuadas -que abandonaron sus casas con lo puesto, algunos incluso en pijama- fueron trasladadas a la pista de petanca Can Rosés, situada en la misma calle, a escasos metros. Allí fueron atendidos con mantas y alimentos. Los nervios de primera hora se iban calmando, pero a medida que pasaban las horas se apoderó del lugar el llanto roto y desconsolado de los familiares de las personas fallecidas, que al conocer la noticia habían decidido acercarse hasta el lugar. El SEM activó el apoyo psicológico para atender a todos los afectados.

Según los bomberos, el edificio no ha sufrido daños estructurales, pero los vecinos no podrán volver durante unos días hasta que se restablezcan los suministros de luz, agua y gas. A media mañana, han podido entrar a sus viviendas a recoger unos pocos enseres, que unos cargaban en bolsas y otros en maletas. El Ayuntamiento de Rubí, que ha decretado tres días de luto, asegura que ha habilitado un equipamiento para alojar a aquellos vecinos que no tengan una alternativa adónde ir.

Todavía se investigan las causas del incendio, pero los bomberos han informado que el fuego no era de gran envergadura y que lo han podido sofocar “en cuatro minutos”, según Colàs. En el fuego han quemado unos muebles acumulados en el vestíbulo del edificio, pero los Mossos investigan cuál ha sido el detonante, ya que los vecinos comentaban que han oído una explosión. Una de las hipótesis apunta a un cuadro eléctrico cercano y que habría otros materiales acumulados, que podrían haber ayudado a la combustión.

El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena, se ha desplazado hasta el lugar y se ha acercado a la zona donde han sido trasladados los vecinos afectados.

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