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Nace la primera asociación catalana de dramaturgos

La entidad aprovecha su presentación para ofrecer la primera radiografía del gremio y deplora que la mitad de los escritores de teatro no reciban una retribución económica habitual

Acto de presentación de la Associació Catalana de Dramatúrgia en el Ateneu de Barcelona, este miércoles. /ACD
Acto de presentación de la Associació Catalana de Dramatúrgia en el Ateneu de Barcelona, este miércoles. /ACD
Rodrigo Marinas

Más de setenta escritores y directores de teatro de toda Cataluña han unido fuerzas por primera vez para crear una plataforma de su sector, situación que se da en otros gremios culturales como los guionistas, los actores o los músicos. La Associació Catalana de Dramatúrgia (ACD), que se ha presentado este miércoles en el Ateneu de Barcelona, ha aprovechado para ofrecer una primera radiografía de los dramaturgos catalanes, que se elaboró para que estos pudieran acceder a las ayudas específicas de su colectivo tras el cierre de los teatros por la covid.

Este trabajo fue la “primera gran victoria” que impulsó la creación de la asociación, según la presidenta de la ACD, Anna Maria Ricart. “En aquel momento la Generalitat sacó unas ayudas para el teatro por el confinamiento, pero no tuvo en cuenta nuestro sector. Por ejemplo, como no cobramos el mismo dinero al mes, uno de los requisitos era haber cobrado menos de una cantidad determinada, pero nosotros no lo cumplíamos”. Ricart detalla que el Departamento de Cultura les exigía un interlocutor que los dramaturgos no tenían. “No existía un intermediario que dijera: ‘Hola, somos los dramaturgos, trabajamos así y necesitamos esto’”.

A pesar de la “fama de solitarios” que tienen los dramaturgo, indica Ricart, la ACD se ha constituido con 75 socios que representan “una mezcla muy representativa” del teatro catalán. A los autores veteranos como la propia Ricart (Premio MAX a la mejor adaptación teatral) o Sergi Belbel (Premio Nacional de Teatro de Cataluña) se han unido otros dramaturgos consolidados como Guillem Clua (Premio Nacional de Literatura Dramática) o jóvenes promesas como Roc Esquius o Joan Yago. “Hay de todo y todas las edades”, destaca la presidenta. Ricart aclara que desean hablar con “todos los interlocutores” posibles porque la ambición de su organización es “mejorar el sector teatral, que no pasa por su mejor momento, en su conjunto”.

Una de las principales demandas en las que se volcará la nueva entidad será en la de “dignificar un trabajo a menudo ninguneado”, según el comunicado de su presentación. La primera radiografía laboral de los dramaturgos señala que la mitad de ellos no reciben una retribución económica habitual (el 34% ni si quiera cobra) y el 95% combina la dramaturgia con otras ocupaciones. ACD afirma que disponen de varias comisiones para otras acciones como la internacionalización. El sector cultural catalán se unió en 2020 bajo la iniciativa ‘Actua Cultura’ para exigir el incremento del presupuesto en cultura hasta el 2%.

Más allá de Cataluña, ACD desea ser un interlocutor con el Ministerio de Cultura y asociarse en una federación estatal con las otras asociaciones de dramaturgos que ya existen en territorios como Valencia, Murcia o Baleares, según el vocal de la asociación Albert Tola. Pretenden realizar un diagnóstico más riguroso del sector y contribuir a retos que afectan a todo el ámbito cultural como el Estatuto del Artista. El ministro de Cultura, Miquel Iceta, prometió aprobar todas las propuestas del informe antes de 2023.

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