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“Lo tomas o lo dejas”: Convergència forzó a un proveedor a emitir facturas falsas para cobrar

El empresario José Manuel Parra declara en un juicio por fraude fiscal que Germà Gordó, exgerente del partido, le obligó a facturar a través de la productora Triacom

David Madí
El excargo de CDC David Madí, a la llegada al juicio por fraude fiscal.David Zorrakino (Europa Press)
Jesús García Bueno

José Manuel Parra, un empresario proveedor de la extinta Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), ha explicado este miércoles, en sede judicial, que el partido le “obligó” a emitir facturas falsas si quería cobrar los trabajos que había prestado para las campañas electorales del partido. “O lo tomas o lo dejas, me dijeron”, ha afirmado Parra en un juicio por fraude fiscal a partir de un entramado de facturas falsas en el que está implicado, entre otros, el expolítico y empresario David Madí, mano derecha del expresidente de la Generalitat Artur Mas.

Parra ha confirmado lo que ya había confesado en la fase de instrucción: que fue Germà Gordó, exgerente de Convergència y secretario de Gobierno con Mas, quien le instruyó para que se pusiera en contacto con Oriol Carbó, dueño de Triacom. Esta empresa es la productora de algunos programas de éxito de TV-3 como El Gran Dictat y Fish and Chips y, según la acusación, está en el epicentro de las facturas falsas.

Carbó, que está siendo investigado en el caso 3% —el presunto pago de comisiones irregulares a Convergència a cambio de obra pública— ha reconocido también, en el juicio, la existencia de esa red de facturas falsas a través de Triacom que permitió aumentar sus gastos deducibles y reducir, de esa forma, el pago de IVA y sociedades en el ejercicio 2011. La Fiscalía pide una pena que oscila entre el año y los dos años para un total de ocho acusados por delito fiscal y falsedad.

Parra aportó al juzgado la grabación de una conversación que mantuvo con Gordó —también procesado en el caso 3%— en octubre de 2011 que avala su tesis. Decidió sacarla a la luz en 2019 y este miércoles ha explicado por qué. “Me querían enredar en el tema de las facturas. Lo hice para demostrar que no tengo nada que ver con el fraude. Simplemente quería cobrar un trabajo que había hecho para el partido y que me obligaron a cobrar a través del señor Carbó y de Triacom”. El empresario ha alegado que no denunció a Convergència por “miedo a perder el cliente”. Y ha añadido que, con ese objetivo, se limitó a seguir las instrucciones que se le daban. “Recibía llamadas de Carbó y él me decía el concepto e importe que tenía que hacer”.

Desnudando al empresario Madí

David Madí, considerado uno de los miembros del Estado Mayor del procés —el sanedrín que ayudó a organizar el referéndum independentista del 1-O desde fuera del Govern—, es uno de los empresarios que, presuntamente, participaron en la rueda de facturas falsas. El consejero político reconvertido en empresario ha asegurado que las dos facturas emitidas a Triacom (por 194.700 euros) corresponden a servicios realmente prestados sobre “consultoría estratégica”. “[Carbó] era un cliente y un amigo, quizá el cliente más pequeño del despacho, pero los trabajos eran reales”, ha dicho Madí, que ha interpretado el reconocimiento de hechos del dueño de Triacom como una forma de “acogerse a beneficios procesales”.

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El interrogatorio del fiscal Pedro Castro a Madí ha sido tenso. El fiscal se ha preguntado cómo es posible que, tras toda una vida en la política -desde 1994 hasta 2011, tras las elecciones en las que ayudó a aupar a Mas a la presidencia de la Generalitat- lograra abrirse paso tan rápidamente en el mundo empresarial. “Yo en este país soy conocido, me parece”, se ha defendido Madí, que ha asegurado que “pasaba por ser un gran experto en temas de comunicación”. “Seguramente usted no conoce la operativa de una empresa formal”, le ha espetado cuando el fiscal le ha preguntado por un préstamo que le hizo Carbó cuando abrió su consultoría.

Madí ha dicho que asumió personalmente los trabajos por los que cobró. Preguntado sobre por qué no ha quedado ningún rastro documental de esas ocupaciones, ha replicado que los avances no quedaban plasmados en ningún acta y que las relaciones se basaban en la “confianza” entre las partes.

Tras abandonar la política, Madí inició una carrera fulgurante en el mundo empresarial. Ya en 2011 fue nombrado presidente del consejo asesor de la eléctrica Endesa en Cataluña. Ha ocupado cargos como consejero o asesor en Telefónica, Deloitte o Applus+. Hoy preside Aigües de Catalunya, filial de Aguas de Valencia. Pese a su retiro formal de la arena política, Madí ha seguido moviendo los hilos del independentismo desde la sombra, como demuestran las conversaciones telefónicas intervenidas en el caso Voloh, de las que se deduce un contacto directo y fluido con los principales líderes independentistas. El empresario es, de hecho, uno de los investigados en esa causa, que indaga el presunto tráfico de influencias cometido a la sombra del procés.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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