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Los trabajadores de la recogida de basura y limpieza de calles de Barcelona convocan huelga por la Mercè

El Ayuntamiento y las empresas no han pagado los atrasos del IPC de 2021 y 2022, como prometieron

Clara Blanchar
Recogida basura Barcelona
Un vehículo de recogida de residuos domésticos en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, en mayo pasado.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

La paciencia de los 4.000 empleados de la recogida de la basura y limpieza viaria de Barcelona se ha acabado. Han convocado cuatro días de huelga coincidiendo con la Mercè, la fiesta mayor. En abril pasado, coincidiendo con Sant Jordi, desconvocaron in extremis una huelga para reivindicar los atrasos del IPC acumulados en desde 2018. El Ayuntamiento y las empresas concesionarias del servicio les prometieron que las cobrarían en junio. Al finales de mes, cuando esperaban ingresarlos (aumentos impagados que para empleados con antigüedad o turnos de noche alcanzan los 4.000 euros), les dijeron que no. Hubo empleados que anularon incluso los planes de verano, porque contaban con estos salarios atrasados.

El enojo era mayúsculo, pero acordaron dejar pasar julio y agosto (no habría musculatura para ir al a la huelga) y movilizarse en septiembre. El conflicto se produce justo cuando están entrando en el servicio las empresas de la nueva contrata (Urbaser, Cespa, FCC Medio Ambiente y CDL Sorigué), que es la mayor del consistorio, un 10% del presupuesto. La ciudad no vive una huelga de recogida de la basura desde los años 80 del siglo pasado.

La huelga está convocada por UGT, el sindicato mayoritario desde el turno de noche del día 21 hasta el día 26. “El malestar es enorme desde julio, pero la mitad de la plantilla estaba de vacaciones, lo advertimos y ahora se descuelgan con que perjudicará a la ciudadanía”, exclama Ramon Cebrián, presidente de la ejecutiva de servicios públicos de UGT: “Nunca en la vida se ha incumplido un acuerdo, oficialmente no sabemos el motivo del impago, se tiran la pelota del ayuntamiento a las empresas”.

Fuentes municipales han asegurado que están “en diálogo continuo con las empresas para que cumplan los términos del acuerdo” al que llegaron las tras partes. “El Ayuntamiento lo está siguiendo y hará todo lo que esté en sus manos para evitar una huelga en la ciudad”, añaden.

A pocos meses de las elecciones municipales el pánico a una huelga en el gobierno de la alcaldesa Ada Colau es enorme. En la convocatoria de paro de abril, llegaron a salir concejales a pedir a la ciudadanía que no tirara basura y la guardara en casa. En mayo se pagaron los atrasos de 2019 y 2020, un 0,6%. Pero faltaba el grueso: un 6% de 2021 (cuando la inflación se desbocó) y un 2,5% de este año, 2022.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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