España y Brasil mantendrán la política de “brazos abiertos” ante la expulsión masiva de venezolanos de Trump

España y Brasil mantendrán su política de “brazos abiertos” a los ciudadanos venezolanos ante la decisión de la Administración Trump de dejar en la ilegalidad a más de 600.000 refugiados que llegaron a EE UU huyendo del régimen de Nicolás Maduro. Así lo han asegurado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo brasileño, Mauro Vieira, quienes han comparecido este lunes tras reunirse en Madrid. Lo que no va a hacer ninguno de los dos gobiernos, matizaron las fuentes consultadas, es montar una operación de traslado de los expulsados por Trump, por lo que tendrán que ser ellos quienes viajen por sus medios al país de acogida y soliciten protección individualmente.

Albares ha recordado que España tiene un “estatuto prácticamente único” para los venezolanos y ha sacado pecho de que, bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, se ha dado protección a 125.000 de sus ciudadanos, frente a 26 a los que se concedió en la etapa del presidente Rajoy, del PP. “Por supuesto, estamos siempre atentos a las necesidades de los pueblos hermanos de América Latina, como ellos siempre han abierto los brazos al pueblo español cuando lo ha necesitado por razones económicas o por falta de libertad”, ha dicho. “Tenemos ya un esquema para ello y no vamos a variar nuestra política migratoria”, ha concluido.

Por su parte, el canciller Vieira ha cifrado en unos 630.000 los venezolanos llegados a la frontera de Brasil, que han sido documentados y realojados en su país y a quienes se han concedido un permiso temporal de dos años que les permite tener acceso a la educación o la sanidad. “Esta es nuestra política. Así vamos a seguir. Los que vengan a Brasil serán bien recibidos y no solo los venezolanos, porque tratamos a todos por igual”, ha añadido.

La Administración Trump ha decidido suspender la prórroga del Estatuto de Protección Temporal (TPS) que el equipo del demócrata Joe Biden concedió in extremis a los venezolanos en enero pasado. Como consecuencia de ello, unos 350.000 venezolanos verán caducado su permiso de residencia el próximo 7 de abril y otros 300.000 en septiembre, por lo que pasarán a la ilegalidad y podrían ser deportados dentro de las redadas masivas de inmigrantes irregulares ordenadas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Trump ha justificado la expulsión masiva de venezolanos vinculándolos al Tren de Aragua, una banda criminal surgida en Venezuela cuya presencia en Estados Unidos es testimonial, según los expertos.

El pasado día 12, Pedro Sánchez emplazó en el pleno del Congreso al líder de Vox, Santiago Abascal, a “poner el grito en el cielo” por la decisión de la Administración Trump de no prorrogar el estatuto de acogida para los cientos de miles de refugiados venezolanos, después de que este le acusara de “legitimar” a Maduro al no reconocer al opositor Edmundo González como presidente electo. Abascal ha guardado silencio hasta ahora sobre la decisión del presidente estadounidense.

Preguntado por la estrategia ante una posible llegada masiva de refugiados expulsados por la Administración Trump, el comisario europeo de Asuntos de Interior y Migración, Magnus Brunner, ha llamado este lunes en Madrid a “no estar comentando permanentemente todo lo que hace o deja de hacer Estados Unidos. Hay que hacer nuestros deberes en Europa. Una cosa es lo que se dice y otra es lo que realmente se piensa”, ha dicho, en referencia a las autoridades norteamericanas.

Sobre Venezuela, el comisario ha reconocido que este tema en concreto “provoca tensiones y hay que ser conscientes de ello”. “Tenemos que estar preparados. Hemos tenido conversaciones con los países latinoamericanos y estamos en diálogo constante con ellos desde hace meses. Los ministros de Interior europeos y los de Latinoamérica van a celebrar una cumbre muy pronto y este va a ser uno de los temas que se van a comentar”, ha añadido, en un desayuno informativo.

Fuentes de los Ministerios de Interior y Migraciones han negado, en todo caso, que se esté preparando un plan de acogida masiva de ciudadanos venezolanos en conversaciones con los líderes de la oposición a Maduro acogidos en España. Otras fuentes reconocen, no obstante, que en el caso de que se produjera la llegada de decenas de miles de refugiados, habría que tomar medidas de emergencia para evitar un colapso del sistema de acogida.

Albares y su homólogo brasileño han acordado elevar el nivel de las relaciones diplomáticas bilaterales y celebrar reuniones con asistencia de los respectivos presidentes y de varios ministros; un formato que hasta ahora no existía con ningún país iberoamericano. Aún no se sabe cuándo se celebrará la primera reunión de estas características, pero Sánchez y Lula da Silva coincidirán este año al menos en dos cumbres internacionales: la UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en Colombia; y la del G-20, en Sudáfrica. España y Brasil han sido dos de los principales impulsores del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, que aún tiene que superar numerosos obstáculos para poder entrar en vigor.